Grecia está lidiando con una dura ola de calor en estos momentos. Una ola de calor sin precedentes que ha forzado a las autoridades a cerrar uno de sus monumentos más emblemáticos, la Acrópolis de Atenas. Con temperaturas que alcanzan los 43 grados en la capital, la situación se ha vuelto crítica y está afectando tanto a residentes como a turistas. En este contexto, la desaparición de tres turistas ha generado una preocupación adicional. ¿Qué les ha pasado? ¿Tiene algo que ver con las altas temperaturas?
La ola de calor sin precedentes que azota Grecia
La ola de calor que azota a Grecia es una de las más extremas registradas en las últimas décadas. Según los meteorólogos, las temperaturas en Atenas han alcanzado los 43 grados. Una cifra alarmante para el inicio del verano. La Acrópolis, uno de los lugares arqueológicos más visitados del mundo, ha tenido que cerrar sus puertas para evitar riesgos tanto para los visitantes como para el personal que trabaja en el lugar.
La decisión de cerrar la Acrópolis no se ha tomado a la ligera. Este monumento, que atrae a millones de turistas cada año, es un símbolo de la herencia cultural de Grecia. Sin embargo, las autoridades han considerado que las altas temperaturas suponen un riesgo demasiado grande. El calor extremo puede causar deshidratación, golpes de calor y otros problemas de salud graves. Mejor prevenir que curar, a pesar de las pérdidas turísticas que provoque.
¿Qué ha pasado con los turistas?
En medio de esta crisis climática, la desaparición de tres turistas en Grecia ha añadido un elemento de tragedia a la situación. Entre los desaparecidos se encuentra el presentador británico Michael Mosley, cuyo cuerpo fue hallado muerto en la isla de Symi. Murió por desvanecimiento mientras caminaba bajo el sol. Las temperaturas eran abrasadoras. Su cuerpo no lo pudo soportar.
Además del mencionado Michael Mosley, un estadounidense y un holandés también han desaparecido en otros puntos de Grecia, lejos de la Acrópolis. El primer de ellos es Albert Calibet, estadounidense. Desapareció el pasado martes en la isla de Amorgos, mientras hacía una ruta de camino a Katapola. Por lo visto, Calibet viajaba a Amorgos casi todos los años, según declaraciones de Popi Despotidi, teniente de alcalde de la isla. Se sospecha que las altas temperaturas también tuvieron algo que ver en la desapareció de Calibet.
Por último, un holandés de 74 años ha desaparecido en la isla de Samos. Lleva en paradero desconocido desde el pasado domingo y se ha montado una gran operación de búsqueda y rescate en la isla. Según las autoridades y el Equipo Helénico de Rescate de Samos, este turista holandés jubilado habría salido a hacer una excursión por la zona de Marathokampou. Incluso los vecinos de la localidad se han volcado en la búsqueda del turista desaparecido.