Elecciones europeas

Adiós a la legislatura más feminista de la UE

"Según han ido entrando partidos ultraderechistas en Gobiernos europeos, las negociaciones en temas de género se han vuelto más difíciles"

Rumanía
Trabajadoras de Rumanía en una manifestación en Bucarest Efe

Este domingo 9 de junio despedimos a la que ha sido la legislatura más feminista de la Unión Europea. Feminista en el sentido clásico: entre los años 2019 y 2024, se aprobó el mayor número de leyes y directivas para promover la igualdad de género y la protección de la mujer, en un Parlamento Europeo con más eurodiputadas que nunca. De 705 escaños, 308 fueron mujeres, un 41% frente al 16% que hubo en 1979, cuando se formó la primera Eurocámara.

Pero este desarrollo está a punto de cambiar. Las encuestas auguran un triunfo de la extrema derecha en las urnas, y los grupos parlamentarios ultras, los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID) van a quedar como tercera fuerza política tras el Partido Popular Europeo (EPP) y los Socialdemócratas (S&D).

Esto supondrá un retroceso importante en el ámbito de la igualdad. “No tengo ninguna duda”, confirma a Artículo14 Soraya Rodríguez Ramos, eurodiputada de Ciudadanos. “Si las encuestas son correctas y el grupo ultraconservador y de ultraderecha se convierte en el tercer o incluso el segundo grupo en la Cámara, puede haber una parálisis en cualquier iniciativa relacionada con los derechos de las mujeres en Europa”. Por ejemplo, explica, “la directiva de violencia de género tuvo momentos muy difíciles, y el temor de que en la próxima legislatura hubiera una mayor representación de fuerzas ultraderechistas nos hizo ser más flexibles en la negociación para sacarla adelante”.

Un repaso de los triunfos

Queda celebrar los logros de comités parlamentarios como FEMM, el Comité de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género al que pertenece Rodríguez Ramos. Gracias a su empuje, durante la presente legislatura, la Unión Europea aprobó varias directivas y leyes clave para promover la igualdad de género.

“Primero, se logró aprobar y desbloquear la directiva de representación de mujeres en consejos de administración de empresas cotizadas en bolsa, conocida como Women on Boards. Esta directiva, finalmente aprobada en el Parlamento y negociada y aprobada en el Consejo, establece una representación de no menos del 40% y no más del 50% de personas de un mismo sexo en los consejos de administración de las empresas cotizadas”, comentó Rodríguez Ramos.

Conciliación

Otra de las iniciativas más destacadas fue la Directiva sobre el equilibrio entre la vida laboral y personal, que establece derechos de permiso parental y de cuidados para ambos progenitores, con el objetivo de fomentar una distribución más equitativa de las responsabilidades familiares. Según Rodríguez Ramos, “por primera vez tenemos una estrategia de cuidados que hace un buen diagnóstico de los cuidados en la Unión Europea, abarcando desde la atención a personas discapacitadas y menores, tanto en el hogar como en residencias. Más del 80% de los cuidadores son mujeres, y la estrategia establece recomendaciones importantes a los Estados miembros. Esta estrategia es la base para que en la próxima legislatura pueda haber una directiva sobre cuidados.” Esta directiva también introduce el derecho a solicitar modalidades de trabajo flexible, facilitando la participación igualitaria de las mujeres en el mercado laboral.

Brecha salarial

La Directiva sobre transparencia salarial fue otra medida clave. Esta normativa obliga a las empresas a proporcionar información sobre las escalas salariales y a tomar medidas para cerrar la brecha salarial de género: “No establece la obligación de que por el mismo trabajo no pueda haber discriminación por razón de sexo, porque este principio ya estaba reconocido en el Tratado de Roma, sino que establece cómo hacerlo efectivo, con mecanismos de transparencia dentro de la empresa. Los salarios por puestos deben ser públicos y transparentes, y cualquier trabajadora puede acceder a esta información. Además, si hay una discriminación del 5% o más por razón de sexo para el mismo puesto, se pueden tomar medidas para corregirla y, si no se resuelve, se puede ir a los tribunales. Es una directiva muy importante para las mujeres y las jóvenes europeas”, explica Rodríguez Ramos.

