Prostitución

Bélgica pondrá un mediador entre prostitutas y proxenetas

Parte de la nueva ley de prostitución belga dicta que, si el trabajador sexual rechaza más de diez servicios en seis meses, el empleador puede solicitar la intervención de un mediador gubernamental

Una trabajadora sexual con tacones y calcetines rosas
"Fuck you, pay me", una trabajadora sexual durante una protesta Efe

La prostitución en Bélgica es legal y se descriminalizó el 1 de junio de 2022. En 2015, se estimó que había 26.000 prostitutas en Bélgica, muchas de ellas provenientes de Bulgaria. Un informe encargado por el Banco Nacional de Bélgica reveló estimaciones de un impuesto sobre el volumen de negocios de 840 millones de euros provenientes de formas de prostitución.

El Parlamento belga aprobó la nueva ley laboral para los trabajadores sexuales poco después de la medianoche del 3 de mayo, con 93 votos a favor, cero en contra y 33 abstenciones, tras dos años de intenso cabildeo por parte de sindicalistas del trabajo sexual, según UTSOPI, el sindicato belga de trabajadores sexuales, en un comunicado de prensa.

Marco legal

La ley proporciona un marco legal para la prostitución, permitiendo a los trabajadores sexuales “trabajar bajo un contrato de empleo, accediendo así a la seguridad social: pensión, desempleo, seguro de salud, beneficios familiares, vacaciones anuales y baja por maternidad”, según el comunicado de prensa. La ley también asegura que “los trabajadores sexuales estén protegidos contra los riesgos laborales y se impongan condiciones a los empleadores”. Se aplica solo a los trabajadores contratados por un empleador de trabajo sexual. Este será similar a los contratos firmados por el personal de hoteles, restaurantes y cafeterías.

Ejercer presión

Aunque ampliamente considerada por el sector del trabajo sexual como un gran paso hacia la igualdad, se levantaron alarmas sobre uno de los aspectos más vagos de la ley.

En una actualización compartida por UTSOPI, un párrafo afirmaba: “Si un trabajador sexual ejerce el derecho a negarse más de diez veces en un período de seis meses, el trabajador sexual o el empleador pueden solicitar la intervención de un servicio de mediación gubernamental. Ese servicio evaluará si hay algo mal con las condiciones laborales, si hay un problema en la relación empleador-empleado. El servicio también puede ofrecer posibilidades de reorientación profesional”.

La mediación de Gobierno belga

Por lo tanto, se entiende que el Gobierno podría intervenir para mediar si los empleadores de trabajadores sexuales o los propios trabajadores se quejan de que el trabajador rechaza a un cliente o un acto sexual más de 10 veces en seis meses, en una disposición que está siendo ampliamente criticada por su posible uso para presionar a los trabajadores a tener sexo.

Sin embargo, y según explicó un representante de UTSOPI a Artículo 14, “eso no significa que el servicio de mediación gubernamental pueda obligar a la trabajadora sexual a tener sexo con el cliente, porque eso es contrario al Código Penal y a los códigos penales sexuales”.

Letra pequeña

“Nuestra propuesta era que la trabajadora sexual o el empleador pudieran pedir esto desde la primera vez que sucediera, desde la primera negativa. Estas diez veces en seis meses son muy arbitrarias porque algunas personas trabajan todos los días, otras una vez al mes, algunas una vez a la semana y otras dos veces cada seis meses. Esta es la única manera de asegurar que alguien que firme un contrato para trabajar en un burdel realmente tenga la intención de ofrecer servicios sexuales. De lo contrario, podría simplemente firmar un contrato, rechazar a todos los clientes y seguir cobrando”.

“Ahora, el servicio de mediación gubernamental representa una inspección del bienestar en el trabajo. Si una persona está rechazando a todos los clientes o tiene un conflicto con su empleador, puede llamar a este servicio. Ellos verifican las condiciones de trabajo, las relaciones empleador-empleado y si la persona realmente quiere trabajar allí. Pueden ofrecer un plan de reorientación, pero no van a obligar a nadie a tener sexo. Esta línea ha sido sacada completamente de contexto”.

Un derecho absoluto

“La negativa de la trabajadora sexual nunca se cuestiona. Es un derecho absoluto”, agregó UTSOPI.

A pesar de las buenas intenciones de UTSOPI y del Ministerio de Trabajo belga, autores de esta nueva ley, las dudas persisten. La prostitución en Bélgica se descriminalizó en marzo de 2022; por lo tanto, muchos trabajadores sexuales habrían empezado sus carreras desde el anonimato y aún no habrían desarrollado la confianza necesaria en el gobierno para encontrarse cómodos con un mediador gubernamental.

El Gobierno contesta a Artículo14

Segundo, aún existen prejuicios respecto a la prostitución, y para que se pueda llevar a cabo una evaluación justa, el mediador tendría que ser alguien conocedor del sector y sin prejuicios en su contra. Son dos factores importantes que el empleador podría utilizar para presionar al trabajador sexual, si la ley no se define correctamente. Frente a esta duda, Artículo14 pidió explicaciones al Ministerio de Trabajo belga, actualmente liderado por el político Pierre-Yves Dermagne.

Según explicó directamente el gabinete, “la ley sobre los trabajadores del sexo consagra el principio según el cual el trabajador tiene el derecho de rechazar prestaciones o clientes. El trabajador o trabajadora del sexo no tiene que justificar este rechazo. Además, mantiene su derecho a la remuneración y está protegido contra el despido”.

Condiciones laborales inadecuadas

“Si el trabajador del sexo utiliza frecuentemente su derecho a rechazar tener relaciones sexuales con un cliente o realizar ciertos actos sexuales, eso puede indicar que las condiciones de trabajo son inadecuadas. Por esta razón, se prevé un procedimiento. Permite recurrir a los servicios del Control del Bienestar en el Trabajo (CBE) del Servicio Público Federal de Empleo, Trabajo y Concertación Social”.

“Cuando un trabajador o una trabajadora del sexo ha utilizado su derecho de rechazo más de diez veces en seis meses, tanto el empleador como el trabajador pueden solicitar la intervención de la dirección regional competente del CBE”, establece la ley.

Ayudar con conocimiento

Pero es importante precisar que “este procedimiento es un procedimiento adicional previsto por la ley para permitir a las partes examinar la situación laboral” y que tampoco es obligatorio. La ley impone también otras obligaciones para ayudar o asesorar a los trabajadores del sexo: por ejemplo, el empleador autorizado debe designar una persona de confianza. El objetivo es garantizar que los trabajadores del sexo puedan en todo momento y de manera informal y confidencial, dirigirse a una persona especialmente formada. Una persona de referencia debe también estar presente en el establecimiento para ayudar al trabajador del sexo si un cliente es agresivo, por ejemplo.

Según el Gabinete de Dermagne, “el CBE examinará si las condiciones laborales se ajustan a la normativa (por ejemplo, tamaño de la habitación, medidas de higiene, designación de una persona de confianza, etc.). Podrá escuchar a las partes o a otros trabajadores”.

El objetivo es ayudar a las partes a encontrar una solución, porque se da por hecho que la negativa del trabajador sexual parte de la incomodidad o falta de satisfacción con sus condiciones laborales. El papel del mediador sería, entre otras cosas, asegurar que estas condiciones se adhieren a la normativa general belga. Con todo, quedan aún varios aspectos por definir y la ley debe ser actualizada antes de entrar en vigor.

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