Al menos 27 gazatíes murieron en un ataque israelí en una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que albergaba personas desplazadas en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, confirmó el Gobierno gazatí controlado por Hamás.
Por su parte, el Ejército israelí indicó que se trataba de “un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en la zona de Nuseirat”. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), “los terroristas que participaron en el ataque asesino contra las comunidades en el sur de Israel el 7 de octubre fueron eliminados”.
Sin embargo, Hamás aseveró que muchas de las víctimas eran civiles refugiadas en la escuela y calificó el ataque de “horrible masacre” y un “crimen que avergüenza a la humanidad”, informa la agencia EFE.
“Ataque preciso”
De acuerdo con las IDF, “aviones de combate de la FAI, dirigidos por la inteligencia de las FDI y la ASI, llevaron a cabo un ataque preciso contra un complejo de Hamás incrustado dentro de una escuela de la UNRWA en la zona de Nuseirat”.
“En el complejo operaban terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica que pertenecían a las Fuerzas de Nukhba y participaron en el ataque asesino contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre”, explicaron las fuentes castrenses en un comunicado.
“Los terroristas dirigían el terror desde la zona de la escuela mientras la explotaban y la utilizaban como refugio. Varios terroristas que planeaban llevar a cabo atentados terroristas y promover actividades terroristas contra las tropas de las FDI en el plazo inmediato fueron eliminados en el ataque”.
Medidas, según el Ejército israelí
El Ejército israelí confirmó que “antes del ataque, se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no implicados durante el ataque, incluyendo la realización de vigilancia aérea, e información de inteligencia adicional”.
El ataque provocó además decenas de heridos, según las autoridades de Gaza, que fueron desplazados al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, que se encuentra ya al borde del colapso y tiene el triple de pacientes de los que puede atender.
“El fallo de funcionamiento de uno de los generadores de electricidad en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa presagia la aparición de una catástrofe humanitaria que podría provocar que decenas de heridos, enfermos y bebés prematuros sean víctimas, y pedimos una intervención internacional urgente”, informó anoche el Ministerio de Sanidad de Gaza sobre este hospital, en declaraciones recogidas por EFE, sería el único disponible para atender a más de un millón de personas en el centro de la Franja.
Asimismo, Israel intensificó ayer sus operaciones terrestres y aéreas en el centro de la Franja, y tomó el “control operativo” del campo de refugiados de Bureij y el este de Deir al Balah con ataques que mataron a al menos 75 personas.
Ocho meses de guerra han causado más de 36.580 muertos y 83.000 heridos, además de unos 10.000 desaparecidos bajo los escombros, según el Ministerio.