Reportaje

Argentina: cuando la “primera dama” es tu hermana

Karina Milei, la hermana del mandatario argentino, Javier Milei, hace las veces de consorte así como de primera ministra

Karina Milei
Karina Milei y su hermano, el presidente de Argentina X

Ahora que tras solo ocho meses de relación, el presidente de Argentina, Javier Milei, anunció su separación de la artista Fátima Flórez, por primera vez los argentinos tendrán un jefe de Estado soltero, no divorciado ni viudo, que podría cursar prácticamente toda su gestión de Gobierno sin primera dama. Salvo que su enigmática hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ocupe virtualmente ese rol. ¿O ya lo ocupa?

Como en la mayoría de los países, en Argentina, el rol de primera dama o primer Caballero es meramente protocolar, una función sin ningún atributo ni responsabilidad, que responde a los “usos y costumbres”. En la práctica, la envergadura y visibilidad de este “acompañante” dependerán del presidente de turno.

Los argentinos tienen experiencia con primeras damas “no esposas”: tras echar a Zulema Yoma de la residencia presidencial, en 1991, Carlos Menem puso en ese rol a su hija “Zulemita”. Y la propia Cristina Kirchner, tras la muerte de su marido Néstor Kirchner, en 2010, empezó a ser acompañada protocolarmente por su hija Florencia.

Fátima Flórez, una exitosa imitadora que se hizo popular con su caracterización de la expresidenta Cristina Kirchner, había sido muy funcional en la campaña preelectoral, ya que despejaba dudas sobre la peculiar relación de los hermanos Milei. Pero, una vez en el poder, Flórez fue dejada de lado. Quien acompañó al flamante presidente en el desfile de asunción por el centro de Buenos Aires en un auto descapotado fue su hermana Karina, virtual primera dama con importantes tintes de primera ministra.

Karina Milei: primera dama y primera ministra

A finales de 2021, cuando Javier Milei era aspirante a diputado nacional, repetía -como suele hacer- que su hermana “es el ser humano más maravilloso del planeta”. Entonces le decía “la Jefa” y no el “El jefe”, como él mismo masculinizó después.

A sus 52 años, Karina Milei -dos años menor que Javier- es considerada por los principales analistas el verdadero cerebro político del partido La Libertad Avanza, cuyos hilos moviliza velozmente en estos días para expandir la marca a nivel nacional, el gran punto débil de ese espacio, ya que cuenta con registro oficial en las justicias electorales de solo un puñado de las 24 jurisdicciones argentinas.

Como una cirujana que apunta con precisión su objetivo, la hermana del presidente busca paliar la pobre presencia de los libertarios “de pura cepa”, por atrás de sus aliados coyunturales, el PRO del expresidente Mauricio Macri. Y, de hecho, circula que la mujer intentará candidatearse en las elecciones legislativas de 2025.

Karina Milei eclipsa al jefe de Gabinete argentino

Se consolida, así, una pareja presidencial perfecta, en la que “El jefe” Karina opaca incluso al Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. En ese tándem simbiótico, Milei lleva la impronta económica, mientras que su hermana conduce la red política (“rosca”, incluida), un mundillo que -dicen- no cautiva al presidente, por más que su compulsiva participación en la red X parezca indicar lo contrario.

Nadie cuestiona que el poder de Karina Milei es inmenso. Javier no hace nada inconsulto con su hermana, quien debe aprobar cada decisión. Y no solo las que competen al rumbo del Gobierno. También, las de su vida personal. Tanto es así que este sábado, la prestigiosa revista argentina “Noticias” publicó que, celosa y territorial, Karina habría impulsado el final de la relación entre Milei y Fátima Flórez, vínculo desaprobado por ella desde el minuto uno.

El silencio de Karina Milei

Hay rasgos curiosos en el perfil de Karina Milei. El primero es su habilidad para aglutinar poder manteniendo un silencio mediático sepulcral, solo corrupto un par de veces. De esas se destaca una reciente, cuando el Gobierno difundió un spot televisivo sobre el cambio de nombre de un salón de la sede del Gobierno, la Casa Rosada.

La voz en off de Karina Milei, que actúa unos segundos haciendo su primera gran aparición en el poder, anuncia el cambio de rótulo del Salón de las Mujeres a “Salón de los Próceres”. Y dice: “Esta administración no va a promover, desde el Estado, militancias que generan discordia y división entre los argentinos. Nos importa la gran historia (…) y no el guiño político estéril de un movimiento militante del momento, que las mujeres argentinas tampoco necesitamos”.

El espiritismo de Karina Milei

Aunque Karina Milei no da entrevistas, interviene en otros niveles. Ingrid Sarchman, comunicadora social y docente del seminario de “Informática y sociedad” de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), apuntó que “no es la mujer de Milei y no cumple funciones de ama de casa porque está más ligada a la movida política”, pero, paradójicamente, “tampoco se le escucha la voz ni hace declaraciones. Lo que se sabe de ella es por imágenes y gestos frente a cámara en los actos. Se la ve indicando ‘vos, allá’, ‘vos, acá’. Su halo de misterio llama la atención”.

Licenciada y tarotista

Llegamos, entonces, al segundo rasgo peculiar de esta mujer, licenciada en Relaciones Públicas, artista amateur y -adicionalmente- tarotista, un hobby ligado al famoso costado esotérico de esta pareja de hermanos, que suelen consultar a la médium Celia Melamed para comunicarse con Conan, el perro -ya fallecido- que Milei hizo clonar en Estados Unidos, procedimiento del que nacieron al menos cinco “hijos de cuatro patas”, como suele llamarlos con orgullo.

Según Sarchman, “ella es la verdadera espiritista de la relación, la que tira las cartas y la que, ayudada por la médium, aprendió a hablar con los perros”.

“La figura de Primera Dama tipo ‘ama de casa’ no funciona porque es la hermana y todavía la prohibición del incesto funciona en nuestra sociedad, sin contar que Milei tampoco parece tener las necesidades de un hombre: dice que no come, que no tiene sexo y no parece precisar una mujer”, reflexionó Sarchman.

La relación en esta pareja quizás corra por otros carriles: “Karina mueve los hilos del poder mientras está envuelta en un halo de espiritismo y magia menos racional y más esotérico”.

Tal vez cuadre la definición que el propio Milei dio de su hermana: “Moisés era un gran líder, pero no era bueno divulgando. Y entonces Dios le mandó a Aarón para que divulgue. Bueno, Kari es Moisés y yo el que divulga”.

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