Guerra comercial

Trump aplica los aranceles que prometió sobre las importaciones de México y Canadá

Bajo el pretexto de querer frenar la entrada ilegal de drogas e inmigrantes ilegales, el presidente estadounidense ordenó este martes la entrada en vigor de aranceles de un 25% sobre las importaciones de los países vecinos

Justin Trudeau y Claudia Sheinbaum
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Kiloycuarto

Como es costumbre desde su retorno al despacho Oval, el presidente norteamericano Donald Trump anticipó la amenaza de imponer aranceles a México y Canadá en la red Truth Social. En un post publicado la semana pasada, el líder republicano consideró que la entrada en vigor de aranceles de un 25%, que se aplicarán desde este martes, contribuirán a que los países vecinos controlen a las redes de narcotráfico, que lograron contrabandear droga a “niveles inaceptables” hacia Estados Unidos.

“No podemos permitir que esta tendencia siga dañando a Estados Unidos y, hasta que esto termine o se limite seriamente, los aranceles propuestos entrarán en efecto el 4 de marzo, tal como estaba previsto”, avanzó Trump. Y no se olvidó de su máximo rival comercial en el mundo: “también aplicaremos aranceles de un 10% sobre las importaciones de China”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

Oficiales canadienses redoblaron esfuerzos durante la semana pasada en Washington para intentar contener la medida de Trump, pero no lograron revertir la iniciativa. En represalia, se espera que Canadá imponga también aranceles, lo que abrirá una guerra comercial entre ambos países. La administración Trump, que deseaba poner en vigor la medida ya en febrero, defiende que este mecanismo logrará frenar la entrada de inmigrantes irregulares y grandes cantidades de droga, aunque las estadísticas estadounidenses no indican que esto haya ocurrido a través de la frontera canadiense.

Frenar el “subsidio” a Canadá

Para reforzar su argumentario -aunque de nuevo sin evidencias-, Trump clamó que los estadounidenses deben dejar de “subsidiar a Canadá” con billones de dólares cada año, y animó a que compañías de su país desmonten fábricas existentes al otro lado de la frontera para retornarlas a territorio estadounidense. El líder republicano protestó por el superávit comercial que estaría beneficiando a Canadá, que con las exportaciones de gas y petróleo estaría sumando ingresos de 63 billones de dólares anuales.

La entrada en vigor de los aranceles ha desatado el temor en la economía global, con consumidores temerosos de que la política proteccionista de la Casa Blanca se traduzca en un incremento de la inflación. Sectores como el automovilístico o fabricantes de productos domésticos en EE.UU. prevén dificultades ante el encarecimiento de las importaciones.

El daño a industrias y exportaciones

En Canadá también predomina el consenso sobre los efectos negativos que tendrá el nuevo escenario sobre la economía doméstica, muy dependiente de las exportaciones e industrias conectadas al mercado norteamericano. Jean Simard, presidente de la Asociación del Aluminio de Canadá, recordó que los aranceles de un 10% sobre las exportaciones de este material ya fueron dañinas durante el primer mandato de Trump. “Aranceles del 25% será altamente destructivos”, vaticinó. Por poner un ejemplo, Simard estimó que la fabricación de una pick-up Ford F-150 se encarecería unos 3.000 dólares.

Desde México y Canadá, ambos gobiernos replicaron que sus países ya aplicaron medidas para contener el tráfico de drogas y la inmigración irregular. En tono conciliador, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum afirmó la semana pasada que “Trump tiene su modo de comunicar”, pero se mostró optimista sobre la opción de solventar la crisis. Sheinbaum señaló que oficiales de seguridad están discutiendo asuntos de inteligencia con sus homólogos norteamericanos, que derivaran en arrestos significativos de criminales en territorio estadounidenses. México pretende preservar el tratado de libre comercio impulsado en 1994, que fue renovado durante el anterior mandato de Trump en 2020.

Canadá, al contraataque

El primer ministro canadiense Justin Trudeau, que en enero anunció que abandonará el cargo tras nueve años al frente del país, insistió en que “no existe ninguna emergencia” en su frontera con Estados Unidos, y amenazó con imponer aranceles sobre productos norteamericanos por valor de billones de dólares. “Tenemos el plan trazado, pero no queremos estar en esa posición”, matizó Trudeau. El premier saliente también insiste en que su país invirtió esfuerzos para “fortificar” la frontera con EE UU.

La frontera entre Estados Unidos y México

China tampoco quedó exento del plan proteccionista. Alegando que Pekín es el principal fabricante de químicos usados para obtener fentanilo -potente droga que arrasa ciudades norteamericanas-, Trump anunció que doblará el impuesto del 10% que ya impuso sobre importaciones chinas.

Según el think tank conservador American Action Forum, los aranceles de un 25% sobre importaciones de México y Canadá resultarán en un incremento de los impuestos para los consumidores estadounidenses, que podrían oscilar entre 120 y 225 billones de dólares anuales. Economistas destacan que además de la inflación, también podría producirse una disrupción en la cadena de suministros en Estados Unidos y Canadá, así como el cierre de fábricas y despidos masivos de trabajadores. Agricultores norteamericanos también se verían gravemente afectados: cerca del 80% de los fertilizantes que utilizan provienen de Canadá.

¿Aranceles a Europa?

Trump insinuó la semana pasada que los países europeos también podrían ser blanco de aranceles de hasta un 25%, aunque con intención de excluir del plan automóviles, chips y productos farmacéuticos.

El año pasado, solamente se contabilizaron 19 kilos de fentanilo contrabandeados desde la frontera canadiense, mientras que desde México se incautaron unos 9.600 kilos. Respecto a inmigrantes irregulares, las autoridades de Estados Unidos contabilizaron 24.000 entradas desde Canadá, mientras que desde la frontera sur ingresaron casi dos millones de personas.

Trump

Las aspiraciones soberanistas de Donald Trump

Para Trump, la vía más efectiva para frenar los aranceles sería la anexión de Canadá: su sueño es que pase a convertirse en el estado número 51 de los Estados Unidos. Pero sus pronunciamientos solo enfurecieron a los canadienses, que iniciaron campañas de boicot contra productos estadounidenses o cancelaron planes de vacaciones en el país vecino. También desató llamamientos a cortar la exportación de petróleo, gas o electricidad.