Alexandria Ocasio-Cortez, la joven congresista que intenta devolver la esperanza a los demócratas

De la mano de Bernie Sanders y símbolo del ala progresista, AOC emerge como una figura clave en la renovación del liderazgo demócrata tras la era Trump

Alexandria Ocasio-Cortez KiloyCuarto

Unos demócratas huérfanos de liderazgo han encontrado un pequeño rayo de esperanza en la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Esta representante del estado de Nueva York de 35 años se ha erigido en los últimos días en una de las más activas y reconocibles para un partido que sigue en el marasmo y la confusión en que lo sumió su derrota frente a Donald Trump en las últimas elecciones.

De la mano del veterano senador y excandidato presidencial Bernie Sanders, Ocasio-Cortez, o AOC, como es conocida, ha aparecido en mítines multitudinarios en los que ha buscado revitalizar a unas bases tan horrorizadas por las decisiones del nuevo presidente como decepcionadas con el liderazgo demócrata, y subrayar su perfil de alternativa a la envejecida élite política de Washington.

“Se ha convertido en una inspiración para millones de jóvenes”, dijo de ella Sanders al presentarla a miles de partidarios en Denver, Colorado, en uno de los mítines que han servido para recordarle al país que la oposición existe en un momento en que las políticas de Trump parecen arramplar con todo.

Bajo el lema “Combatiendo a la oligarquía”, Sanders y AOC han recorrido los estados de Nevada, Arizona y Colorado en un intento de proveer de una bandera y un mensaje a las bases demócratas, en gran medida desalentadas por el triunfo de Trump y la tibia oposición que los dirigentes de su partido en el Congreso le han planteado hasta ahora.

Chuck Schummer, líder demócrata en el Senado, sufre una lluvia de críticas y peticiones de dimisión después de que facilitara la extensión del techo de gasto del gobierno federal que pedía Trump. Schummer ha dicho que oponerse hubiera sido contraproducente, ya que hubiera llevado a un cierre de la Administración que habría permitido a Trump despedir aún más empleados públicos de los que hasta ahora ha liquidado el departamento de Elon Musk, pero muchos demócratas no le perdonan lo que consideran un inaceptable entreguismo frente a Trump y reclaman caras nuevas al timón de una oposición desconcertada. Una de esas caras sería probablemente la de Ocasio-Cortez, a la que algunos piden que desafíe a Schummer en unas primarias adelantadas para renovar el liderazgo en el Congreso. El representante por California Ro Khanna resumió el estado de ánimo del sector más a la izquierda de los demócratas: “El pueblo americano está harto de la vieja guardia. Hace falta una renovación”.

Ese sentir es el que intenta capitalizar AOC. Pese a su juventud, no es una recién llegada a la política nacional. Nacida en el Bronx de inmigrantes puertorriqueños, ayudó a sus padres a limpiar casas cuando intentaban prosperar y trabajó como camarera antes de destacar como activista en Nueva York. Graduada en Relaciones Internacionales y Economía por la Universidad de Boston, en 2018 ganó un escaño en la Cámara de Representantes, convirtiéndose en la congresista más joven de la historia de Estados Unidos.

Desde entonces ha sido una de las líderes más populares para los demócratas más jóvenes y más a la izquierda, pero en sus últimas apariciones junto a Sanders ha tratado de apelar a un electorado más amplio. Se ha mostrado en contra de la extensión del gasto federal permitida por Schummer y ha reclamado un Partido Demócrata que “luche con más dureza” por la “clase trabajadora”, pero al mismo tiempo ha tendido la mano. “No importa si estás en desacuerdo conmigo en algunas cosas. Si estás dispuesto a luchar por alguien a quien no conoces, eres bienvenido aquí”, dijo, provocando la ovación del auditorio que la escuchó en la Universidad de Arizona.

Pero aún son muchas las incógnitas por despejar para calibrar si AOC puede ser realmente quien lidere la resurrección demócrata. La política estadounidense sigue dominada por varones blancos de avanzada edad, que además son los que parecen tener mayor capacidad para captar los fondos necesarios para financiar las ultracompetitivas campañas, y cualquier carrera electoral, sea hacia el Congreso o hacia la presidencia, se presenta como un desafío mayor y aún lejano. Trump tiene por delante casi todo su mandato presidencial y Schummer tiene asegurado su escaño en el Senado hasta 2028.

El que se presenta ahora como mentor de AOC, Sanders, es uno de los más entrañables para los demócratas más a la izquierda, pero acumula un largo historial de candidaturas presidenciales fracasadas. Y sabedor de que la derrota en las elecciones de noviembre está muy reciente y el nuevo liderazgo demócrata aún por definirse, Sanders ha evitado apoyar explícitamente una hipotética candidatura de AOC. “Hay decenas y decenas de progresistas realmente fuertes ahí fuera de los que creo que van a ser los futuros líderes políticos de este país”, dijo el veterano senador por Vermont.

AOC todavía no ha definido si será candidata ni a qué, pero su actividad de los últimos días ha servido al menos para zarandear a unos demócratas groguis y recordarles que hay vida después de Trump.