A un día de que se celebren las elecciones americanas, Artículo14 ha contactado con mujeres residentes en España que analizan cómo se viven desde aquí los comicios. Izzy Skovira, de Nueva Jersey; Morgan Hogue, de Washington D.C y J.B. (prefiere permanecer en el anonimato), de Florida, ofrecen distintas perspectivas de voto pero con un denominador común: la alerta ante la polarización con difícil retorno que se vive en Estados Unidos.
Confluyen a la hora de considerar que el tablero internacional será determinante en las urnas. J.B. nació en Florida, y lleva tres años en España. Su marido es español, al que conoció tras cursar un MBA en Nueva York. Madre de dos hijos, vive entre Miami y nuestro país y se dedica al negocio familiar de producción de comida de perro a nivel internacional. Ella es judía y ha pasado de votar a Hillary Clinton a meter en el sobre la papeleta de Donald Trump. “La administración de Biden tras el 7 de octubre ha provocado que muchos judíos y no judíos se decanten por Trump”. Considera que, dada la magnitud de los conflictos abiertos en el mapa, “es sumamente importante que Estados Unidos tenga una persona firme que intimide un poco a los demás”. Y señala al anterior presidente, Barack Obama. “Antes del 7-O firmó un acuerdo con Irán para quitarle las sanciones a cambio de que los ayatolás limitaran su programa nuclear”.
En ese sentido, alaba la actuación del candidato republicano en cuanto llegó al poder. “Restableció las sanciones y así lanzó el mensaje de que si no se comportaban habría consecuencias”. En este sentido, no cree que la administración de Kamala Harris vaya a ser diferente a la de Obama, porque la tacha de oportunista política. “Ella se adapta a los requerimientos de cada swing state -estados clave- que determinarán los resultados de las elecciones. Michigan tiene una población de musulmanes muy grande, y Pensilvania, de judíos. Ella paga anuncios para que en Michigan salga que le dan mucha pena los palestinos, y el mismo en Pensilvania diciendo que hay que apoyar a Israel”. Esta polivalencia es una línea roja para ella. “Por mucho que Trump diga muchas cosas fuera de lugar es una persona con experiencia y no le da miedo cumplir su palabra. Harris no tiene un plan fijo en su cabeza”.
Morgan Hogue se encuentra en las antípodas del pensamiento de J.B. Nació en Washington, pero lleva nueve años viviendo en Madrid. Cuenta que estudió español durante dos lustros, por lo que vino a nuestro país en busca de trabajo con la idea de quedarse un año, pero le sedujo “la forma de vivir”, además de agradecer una Sanidad para todos y una Educación más barata. Es profesora bilingüe en un colegio concertado. “Yo leo las noticias cada día y hay muchos americanos que están en shock. Trump nos ha enseñado quién es y hay gente que le apoya”. Pese a haber votado a Kamala Harris, lamenta que se haya manifestado en ocasiones a favor de Israel y cree que esta posición va a influir en los swing states. “Muchos progresistas están a favor de Palestina, queremos que esta guerra pare y no nos gusta lo que escuchamos”. Hogue considera que esta situación favorece al candidato republicano: “Hay gente que votará a otro que no va a ganar para demostrar que no está de acuerdo”.
Izzy Skovira respalda las impresiones de Hogue, ella también tiene amigos desencantados con Harris por su postura en el conflicto de Oriente Medio. “Votarán a Kamala porque es lo más decente”, dice, “pero también los tengo que no lo hacen por culpa de esto, por eso hay políticos muy de izquierdas que piden votar a Harris para que no gane Trump”.
Skovira nació en Nueva Jersey y llegó a Madrid en 2016 con la intención de quedarse un año. Como muchos americanos, buscó trabajo como auxiliar de conversación en las escuelas bilingües y, al igual que Hogue, le enamoró la cultura española: “Las personas aquí son muy abiertas. Tienen valores más afines a los míos”. En su caso, el voto a Harris roza el entusiasmo. “Para mí, el hecho de que sea mujer racial me encanta. Yo también lo soy, mezcla entre asiática y europea, y me gusta mucho apoyar a una mujer que es una mezcla entre Asia y África”.
En la alerta por la polarización
“Si Trump llega a ser presidente hay todo un movimiento woke y progresista que no sé cómo va a reaccionar”, afirma J.B. “Y si gana Harris las consecuencias en Oriente Medio pueden ser muy graves”. A su juicio, la gestión del Senado será clave. “Por mucho poder que tenga en el Ejecutivo el Gobierno no lo tiene fácil para sacar todas las iniciativas”.
“Estamos más divididos que nunca”, dice Hogue. “Los republicanos y demócratas en el pasado podían convivir, pero ahora si eres republicano y votas a Trump significa otra cosa”. Cuando se le pregunta si también sucede en el sentido contrario, asegura que los republicanos piensan que los demócratas son “muy crazy”-locos-. “Creen que queremos llenar el planeta de gays, trans.. no quieren vivir en una sociedad tan abierta”.
“Les he pedido a mis padres que no salgan de casa tras las elecciones”
Skovira va un paso más allá. Tiene miedo de lo que pueda suceder tras los comicios. “Tengo dudas, porque después del 6 de enero de 2021 no sé qué pasará el 5 de noviembre. Les he pedido a mis padres que no salgan de casa después de las elecciones. Tengo miedo de que haya violencia por la división que hay”.
Los derechos de las mujeres
“Los derechos de las mujeres y las madres es sumamente importante”, afirma J. B, “Pero voto a Trump porque priorizo el panorama internacional. Si hubiera un candidato mejor lo votaría”. No obstante, duda del impacto político que tendrán las políticas de Trump a nivel global. “Cada Estado funciona de forma independiente a la hora de aplicar muchas iniciativas”.
Hogue cree que los derechos de las mujeres se han visto ya mermados, y pone de ejemplo la ley del aborto. En este sentido también cree que es motivo para movilizar a un one issue voter -persona que vota por un solo motivo-. Skovira apoya esta argumentación. “Mi barrio en los Estados Unidos es muy religioso. Muchas familias de allí son católicos, y quieren prohibir el aborto”, explica. Ella defiende el derecho de la mujer a abortar. “Antes era un tema nacional, y ahora depende de cada Estado. Trump castigará a las mujeres que crucen a un Estado más liberal” afirma. “Prohibir el movimiento de una mujer dentro de EE UU es algo increíble”.
Los principales retos del candidato ganador
“Trump va a intentar implementar el Proyecto 2025”, dice Hogue. “Por suerte el Senado intentará pararlo”. A su juicio, serán las personas trans, los inmigrantes y las de color, las más afectadas. “Quieren quitar los derechos de mucha gente marginal”. Además, cree que los service workers -personas que trabajan en servicios públicos- “piensan que con Trump ganarán más, porque dice que va a quitar los impuestos de ingresos pero yo creo que es una mentira. En realidad Trump es para los ricos y los empresarios, pero finge”.
J. B. pone de relieve la inflación. “Preocupa mucho a los estadounidenses, ya que los precios han subido mucho en general”.
La inmigración ilegal es otro de los temas a abordar, afirman las tres. “Y en este sentido, Harris tampoco me parece fiable porque después de cuatro años encargada de esta gestión no fue efectiva”, afirma J.B. “Y los problemas internacionales también son internos. Las universidades están muy polarizadas, y eso se traslada a la sociedad y condiciona el funcionamiento de las empresas y demás derivadas”.