El adelanto electoral da un respiro a Kate Midelton

La bajada de actividad de la casa Real en campaña quita presión a la princesa de Gales para su reaparición

La princesa Kate Middleton - Casa Real
Kate Middleton, la Princesa de Gales EFE

El inesperado adelanto electoral anunciado la semana pasada en Reino Unido ha brindado a los príncipes de Gales un valioso margen de maniobra, coincidiendo con su regreso a Sandringham, la casona en el condado inglés de Norfolk donde la pareja y sus tres hijos se habían refugiado ya de la tormenta desencadenada por el anuncio del cáncer de Kate Middleton hace dos meses.

Como entonces, la familia ha aprovechado las vacaciones escolares para desconectar de una realidad en la que, inevitablemente, la enfermedad de ella continúa generando interés, pese a la férrea disciplina con la que el Palacio de Kensington, el gabinete formal del matrimonio, mantiene la línea oficial de que no habrá actualizaciones sobre la evolución de la princesa.

“Tiempo, espacio y privacidad”

Frente a la petición de “tiempo, espacio y privacidad” rogados en el vídeo en el que, en marzo, Middleton anunciaba al mundo que estaba recibiendo quimioterapia preventiva, las especulaciones sobre cuándo regresará a la vida pública han empezado a aflorar, azuzadas por el contraste que su retirada temporal supone frente a la prolijidad de la agenda de su suegro, pese al cáncer que también padece Carlos III. Sin embargo, ambos son testigo ahora de cómo las generales convocadas para el 4 de julio imponen contención sobre la programación de la Casa Real, que ha confirmado que en las próximas semanas reducirá notablemente la escala y la asiduidad de sus actos para evitar desviar la atención de los comicios.

Kate Middleton, el día que anunció que padecía cáncer

Kate Middleton, el día que anunció que padecía cáncer

La decisión, habitual en períodos electorales, ofrece un respiro a una institución obligada a responder ante la crisis de salud sin precedentes que 2024 ha supuesto para dos de sus cabezas más visibles y, sobre todo, reduce la presión de colmar la agenda de quienes generan su divisa principal mediante apariciones públicas. Para el rey, el freno da cierta tregua a un nivel de actividad que, según medios británicos, habría generado preocupación tanto en su esposa, Camila, como en su primogénito, Guillermo; pero para este último, el parón supone un balón de oxígeno ante uno de los mayores desafíos que, junto a Kate Middleton, han tenido que afrontar como familia.

Indudablemente, diferentes roles demandan una aproximación particular a las funciones institucionales, con el monarca en una posición más delicada que la de quien, en un futuro, será reina consorte. Como jefe de Estado, Carlos III es consciente de la necesidad de proyectar una imagen de relativa continuidad, mientras la necesidad de su nuera de ser vista es menos imperiosa. Pero a sus respectivos papeles se añade también la particular naturaleza del tratamiento que reciben, los efectos secundarios de cada uno y coyunturas vitales opuestas: con 75 años, a escala familiar el soberano ya no tiene a nadie a su cargo; mientras la princesa cuenta con tres hijos de entre 10 y 6 años, cuya protección ante la enfermedad es la prioridad, según confesó ella misma en el vídeo en el que explicaba el motivo de su desaparición pública.

Ausencia de eventos

De ahí la disparidad entre la cadena de actos que el Palacio de Buckingham se había encargado de anticipar sobre los planes del rey para verano y la total ausencia de eventos en el calendario oficial de la princesa de Gales. En ambos casos, la Casa Real había insistido en que los médicos serían los responsables de dictar agenda, pero la propia Kate Middleton sugirió en su mensaje grabado de marzo que ella, a diferencia de su suegro, no regresaría hasta completar su recuperación.

Catalina de Gales

La princesa de Gales, Kate Middleton

A pesar de que ninguno ha aclarado qué tipo de cáncer padece, la princesa sí especificó que su tratamiento es de quimioterapia preventiva, después de que pruebas posteriores a la operación a la que fue sometida en enero revelasen la presencia de células cancerígenas. Los efectos secundarios de la quimioterapia incluyen, habitualmente, náuseas severas y extenuación y, de acuerdo con medios como “The Daily Beast”, que cita a un amigo de los príncipes de Gales, la prioridad de Kate Middleton en la actualidad es evitar cualquier fuente de estrés o ansiedad y centrarse exclusivamente en su recuperación.

La presencia estos días en Sandringham de sus padres, Michael y Carole, una figura constante antes y después del cáncer, apunta a esta primacía absoluta que la princesa otorgaría a su restablecimiento íntegro, al igual que la total falta de planificación de actos por parte de una institución que tiende a preparar la agenda con meses de antelación. El único objetivo sería, por tanto, afianzar la mejoría y minimizar el impacto de un tratamiento que, como atestiguan quienes se han sometido a quimioterapia, deja severas secuelas físicas y psicológicas.

Desde el Palacio de Kensington se ha encargado también de reforzar este mensaje y, cuando la semana pasada se presentó un informe relacionado con uno de los proyectos de referencia de Kate Middleton, el de promoción de los primeros años de infancia, un portavoz aclaró que no significaba que la princesa comenzase a retomar funciones. Su presencia pública, de momento, se limita a alusiones en redes sociales y a su inicial, junto a la de su marido, en alguna publicación, pero su calendario oficial aparece despejado para dar prioridad a su recuperación.