Edmundo González Urrutia, en suelo español desde este domingo, permaneció refugiado durante más de un mes en la embajada de Países Bajos en Caracas (Venezuela). Al poco de celebrarse las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio, González Urrutia solicitó protección al país centroeuropeo para evitar que el régimen de Nicolás Maduro lo detuviera. El propio ministro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, Caspar Veldkamp, confirmó que recibió una petición “urgente” de González Urrutia al término de las citadas elecciones para ser acogido en su legación y decidió atenderla durante “todo el tiempo que fuese necesario”.
En un contexto de acusaciones de fraude electoral, el régimen de Maduro aseguró que había logrado la victoria en las presidenciales. Pero la comunidad internacional evitó reconocer tal triunfo ante la imposibilidad de acreditarlo a través de las actas electorales. González Urrutia, diplomático jubilado de carrera, permaneció durante todo el mes de agosto en la embajada neerlandesa y a comienzos de septiembre se asiló en la residencia del embajador español antes de poner rumbo a Madrid en un avión de las fuerzas armadas españolas junto a su mujer.
Desde que se celebraron las elecciones presidenciales el 28 de julio, González Urrutia no había participado en ningún acto público. El pasado 2 de septiembre, los tribunales venezolanos emitieron una orden de detención por “conspiración”, “usurpación de funciones”, “instigación a la rebelión” y “sabotaje” contra el candidato presidencial, que intensificó los contactos diplomáticos con España para lograr asilo.
El salvoconducto y las amenazas
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, aseguró a través de sus redes sociales que su gobierno permitió la salida de González Urrutia a España tramitando un salvoconducto. “Una vez ocurridos los contactos pertinentes entre ambos gobiernos, cumplidos los extremos del caso y en apego a la legalidad internacional, Venezuela ha concedido los debidos salvoconductos en aras de la tranquilidad y paz política del país”, explicó.
En cambio, el candidato presidencial sostuvo que todo fueron impedimentos: “Mi salida de Caracas estuvo rodeada de episodios de presiones, coacciones y amenazas de no permitir mi salida. Confío que próximamente continuaremos la lucha por lograr la libertad y la recuperación de la democracia en Venezuela”.
Según el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, subrayó que “no ha habido ningún tipo de negociación política entre el Gobierno de España y el de Venezuela, puesto que el asilo político ha sido solicitud personal de Edmundo González”.
González Urrutia se une al exilio español de otros dirigentes venezolanos como Leopoldo López, que llegó el 25 de octubre de 2020 y que permaneció más de un año en la residencia del embajador español en Caracas. El antiguo alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, también se encuentra actualmente residiendo como exiliado político en Madrid desde 2017 tras haber pasado mil días bajo arresto domiciliario por motivos de salud.