Convivió con ellos codo a codo. Durante los dos años que la macronista Eléonore Caroit ocupó su asiento en la Asamblea Nacional de Francia, hasta su disolución el pasado 9 de junio, presenció los destemplados debates y votos de los diputados del ultraderechista Agrupación Nacional (RN), favorito en las legislativas anticipadas de este domingo (30) y del 7 de julio, con un más de 35% de intenciones de voto (delante de la coalición de izquierdas, que tiene un 29%, y del ala presidencial, con un 21%).
Más allá de lo que dicen (o prometen) públicamente la dirigente Marine Le Pen y su delfín Jordan Bardella, la importancia de escrutar los que están en el terreno es capital: a fin de cuentas, son los electos y electas que votan y proponen las leyes, advierte Caroit. “Ellos traen consigo sus convicciones, opuestas a los avances en los derechos de las mujeres”, algo que “te das cuenta cuando convives a diario (con ellos)”, explica la que fue elegida diputada en 2022 en la circunscripción de los franceses que habitan en Latinoamérica y el Caribe, por la que ahora vuelve a presentarse.
Últimos sondeos en Francia
Si gana, cuando cumpla 39 años el 8 de julio, Caroit tendrá delante de sí el enorme desafío de manejarse en una nueva Asamblea en la que probablemente la ultraderecha tendrá más escaños que nunca. Según esta abogada especializada en arbitraje internacional, hay una gran disparidad entre el movimiento de normalización del partido llevada a cabo por Le Pen, que se quiere alejar de sus raíces antisemitas, xenófobas y ultraconservadoras, y la práctica legislativa de sus diputados (o candidatos) en la Asamblea o en el Parlamento Europeo.
🇫🇷🌎🗳️Plus que jamais engagée pour les Françaises et les Français d’Amérique latine et des Caraïbes!
Et puis… jamais deux sans trois 💪🏼#partielle2024 #legislatives2024 #dissolution #DissolutionAssembléeNationale pic.twitter.com/FvxZFRIQ3y
— Eleonore Caroit (@CaroitEleonore) June 10, 2024
¿Pero pintarles como diablos no sería tan solo una maniobra del adversario para amedrentar al electorado? “No, porque he participado de los debates en la Asamblea”, justifica Caroit. Ella fue testigo de la contradicción de los parlamentarios frente, por ejemplo, a la inclusión de la libertad de abortar en la Constitución, aprobada en marzo. De hecho, de los 88 parlamentarios de Le Pen, 20 se abstuvieron, 11 no asistieron a la votación y 11 votaron en contra.
Entre los que se opusieron a la constitucionalización del aborto en Francia, estuvo por ejemplo, Hervé de Lépinau, diputado saliente por Vaucluse (sureste). Él se presenta de nuevo a la Asamblea con un programa donde no aparece la palabra mujer ni una sola vez. En 2020, Lépinau comparó el aborto al genocidio y al holocausto.
La diputada Eléonore Caroit
La misma contradicción entre práctica parlamentaria y discurso de los dirigentes se reproduce en el Parlamento Europeo. A principios de abril, la mayoría de los ultras de Le Pen votaron en contra una resolución para incluir el derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.
Una diputada trinacional en Latinoamérica
De madre dominicana y padre francés, Caroit nació en París, pero pasó casi toda su vida entre Santo Domingo, Nueva York y Ginebra. La hija de una diplomática y de un ex corresponsal de ‘Le Monde’ heredó de sus padres el gusto por viajar y por lo que considera la riqueza de la multiculturalidad.
Eso la hace sensible al tema de la inmigración, el histórico estandarte de la ultraderecha. “Los binacionales y aquellos que hablan varios idiomas son una riqueza para nuestro país, y no una amenaza”, defiende esta trinacional (francesa, dominicana y suiza). El eurodiputado Bardella afirmó esta semana que, en el caso de que sea primer ministro, vetará los cargos importantes de la República a los binacionales.
Momento en que la diputada vota a favor de blindar el aborto en la Constitución francesa
La experiencia en tres continentes brindó a la políglota con una visión cosmopolita y participativa de la política, y la certeza de que Francia, y la UE en general, necesitan acercarse a Latinoamérica, sobre todo en un momento de guerra contra Ucrania y de alta de líderes populistas como Trump. “Los países de Latinoamérica votan las resoluciones en el Consejo de la ONU, son en general favorables al multilateralismo y al Estado de Derecho”.
Tercera vez en campaña
Infatigable y optimista por naturaleza, Caroit se lanza en su tercera campaña. Menos de un año después de ser elegida en 2022, el tribunal constitucional anuló el escrutinio debido a irregularidades en el conteo electrónico de los votos. Volvió a presentarse en 2023 y venció. En su entrecortada legislatura, se implicó en la agenda medioambiental y propuso una resolución para condenar al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. También estuvo en los bastidores de las negociaciones para liberar dos presas políticas franco-nicaragüenses.
A la diputada saliente del ala macronista más progresista le gusta subrayar su predilección en trabajar de manera trans partidaria -lo que le podría favorecerle ahora, cuando la baja popularidad de Emmanuel Macron llevó a que la propia coalición presidencial borrase su imagen de todos los carteles electorales-.
La diputada Eléonore Caroit y el presidente Macron
Pero la candidata también sale en la defensa del mandatario y analiza como “arriesgada, pero ineluctable” la decisión de Macron de disolver la Asamblea: “Los Republicanos ya nos amenazaban con presentar una moción de censura, lo que podría ocurrir en el otoño y perjudicar la aprobación del presupuesto de Estado. El riesgo de tener una crisis institucional aguda sería mucho mayor”.
Algunos días después de la disolución, Eric Ciotti, entonces presidente de Los Republicanos (LR), de la base aliada, entabló un acuerdo con Le Pen que reventó los diques históricos de la derecha moderada contra la ultraderecha.