Se confirma la pena de tres años de cárcel para Amanda Knox por haber calumniado a Patrick Lumumba en la primera fase de la investigación sobre el asesinato de la estudiante británica Meredith Kercher en noviembre de 2007 en Perugia, Italia. La estadounidense había declarado que Lumumba, original del Congo, en aquellos años propietario de un pub en el centro de la ciudad italiana, estaba relacionado con la muerte. Aspecto que luego la Justicia desmintió por completo, alegando que era completamente ajeno a los hechos. Antes de que se confirmase, el hombre estuvo encarcelado durante 14 días de forma injusta. Knox confesó que había hecho esa declaración bajo presión en el interrogatorio ante la Policía.
La ciudadana americana, que esta mañana se encontraba presencialmente en el Tribunal de Apelación de la ciudad de Florencia, ha asistido con su marido y sus abogados. Al conocer la noticia, según escribe el ‘Corriere della Sera’, Knox rompió a llorar.
La decepción de Knox
La condena por difamación ya era definitiva, pero el Tribunal Supremo italiano pidió que se volviese a examinar el caso tras el reconocimiento por parte de la Corte europea de que se había violado el derecho de defensa. “Amanda está decepcionada y no se esperaba esta sentencia. En 60 días serán depositadas las motivaciones y seguramente apelaremos al Tribunal Supremo italiano”, ha asegurado la defensa de la mujer. Knox cumplió ya casi cuatro años encarcelada tras la primera sentencia que la acusaba de la muerte de Kercher, motivo por el que los 3 años de condena inicial por difamación se consideran cumplidos.
On June 5th, I will walk into the very same courtroom where I was reconvicted of a crime I didn't commit, this time to defend myself yet again. I hope to clear my name once and for all of the false charges against me. Wish me luck. Crepi il lupo!
— Amanda Knox (@amandaknox) June 3, 2024
Casi 17 años después del asesinato de Meredith Kercher, la joven británica que murió con solo 21 años, Knox tenía aún una cuenta con la Justicia abierta debido a esta acusación por difamación. La historia, que llegó a la prensa de todo el mundo y se convirtió en un asunto de debate público durante años, comenzó en la noche entre el 1 y el 2 de noviembre de 2007 cuando Kercher fue encontrada sin vida con la garganta cortada en su habitación en una casa compartida con Amanda Knox en la ciudad italiana de Perugia. El teléfono de Meredith es encontrado por la Policía que, en un intento por restituírselo, entra en casa sin saber nada, donde se encuentra a Amanda Knox y Raffaele Sollecito, italiano con el que salía desde hace una semana. Ambos declaran que piensan que han sufrido un robo, por las condiciones de la casa. Pocos minutos después, la Policía encuentra el cuerpo de la joven británica.
El asesinato de Meredith Kercher
Días después “la pareja” es detenida como responsable de la muerte de la estudiante Kercher. En aquel momento es cuando Amanda Knox declara que Lumumba es el autor del asesinato. Según sus declaraciones, ahora confirmadas por el Tribunal de Apelación de Florencia, difamatorias, aquella noche el hombre de origen congoleño estaba en el lugar de los hechos. La estadounidense trabajaba en el local del hombre y no tenía buena relación con él. Luego, como hemos explicado, Lumumba es declarado completamente inocente. Pocos días después Rudy Hermann Gueude, originario de Costa de Marfil, es arrestado en Alemania acusado de homicidio agravado y violencia sexual hacia Kercher, será condenado a 16 años de cárcel.
Ocurre lo mismo para Amanda Knox que llega a ser condenada junto a Sollecito por la muerte de la joven británica. Ambos a 26 y 25 años de cárcel respectivamente en el primer grado de juicio. La Corte di Assise dice que mataron a la joven británica con una motivación “erótica, sexual y violenta”. En 2011, el Tribunal de Apelación absuelve a Amanda y Raffaele bajo nuevas pericias que habrían excluido la certeza de que ambos estuviesen en la casa en el horario de la muerte. Amanda, que había pasado 4 años en una cárcel italiana, obtiene su libertad y vuelve a Estados Unidos. En las motivaciones se explica que había “insistencia material” de pruebas de los restos de ADN en el arma del delito. Varios grados de sentencia sucesivos mantuvieron dudas sobre la culpabilidad o la inocencia de Knox, pero finalmente prevaleció la absolución.
El caso, que durante estos años ha dado la vuelta al mundo, fue debatido durante todo este tiempo y sigue atrayendo la atención de la prensa internacional, especialmente la americana y la británica. La decisión de esta mañana de miércoles del Tribunal de Apelación de Florencia confirma así la culpabilidad de Knox en el caso aún abierto que mantenía con la justicia italiana y demuestra que mintió en aquellas declaraciones, consideradas difamatorias. Casi 17 años después Knox ha repetido la versión que siempre dio sobre esta falsa acusación diciendo que se sentía muy presionada por la Policía en el interrogatorio, que le repetía que iría 30 años a la cárcel si no recordaba lo ocurrido, y que supo resistir a esa tensión.
La visión del caso de la prensa americana
Desde que ocurrieron los hechos en 2007, pero especialmente desde que llegó la primera condena de Amanda Knox, por el asesinato de su amiga y compañera de piso Meredith Kercher, en 2009, la prensa estadounidense ha sido una de las protagonistas de esta historia. En muchas ocasiones cuestionaba la Justicia italiana alegando que la condena no estaba fundamentada con suficientes pruebas.
En la cabeza de esta defensa total se encontraba la abogada y amiga de la familia Anne Bremmer, que habitualmente participaba en programas de debate de la CNN o de FOX para hablar del llamado “Caso de Perugia”. Fundó además la asociación ‘Friends of Amanda’ que se dedicaba a ayudar a la joven americana. Bremmer defendía que al margen de la Justicia, la prensa italiana había construido una imagen de Knox completamente falsa y manipulada. Seguramente también sexista.
De hecho, en 2009 incluso la secretaria de Estado americana en aquel momento, Hillary Clinton, al ser preguntada en una entrevista televisiva sobre el tema, que llegaba incluso a ocupar preguntas a tan alto nivel político, se mostró abierta a encontrar quien tuviera dudas sobre la investigación. “Honestamente no he tenido tiempo de examinar esta cuestión, he estado completamente inmersa en lo que estamos haciendo en Afganistán y no tengo el grado de conocimiento para opinar, pero estoy abierta a encontrarme con la senadora Caldwell y con quien tenga alguna preocupación”, dijo.
Se refería a la senadora demócrata que había expresado “serios interrogantes sobre el funcionamiento del sistema judicial italiano” y que sospechaba incluso que hubiese una matriz antiamericanista detrás de la supuesta “falsa” implicación de la joven estadounidense.