Las defensas aéreas rusas habrían provocado el accidente del avión civil en Kazajistán del pasado miércoles en el que murieron al menos 38 de las 67 personas que viajaban a bordo. La investigación preliminar del incidente llevada a cabo por las autoridades azeríes apunta a que el vuelo 8243 de Azerbaijan Airlines fue alcanzado por un misil antiaéreo ruso o, en su defecto, por metralla procedente de un misil, según la agencia Reuters. Eso explicaría los orificios hallados en el fuselaje de la aeronave.
Otra investigación en paralelo de la aerolínea estatal de Azerbaiyán determinó este viernes que el vuelo experimentó una “interferencia externa física y técnica”. Nada relacionado con fallos internos. El avión Embraer 190 procedente de Bakú se dirigía a Grozni, capital de Chechenia, cuando desvió su rumbo de forma repentina. Sobrevolaba en ese momento el espacio aéreo de Rusia. Concretamente una zona del Cáucaso Norte donde el Ejército ruso había estado derribando drones ucranianos durante la madrugada del miércoles.
Es entonces cuando el piloto intenta efectuar un aterrizaje de emergencia, sin éxito. El avión cae finalmente hacia el oeste de Kazajistán, cerca de la ciudad de Aktau, a orillas del mar Caspio.
The preliminary cause of the crash of the aircraft of the #Azerbaijan|i company AZAL in #Kazakhstan was a collision with a flock of birds. According to preliminary data, there’re 67 passengers & 5 crew members on the plane flying from Baku to Grozny/#Russia, 12 people survived. pic.twitter.com/t2WMy2uA84
— Karina Karapetyan (@KarinaKarapety8) December 25, 2024
En el vuelo viajaban 62 pasajeros y cinco miembros de la tripulación, la mayoría de nacionalidad rusa. Moscú prefiere esperar antes de pronunciarse sobre su implicación. “La investigación está en curso. Debemos esperar a sus conclusiones”, dijo en rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. La Agencia Federal de Tráfico Aéreo de Rusia aseguró minutos después del accidente que la causa del mismo había sido un choque con una bandada de pájaros. Sin embargo, algunos de los 29 supervivientes, muchos de los cuales se encuentran hospitalizados en estado crítico, reconocen haber escuchado una fuerte explosión fuera de la cabina que precedió a los problemas del vuelo.
Azerbaijan Airlines E190 Crashes In Kazakhstan. Possible manpad fragmentation warhead. pic.twitter.com/9oLouSgyC4
— Cavok Aviation News (@cavokbr) December 25, 2024
Además, según las pesquisas de las autoridades azeríes, Rusia desvió el avión de su espacio aéreo y bloqueó su GPS. La autoría rusa es también la hipótesis principal que maneja Osprey Flight Solutions. La empresa de seguridad aérea, con sede en Reino Unido, cree que el vuelo “probablemente fue derribado por un sistema militar ruso de defensa aérea”. El accidente ha recordado a otros derribos, deliberados o no, de aviones civiles ocurridos en las últimas décadas.
Irán, 8 de enero de 2020. Vuelo 752 de Ukrainian International Airlines
Un avión de pasajeros se estrelló en Teherán en la madrugada del miércoles 8 de enero de 2020. No hubo supervivientes. Los 176 pasajeros que viajaban a bordo perdieron la vida.
“Tenemos información de inteligencia de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra propia inteligencia. Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní. Es muy posible que no fuera intencionado”, declaró un día después del incidente el todavía primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que tuvo que lamentar la pérdida de 63 compatriotas.
Dos días más tarde, Irán reconoció su autoría. La Guardia Revolucionaria Islámica derribó el vuelo tras identificarlo como un misil de crucero estadounidense. El entonces presidente Hasán Rohani alegó un “error humano”, pero se comprometió a procesar a los responsables.
En abril de 2021, la Justicia iraní acusó a una decena de funcionarios del derribo. Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia determinó el pasado año que Irán no había llevado a cabo hasta la fecha “una investigación penal imparcial, transparente y justa”, sino que “retuvo o destruyó pruebas” y amenazó a las familias de las víctimas.
Ucrania, 17 de julio de 2014. Vuelo 17 de Malaysia Airlines
Un Boeing 777 despegó aquel jueves desde Ámsterdam hacia Kuala Lumpur. Nunca llegó a su destino. Un misil tierra-aire ruso derribó a la aeronave a la altura de Donetsk, una zona controlada por los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Tampoco hubo supervivientes. Las 298 personas que viajaban a bordo, en su mayoría ciudadanos neerlandeses, perdieron la vida.
Moscú culpó a Kyiv y diseñó varias teorías alternativas para evitar reconocer su responsabilidad. Y consiguió eludirla hasta mayo de 2018, cuando los investigadores internacionales determinaron que la causa del derribo fue el impacto de un misil lanzado por la Brigada 53 del Ejército ruso, que había llegado a Donetsk un mes antes desde la provincia rusa de Kursk.
Cinco años después, un equipo conjunto de investigadores de Países Bajos, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania concluyó que el presidente ruso, Vladimir Putin, había autorizado personalmente el despliegue de sistemas de defensa aérea en el Donbás, incluido el sistema de misiles Buk que provocó el derribo del avión.
En noviembre de 2022, la Justicia neerlandesa condenó en rebeldía a cadena perpetua a dos rusos, Ígor Guirkin (también conocido como Strelkov) y Sergey Dubinsky, y un ucraniano, Leonid Kharchenko, altos cargos de la autodenominada República Popular de Donetsk en el momento del accidente.
Somalia, 23 de marzo de 2007. Avión de carga Ilyushin Il-76 de Transaviaexport Airlines
Una aeronave bielorrusa que transportaba piezas y personal para reparar otro avión bielorruso siniestrado semanas antes, equipado con cargamentos destinados a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU, se estrelló a las afueras de la capital, Mogadiscio. Había despegado de vuelta a Minsk con once personas a bordo, todos ellos ingenieros bielorrusos. Ninguno sobrevivió.
El avión se vino abajo después de que tres misiles terrestres fueran disparados contra la aeronave, según la versión del Gobierno bielorruso. Uno de los proyectiles impactó en el ala. Nunca se esclareció la autoría.
Mar Negro, 4 de octubre de 2001. Vuelo 1812 de Siberia Airlines
Un avión Tupolev 154 de fabricación soviética operado por la aerolínea rusa Siberia Airlines, que había despegado desde Tel Aviv con destino Novosibirsk, en el Extremo Oriente ruso, estalló en pleno vuelo y se precipitó al mar Negro. Los 78 pasajeros, en su mayoría israelíes de origen ruso, perdieron la vida.
Cuatro minutos antes de la explosión, el ejército ucraniano, que estaba realizando maniobras militares frente a la costa de Crimea, disparó dos misiles antiaéreos de largo alcance. No hubo dudas acerca de la autoría pese a las negativas iniciales de Kyiv. El Gobierno ucraniano pagó 15,6 millones de dólares en indemnizaciones a los familiares de las víctimas.