Reinas Consortes

Del anonimato al activismo: el nuevo papel de las consortes

En los últimos 20 años, el rol de las reinas ha evolucionado en varias monarquías como la británica o la holandesa

Reinas consortes
El papel de las reinas consortes ha evolucionado en los últimos 20 años

En la historia de las monarquías europeas, las consortes, es decir, las esposas de los monarcas, tradicionalmente desempeñaban un papel secundario, centrado en apoyar a sus esposos y cumplir con funciones domésticas y ceremoniales. A menudo, se esperaba que permanecieran en un segundo plano, sin involucrarse en asuntos políticos o sociales de manera significativa. Un claro ejemplo de este rol tradicional fue la Reina Victoria de Suecia, esposa del Rey Gustavo V, quien se dedicó principalmente a sus deberes ceremoniales y familiares, sin tener una participación activa en la política o la vida pública.

Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido una evolución sustancial en el rol de estas figuras dentro de la realeza. En países como Países Bajos, Reino Unido y España, las consortes han asumido un protagonismo cada vez mayor, desarrollando agendas propias y participando activamente en diversas causas sociales.

A que se debe este cambio? Uno de los factores clave es la modernización de las monarquías, que han adoptado enfoques más contemporáneos y transparentes para mantenerse relevantes en sociedades cambiantes. Este proceso de modernización ha llevado a que las consortes asuman roles más activos y visibles, alineados con las expectativas del público moderno. Además, la educación y la preparación de las consortes actuales son mayores que en el pasado. Muchas de las consortes modernas tienen títulos universitarios y carreras profesionales previas, lo que les proporciona las habilidades y el conocimiento necesarios para desempeñar roles más significativos y autónomos.

Un papel más activo

La reina Máxima de Países Bajos es un buen ejemplo de este cambio, desde su matrimonio con el Rey Guillermo Alejandro en 2002. Como Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Inclusión Financiera para el Desarrollo, Máxima ha trabajado incansablemente para promover el acceso a servicios financieros en todo el mundo.

Su labor incluye viajes a países en vías de desarrollo para evaluar y apoyar proyectos que faciliten el acceso a bancos y créditos a poblaciones marginadas. Además, la reina Máxima ha sido una ferviente defensora de las tecnologías financieras, destacando su potencial para transformar vidas al proporcionar herramientas accesibles y asequibles para la gestión financiera.

El papel en Reino Unido

En Reino Unido, tanto la reina consorte Camila, quien se casó con el entonces príncipe Carlos en 2005 y se convirtió en reina consorte con la ascensión de Carlos al trono en 2022, ha centrado su trabajo en varias causas sociales, con un enfoque particular en la violencia doméstica, la alfabetización y la salud. A lo largo de los años, Camila ha sido patrona de numerosas organizaciones benéficas que trabajan para apoyar a las víctimas de violencia doméstica, brindándoles refugio y recursos para reconstruir sus vidas. Además, ha promovido campañas de concienciación pública para desestigmatizar a las víctimas y aumentar la visibilidad de este problema social. Por ejemplo, su apoyo a la organización SafeLives ha sido crucial para ayudar a víctimas de abuso doméstico en Reino Unido.

Por su parte, Kate Middleton, Duquesa de Cambridge, es una figura prominente en la promoción de la salud mental, especialmente a través de la iniciativa Heads Together, que lanzó junto con su esposo, el Príncipe William, y el Príncipe Harry en 2016. Y además de su trabajo en salud mental, la Duquesa ha estado involucrada en proyectos relacionados con la educación infantil y el bienestar de los niños.

Su interés por la primera infancia la llevó a lanzar la Fundación Real para la Primera Infancia, que aborda los desafíos que enfrentan los niños en sus primeros años de vida. Kte promueve la importancia de los primeros cinco años en el desarrollo de los niños y ha trabajado para proporcionar recursos y apoyo a las familias y cuidadores. Un ejemplo específico de su labor es el programa “5 Big Questions”, una encuesta nacional que busca entender mejor las necesidades y preocupaciones de los padres y cuidadores en el Reino Unido.

El caso de España

Luego esta nuestra reina Letizia, quien ha redefinido el papel de la consorte en Europa. Antes de su matrimonio con el entonces Príncipe Felipe en 2004, Letizia Ortiz trabajó como periodista, lo que le ha otorgado una perspectiva única y habilidades de comunicación muy buenas.

Una de las áreas más destacadas del trabajo de Letizia ha sido la salud, particularmente la lucha contra el cáncer. Como presidenta honoraria de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y su Fundación Científica, ha participado activamente en campañas de concienciación y en la promoción de la investigación oncológica. Su presencia en eventos y conferencias ha ayudado a visibilizar la enfermedad y a impulsar el apoyo tanto institucional como social hacia los pacientes y sus familias. Por ejemplo, ha apoyado iniciativas como la Marcha Contra el Cáncer, que reúne a miles de participantes para recaudar fondos y concienciar sobre la enfermedad.

Y en el ámbito de la educación, la Reina Letizia muestra un fuerte compromiso con la mejora del sistema educativo en España. Ha promovido la educación inclusiva y de calidad, participando en iniciativas que buscan reducir la brecha educativa y proporcionar oportunidades a los niños de todas las procedencias. Además, su interés por la cultura la ha llevado a apoyar numerosas actividades relacionadas con la promoción de la lengua y la literatura española, así como el fomento de las artes. Un ejemplo concreto es su respaldo a la Feria del Libro de Madrid, donde ha sido una presencia constante, apoyando a autores y editoriales españoles.

Los países que se quedan atrás

A pesar de estos avances en varios países, como Luxemburgo y Mónaco, el papel de las consortes sigue siendo más tradicional y conservador.

En Luxemburgo, la Gran Duquesa María Teresa mantiene un perfil más reservado en comparación con sus contrapartes en otros países europeos. Aunque ha estado involucrada en algunas iniciativas benéficas y sociales, su papel ha sido menos visible y menos activo en comparación con consortes como la Reina Máxima o la Reina Letizia.

Con todo, la Gran Duquesa ha sido patrona de varias organizaciones caritativas, enfocándose en temas como la educación, la salud y los derechos de las mujeres. Ha apoyado la Fundación Luxemburgo, que trabaja en proyectos de desarrollo en países en vías de desarrollo y en programas educativos. Otro ejemplo concreto es su apoyo a la organización “Stand Speak Rise Up!”, que trabaja para erradicar la violencia sexual en zonas de conflicto.

Mónaco

La princesa Charlene de Mónaco, esposa del Príncipe Alberto II, también representa un enfoque más tradicional del papel de la consorte. A pesar de su implicación en actividades benéficas y su trabajo en la Fundación princesa Charlene, que se centra en la seguridad en el agua y la educación deportiva, su participación en la vida pública ha sido más limitada y su perfil mediático menos prominente en comparación con otras consortes europeas.

La Fundación trabaja para promover la seguridad en el agua y enseñar a los niños a nadar, con el objetivo de prevenir ahogamientos. La princesa ha viajado a varios países para apoyar estos proyectos y ha utilizado su plataforma para aumentar la concienciación sobre la importancia de la seguridad en el agua. Un ejemplo de su compromiso es su apoyo a la iniciativa “Water Safety Days“, que organiza talleres y actividades educativas sobre la seguridad en el agua para niños en diversos países. Sin embargo, su papel en otros aspectos de la vida pública de Mónaco ha sido menos visible, y su presencia en eventos oficiales más restringida.