Así se regula el uso del velo en la Unión Europea

Sólo algunos países europeos prohíben el uso del velo, basándose en cuestiones de laicidad, seguridad, integración social y derechos individuales

En Afganistán, donde las mujeres sufren desde hace décadas una represión total, el talibán acaba de imponer una nueva serie de normas “éticas y morales” que limitan todavía más el papel de la mujer en la sociedad, llegando a borrar su presencia, en prácticamente todos los sentidos, de los espacios públicos. Obligan a las mujeres a ocultar sus rostros, cuerpos y hasta sus voces fuera del hogar, empeorando todavía más las restricciones que ya existían.

Destaca la obligación de portar el burka, que cubre todo el cuerpo y deja apenas una rejilla para los ojos, y que se ha convertido en un requisito obligatorio para todas las mujeres en espacios públicos. Esta medida no solo impone una barrera física: también simboliza la completa invisibilización de las mujeres en la sociedad afgana e indica que el cuerpo femenino se sexualiza hasta el extremo, llegando a considerarse demasiado impuro para la vista.

Afganistán

Refugiadas afganas con burkas esperan para subir al autobús en Karachi de vuelta a Afganistán tras las deportaciones de Pakistán

Es un debate que también afecta a la Union Europea, donde aproximadamente el 5% de la población total practica el islam. Y para muchas mujeres musulmanas, el uso del velo representa una liberación y una expresión de autonomía religiosa, por lo que prohibirlo o permitirlo es una decision delicada. Por eso, la respuesta europea es distinta en cada país, y se basa en cuestiones de laicidad, seguridad, integración social y derechos individuales.

Regular en base a la seguridad

En España no existe una legislación nacional que prohíba el uso del velo, pero algunas regiones y municipios si han implementado prohibiciones locales que restringen el uso de velos que cubren el rostro en ciertos espacios públicos. Por ejemplo, en Cataluña, algunas ciudades prohíben el uso del niqab y el burka en edificios gubernamentales y en el transporte público.

Uno de los países donde el debate es mas intenso es Francia, país con una fuerte tradición de laicidad. Fue uno de los primeros en introducir regulaciones estrictas sobre el uso de símbolos religiosos en espacios públicos: en 2004, se aprobó una ley que prohíbe el uso de símbolos religiosos, incluido el hiyab, en las escuelas públicas. Posteriormente, en 2010, Francia dio un paso más al aprobar una ley que prohíbe cubrirse el rostro en cualquier espacio público, afectando directamente a quienes usan el niqab o el burka. Aunque esta ley ha sido muy debatida, fue confirmada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2014, que avaló la medida bajo el argumento de que contribuía a la convivencia social.

Bélgica ha seguido un camino similar. En 2011, se convirtió en el segundo país europeo en prohibir el uso de velos que cubren el rostro en espacios públicos. Esta ley se impulsó sobre todo por razones de seguridad y de orden público. Y aunque el número de mujeres que usan el niqab o el burka en Bélgica es relativamente bajo, la medida se justificó como una necesidad para mantener la seguridad y la cohesión social. Al igual que en Francia, la prohibición belga fue llevada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en 2017 confirmó la legalidad de la ley, argumentando que no violaba los derechos humanos al estar en línea con los principios de seguridad pública y la promoción de la igualdad de género.

Afganistán

Mujeres afganas en busca de la ayuda humanitaria que distribuye una ONG británica UMMAH Welfare Trust (UWT) en Kandahar

Por su parte, Alemania tiene un enfoque más fragmentado y la regulación varía bastante entre sus estados. En algunos, como Baviera y Baden-Wurtemberg, se prohíbe a las profesoras usar el velo en los colegios públicos, para mantener la neutralidad religiosa en el sistema educativo. Pero en otros estados, como Berlín, se han adoptado leyes que prohíben el uso de cualquier símbolo religioso visible, incluido el hiyab, en todas las instituciones públicas, lo que afecta a los funcionarios públicos, incluidos maestros y policías. Sin embargo, no existe una prohibición nacional que regule el uso del velo en todos los espacios públicos del país.

Cada uno con sus leyes

En 2017, Austria aprobó una ley que prohíbe el uso de velos que cubren el rostro en espacios públicos, en un intento de mejorar la integración social y la seguridad. Esta prohibición incluye el niqab y el burka, así como otros artículos que cubren el rostro, como máscaras y cascos integrales. Además, el gobierno austriaco baraja la posibilidad de extender la prohibición del velo a las niñas en las escuelas, aunque en 2020 la Corte Constitucional anuló una ley que prohibía el uso del velo a niñas menores de 10 años, argumentando que la ley era discriminatoria. Y en Dinamarca prohibe desde 2018 usar el niqab y el burka en cualquier lugar público, como parte de una legislación más amplia que prohíbe también cualquier tipo de cobertura facial que impida la identificación.

En los Países Bajos existe, desde agosto de 2019, una prohibición parcial del uso de velos que cubren el rostro en ciertos espacios públicos, como escuelas, hospitales, edificios gubernamentales y en el transporte público. Esta ley no prohíbe el uso del velo en todos los espacios públicos, pero sí en aquellos donde la comunicación y la identificación son consideradas esenciales.

Por su parte, Italia no tiene una prohibición nacional explícita sobre el uso del velo, pero cuenta con una ley antiterrorista de 1975 que si que prohíbe cubrirse el rostro en público. Aunque esta ley no se diseñó específicamente para abordar el uso de velos islámicos, ha sido utilizada en algunas ocasiones para justificar la restricción del niqab y el burka en ciertos contextos.

En Suecia, el uso del velo está permitido y no existen leyes nacionales que lo prohíban. Y es que el debate sobre el velo en Suecia ha sido menos intenso que en otros países europeos, y las políticas públicas tienden a favorecer la libertad individual. Sin embargo, en 2019, algunos municipios intentaron imponer restricciones  en las escuelas, argumentando que estas medidas eran necesarias para promover la igualdad de género y la integración. Y Bulgaria también implementó una prohibición nacional del uso de velos que cubren el rostro en espacios públicos en 2016. La ley búlgara si permite excepciones en casos de salud o necesidades profesionales, pero en general, se justifica como una medida para garantizar la seguridad y promover la cohesión social en un país con una minoría musulmana, como en casi todos los demás países. Con todo, y a pesar de estas restricciones, el uso del hiyab, que no cubre el rostro, no está prohibido y sigue siendo común entre las mujeres musulmanas en Bulgaria.

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