Alemania, Irlanda e Italia: los países de la UE más afectados por los aranceles de Trump

Son las naciones que más van a sufrir las consecuencias de los aranceles del presidente republicano. Tanto Alemania, Irlanda e Italia son economías fuertemente orientadas hacia las exportaciones a EE UU

La reciente imposición de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump ha generado una ola de preocupación en la Unión Europea, especialmente en Alemania, Irlanda e Italia. Estas naciones, con economías fuertemente orientadas hacia las exportaciones a EE UU, serán los que más sufran estas medidas en la UE.

La entrada en vigor de nuevos aranceles estadounidenses sobre productos industriales, farmacéuticos y agroalimentarios provenientes de la Unión Europea marca el regreso a una política comercial abiertamente proteccionista por parte de la Administración Trump. Aunque estas medidas afectan a todo el bloque comunitario, hay tres países que se verán particularmente perjudicados: Alemania, Italia e Irlanda.

Mapa
Los países más y menos afectados por los aranceles de Trump
KiloyCuarto

Una “medicina necesaria” para Trump con consecuencias inmediatas para la economía europea

El nuevo paquete arancelario, que grava con hasta un 25% productos europeos clave como automóviles, medicamentos, lácteos y maquinaria, impactará con fuerza sectores que son pilar de las exportaciones de estos países. A partir de mañana, miles de millones de euros en bienes entrarán al mercado estadounidense bajo condiciones mucho más caras, lo que amenaza empleos, inversiones y relaciones bilaterales. Y no solo eso, sino que también es una clara amenaza a romper con la mayor relación comercial que existe, que no es otra que la que hay entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Estos aranceles que entran en vigor mañana no son una reacción directa a aranceles previos europeos, es decir, no son los famosos “aranceles recíprocos” anunciados por la Administración Trump, sino que son unilaterales, decididos por Washington, como parte de una política proteccionista proactiva. No responden a una medida de la UE, sino que buscan reducir el déficit comercial de EE UU, castigar a sectores estratégicos europeos que compiten con los estadounidenses y presionar para reindustrializar y repatriar producción.

Howard Lutnick, secretario de Comercio de Estados Unidos, sostiene un cartel durante un anuncio de aranceles en el jardín de rosas de la Casa Blanca
Efe

Los nuevos aranceles impuestos desde Washington impactarán a aproximadamente dos tercios de las exportaciones de bienes de la Unión Europea hacia Estados Unidos, cuyo valor total ronda los 370.000 millones de euros. 

La tesis de Donald Trump a la hora de imponer estos aranceles es clara. Para el presidente estadounidense, Estados Unidos pierde cuando importa más de lo que exporta. Bajo ese prisma, los aranceles son una “medicina amarga pero necesaria”, en palabras del propio Trump, para corregir lo que considera un sistema injusto de comercio global. Según el propio Trump, este desequilibrio que existe favorece a socios comerciales como Alemania o Irlanda a expensas del trabajador estadounidense.

La automoción, las farmacéuticas y la agroalimentación, en la cuerda floja

Los tres sectores clave están en el punto de mira de estos nuevos aranceles: la automoción, la industria farmacéutica y los productos agroalimentarios. Y en cada uno de ellos, Alemania, Irlanda e Italia tienen mucho que perder.

En la industria del automóvil, Alemania es el país europeo más afectado. Solo en 2024, exportó vehículos por valor de más de 30.000 millones de euros a Estados Unidos. El arancel del 25% que impondrá la Administración Trump a este sector, podría reducir esa cifra en un 30%, con consecuencias devastadoras para diversas fábricas.

En el sector farmacéutico, Irlanda es particularmente vulnerable por su condición de sede europea de gigantes farmacéuticos y tecnológicos estadounidenses. Las nuevas medidas dificultan la exportación de productos farmacéuticos fabricados en Irlanda hacia EE UU. Sus exportaciones de medicamentos al mercado estadounidense superan los 36.000 millones de euros anuales. Con los nuevos aranceles, se teme que las grandes farmacéuticas, como Pfizer o Johnson & Johnson, reconsideren su permanencia en el país. Además, las consecuencias fiscales serían devastadoras para Dublín, que depende en buena medida del impuesto de sociedades pagado por estas multinacionales.

