Intento de asesinato

El atentado congela el debate sobre el reemplazo de Biden

La discusión sobre un posible sustituto del presidente quedó en pausa el sábado a las 6:11 pm en Butler. El tiroteo añadió así una nueva capa de complejidad para Biden a una lucha que ya era de por sí extraordinaria

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su discurso a la nación desde el Despacho Oval Efe

El cinturón de pequeños condados rurales que rodean Pittsburgh son cruciales en las presidenciales en Estados Unidos desde que empezó el declive de la industria del acero hace décadas. Los candidatos luchan ahí hasta el último voto. Lo que nadie esperaba es que Butler fuera a ser decisiva tan pronto. La situación para Joe Biden era ya complicada antes del atentado contra Donald Trump. Pero si la mañana del sábado la discusión entre los demócratas era cómo sustituirlo, esa opción queda aparcada.

El contraste entre los dos candidatos no puede ser más marcado. La imagen desafiante de un Trump ensangrentado sobreviviendo al atentado frente a las preguntas sobre la capacidad de Biden para seguir en la carrera. Para el presidente esta semana va a ser además un verdadero acto de malabarismo, porque necesita equilibrar el mensaje como líder de una nación convulsa por la violencia mientras la atención mediática se centra en Trump y su aspirante a la vicepresidencia, el joven senador de Ohio, JD Vance.

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El senador de Ohio, JD Vance y la vicepresidenta del Comité Nacional Republicano, Lara Trump

El ajuste de la campaña está en proceso. Lo primero que hizo Biden fue cancelar los anuncios y aplazar los actos públicos. Y en un breve mensaje después desde el Despacho Oval, hizo un llamamiento a la unidad y a rebajar la tensión. La intervención a la nación desde la mesa de John F. Kennedy se reserva para ocasiones trascendentales. Lo hizo solo dos veces antes en este mandato, la más reciente sobre la guerra en Gaza y una anterior para presionar a los legisladores por el techo de la deuda.

Protector de la democracia

Biden volvió a dejar claro que su principal objetivo es proteger la democracia. Es el argumento que utilizó el jueves en la rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN para justificar por qué no pasaba el testigo a alguien más joven. El presidente reconoció que hay otros demócratas que podrían derrotar a Trump. Pero explicó que montar una campaña desde cero era casi imposible y recurrió a su experiencia como activo.

La discusión del reemplazo quedó en pausa el sábado a las 6:11pm en Butler. El tiroteo añadió así una nueva capa de complejidad para Biden a una lucha que ya era de por sí extraordinaria con Trump. Ninguno ve al otro como legítimo. El demócrata debe ahora combinar el papel de un presidente que trata de acabar con la polarización política y de un candidato que se enfrenta al rival que acabó siendo víctima de la violencia que combate.

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su discurso en la Casa Blanca, junto a Kamala Harris

“Dios nunca permitirá que la política sea el campo de una matanza”, dijo Biden retomando el lenguaje divino de Trump, pidiendo a los estadounidenses que rompan los silos ideológicos y escuchen otros argumentos. Pero ese mismo esfuerzo a la moderación le fuerza a limitar la agresividad que empleó las últimas semanas contra el republicano, retórica con la buscaba movilizar al electorado para evitar que su rival vuelva a la Casa Blanca.

Recalibrar la estrategia

Eso altera ya de por sí la dinámica de la campaña porque como dicen los estrategas demócratas, hace más difícil para Biden poner de relieve el riesgo que representa otra presidencia de Trump a corto plazo. Es una consideración general para todos los demócratas. El equipo aprovecha así el vacío mediático de la convención republicana para recalibrar y trabajar en nuevos anuncios centrados en los logros y su visión.

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El expresidente Donald Trump es levanta el puño mientras los servicios de seguridad le llevan a un lugar seguro en Butler, Pensilvania

Todo sumado, el intento de asesinato de Trump pone aún más en evidencia la frágil situación por la que atraviesa no solo Biden sino de todo el partido. El liderazgo demócrata habla ahora de unificar posiciones y de flexibilizar los recursos disponibles para apoyar a los candidatos al Senado y la Cámara de Representantes que tienen más opciones de mantener sus puestos, para evitar una debacle mayor.

¿Afectará a las encuestas?

Lo que está por ver aún es cómo el tiroteo altera realmente la carrera presidencial y si los mensajes de la convención republicana permean en la conciencia del electorado. Las primeras encuestas no reflejan muchos cambios, en gran medida porque los polos políticos están muy bien definidos y son cada vez más distantes. Eso hace muy difícil que se desplace el voto entre bloques. La clave está en los indecisos en los estados veleta como Pensilvania y Wisconsin. Ahí Trump sí podría lograr un impulso definitivo.

Los estrategas republicanos dan por hecho que lo sucedido en Butler afectará claramente a la participación. No descartan que los electores que ahora se acercan por simpatía a Trump puedan tomar distancia a medida que avance la campaña. Pero el votante tradicional del republicano sí votará el 5 de noviembre. Biden o cualquier otro candidato que presenten los demócratas, sin embargo, no tendrá esa misma certeza.