Arabia Saudí sigue siendo el escenario para discutir la posible tregua en la guerra entre Rusia y Ucrania. Este lunes, oficiales ucranianos aterrizarán en Riad, en el mismo día en que equipos negociadores estadounidenses y rusos discutirán la propuesta de alto al fuego de la administración Donald Trump.
Por parte rusa, un ex jefe de los servicios secretos del FSB, Sergei Beseda, que jugó un papel clave en la planificación de la invasión ordenada por Vladimir Putin en 2022, dirigirá los contactos. Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski avanzó que sus representantes presentarán a EE.UU. un listado de las infraestructuras energéticas que deberían quedar al margen de los bombardeos rusos, como parte inicial de la tregua que se está gestando.
Tras el encontronazo entre Zelenski y Trump en la Casa Blanca, el presidente ucraniano busca apaciguar los ánimos y abonar el terreno para que Washington pueda lograr una rápida tregua. No obstante, los dos bandos enfrenados avisan a Trump que tal vez opera con demasiada precipitación, lo que podría afectar al éxito de los contactos.
El jueves, Zelenski contradijo la voluntad de Trump, denegando que haya discutido el plan estadounidense de asumir el control de algunas infraestructuras energéticas clave en el país. “Pertenecen al pueblo de Ucrania”, remarcó. Un día antes, el presidente estadounidense consideró que la apropiación de plantas nucleares “será la mejor protección para apoyar la infraestructura energética ucraniana”.
Las miradas se centran sobre la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control de las fuerzas invasoras rusas. “Si los americanos quieren tomar la estación a los rusos y quieren invertir para modernizarla, es un asunto distinto. Estamos dispuestos a discutirlo, pero la propiedad no es algo discutible con el presidente Trump, avisó el líder ucraniano.
Los dos bandos enfrentados pronosticaron que los contactos en Riad pretenden finalizar los detalles para una tregua limitada acordada durante la semana pasada, y avanzar negociaciones para un alto al fuego marítimo. Para Zelenski, Rusia está imponiendo “demandas innecesarias” que supondrán la continuación de la guerra, y denunció que los ataques sobre infraestructuras energéticas no se detuvieron a pesar de que Putin afirmó que los detendría.
Desde el Kremlin, insisten en que el éxito de los contactos dependerá de que se corte definitivamente la ayuda militar y de inteligencia a Kiev, algo que EE.UU. frenó semanas atrás. No obstante, los socios europeos de Ucrania siguen debatiendo los planes para armar a Kiev y reforzar los ejércitos de Europa, al asumir que Putin no detendrá su ofensiva en las fronteras de Ucrania.
Donald Trump señaló a la cadena Fox News que, durante su charla telefónica de dos horas con Putin, no se discutió el parón en la ayuda militar a Kiev. Rusia también demanda que no se desplieguen fuerzas militares de la OTAN junto a sus fronteras.
Por ahora, sigue la incertidumbre sobre cuando y como se aplicaría la propuesta de tregua mediada por EE.UU. durante las últimas semanas. Mientras, Ucrania y Rusia siguen intercambiando ataques aéreos y en el frente. Según Zelenski, el jueves pasado Rusia disparó 200 drones iraníes sobre zonas residenciales, que causaron más de una decena de heridos.
“Los ataques de Rusia siguen pese a sus declaraciones propagandísticas. Con cada ataque, los rusos demuestran al mundo su actitud sobre la paz”, zanjó el presidente ucraniano.