Meloni
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni
Efe

En el caso de Italia, el sector agroalimentario representa una parte sustancial de sus exportaciones. El vino, los quesos y las pastas italianas son parte esencial de su balanza comercial con EEUU. El arancel del 20% que pretende Trump imponer sobre estos productos podría implicar pérdidas anuales de más de 1.000 millones de euros y la destrucción de decenas de miles de empleos. La patronal italiana ya ha advertido que más de 50.000 empleos están en riesgo.

La Administración Trump tiene claro su objetivo intrínseco con estas medidas. Alemania con su potente industria automovilística y farmacéutica no solo es vista como competencia para EEUU, sino como símbolo del desequilibrio comercial que Trump denuncia. Irlanda, por su parte, es atacada en gran parte por las empresas farmacéuticas y tecnológicas estadounidenses que tienen su sede europea allí para aprovechar su régimen fiscal favorable. Con lo que Trump busca imponer su mensaje de “Vuelvan a casa” y su “America first”

UE
La nueva Administración Trump ha desatado una guerra comercial
Shutterstock

Elon Musk y el “acuerdo de cero aranceles”

El CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, se ha mostrado abiertamente crítico con los aranceles impulsados por Trump, calificándolos de “un impuesto permanente al consumidor estadounidense” y abogó por la creación de una zona de libre comercio entre Estados Unidos y Europa, con cero aranceles, cero subsidios y cero barreras.

Musk intervenía por videoconferencia en el congreso del partido italiano Liga Norte, que integra la coalición gubernamental encabezada por la primera ministra Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia. “Espero que se acuerde que tanto Europa como Estados Unidos pasen, idealmente, a una situación de aranceles cero, creando efectivamente una zona de libre comercio entre Europa y Norteamérica”, expresó Musk ante Matteo Salvini, líder de la Lega y vicepresidente del gobierno.

Elon Musk en el Despacho Oval
EFE

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto a Trump un acuerdo de cero aranceles mutuos para bienes industriales. “Estamos dispuestos a negociar con Estados Unidos. De hecho, hemos ofrecido aranceles cero por cero para los productos industriales, como hemos hecho con éxito con muchos otros socios comerciales”, declaró la presidenta de la Comisión el pasado lunes. “Europa siempre está dispuesta a un buen acuerdo”, añadió.

Alemania, cuyo modelo exportador depende fuertemente de un acceso fluido al mercado estadounidense, estaría entre las grandes beneficiadas de este tipo de acuerdo. Irlanda, con sus lazos estrechos con empresas estadounidenses, también saldría fortalecida. Italia, aunque con menos peso industrial, ganaría previsibilidad para su sector alimentario.

Pero la Administración Trump, al menos por ahora, no parece interesada en ese tipo de pacto. Las tensiones continúan, y los mercados tiemblan ante la posibilidad de una escalada comercial similar a la vivida durante la guerra arancelaria con China durante la pandemia del COVID-19.

El temor a una recesión global

Bruselas se enfrenta al dilema de responder o no con medidas equivalentes. La Comisión Europea ha evitado, por el momento, aplicar contramedidas, apostando por el diálogo y por convencer a Washington de que la cooperación genera más beneficios que la confrontación. Pero el malestar crece en los países más afectados.

Alemania ha comenzado ya a preparar paquetes de ayuda para sus industrias exportadoras, mientras Italia exige una compensación especial para su sector agrícola. Irlanda, por su parte, teme un colapso parcial de su modelo económico si las grandes multinacionales estadounidenses deciden relocalizar operaciones.

Las principales bolsas europeas acumulan caídas desde que se anunció el paquete arancelario. El DAX alemán, el FTSE MIB italiano y el ISEQ irlandés han sufrido fuertes correcciones. Las empresas más expuestas al comercio transatlántico han perdido valor en las últimas horas y la posibilidad de una nueva recesión técnica, especialmente en economías que ya se encuentran estancadas, como la alemana, no es descartable.