Luego estuvo la directiva clave contra la violencia de género, un hito legislativo que reunió los esfuerzos de legisladores tanto de izquierdas como de derechas. “Este era un compromiso incumplido en legislaturas anteriores, pero en esta se logró en el último minuto con el acuerdo en trílogos con el Consejo, aprobado definitivamente en el último Pleno de Estrasburgo en abril de este año”, comenta Rodríguez Ramos. Aprobada por los pelos en marzo de 2024, establece medidas estrictas para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, incluyendo la protección de las víctimas, la penalización de los perpetradores, y la promoción de campañas de sensibilización y educación para erradicar este tipo de violencia.

Rodríguez Ramos también explica que “al principio de la legislatura se aprobó la revisión de la Directiva contra la Trata, en la que establecimos recomendaciones para modificar la directiva. Esta directiva también se aprobó en abril, con un enfoque de género muy importante, ya que el 90% de las víctimas de trata con fines de explotación sexual son mujeres y niñas. Y no solo mujeres y niñas de terceros países, sino que la trata interna, de mujeres y niñas europeas, supone más del 40%”.

Y en términos de salud y derechos reproductivos, la UE ha adoptado prioridades para el período 2024-2029, enfocándose en la salud sexual y reproductiva y los derechos de las mujeres, asegurando el acceso equitativo a servicios de salud de alta calidad, incluyendo la salud reproductiva y materna.

Finalmente, fue importantísima la ratificación del Convenio de Estambul, que implica que un país adopta formalmente el tratado internacional del Consejo de Europa, enfocado en la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. La ratificación compromete a los países a adoptar políticas efectivas para prevenir la violencia de género, proteger a las víctimas y perseguir a los perpetradores.

Un paso atrás

Todo indica que la legislatura que empieza en junio de 2024 estará menos enfocada en la igualdad de género que su predecesora, debido al aumento de representación conservadora tanto a nivel parlamentario como gubernamental. Según explica Rodríguez Ramos, esto ya fue un factor que dificultó la labor de comités como FEMM en los últimos años.

“La mayor dificultad no ha sido tanto conseguir acuerdos en el Parlamento, sino con el Consejo y los jefes de Estado y de Gobierno. A medida que los Gobiernos europeos han ido cambiando de color, especialmente con la entrada de la ultraderecha en Finlandia, Suecia e Italia, las negociaciones en temas de género se han vuelto más difíciles”, comenta.

“Si el panorama de la Eurocámara es el que se vaticina, habrá una parálisis en avances de derechos de las mujeres y puede que algunos retrocesos. Según han ido entrando partidos ultraderechistas en Gobiernos europeos, las negociaciones en temas de género se han vuelto más difíciles”.

Ahora, el miedo es que se reste prioridad a nuevas iniciativas. Por suerte, explicó Rodríguez Ramos, no quedó casi ninguna en el tintero: “Todas las prioridades que empezamos las hemos sacado adelante, aunque hubo mucho miedo. La agenda de derechos sexuales y reproductivos es la que necesita avanzar, pero me temo que podría estancarse o retroceder. Otro hito importante fue la ratificación del Convenio de Estambul por parte de la Unión Europea, que conseguimos a pesar del veto de Polonia y Hungría, logrando la aprobación por mayoría cualificada”.

Nuevas prioridades

¿Qué ha quedado pendiente? Según la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, hay varias áreas críticas que aún requieren atención urgente para avanzar en la igualdad de género y garantizar los derechos de las mujeres. Entre estas áreas, la inclusión en las categorías deportivas femeninas basada en el sexo biológico es esencial para garantizar una competencia justa y en igualdad de condiciones. Esta medida no busca excluir a nadie, sino proteger los derechos de las mujeres y niñas en el ámbito deportivo, asegurando un juego limpio y seguro.

Además, la Alianza subraya la importancia de implantar una agenda feminista que luche por el ejercicio efectivo de todos los derechos civiles, políticos y sociales de las mujeres. Esto incluye defender la categoría jurídica de sexo, la única reconocida en la Constitución Española y las normativas europeas e internacionales, especialmente la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Asimismo, reivindican el feminismo como un motor de progreso social y consolidación democrática.

Violencia contra las mujeres

La lucha para erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus formas es otra prioridad clave. La Alianza aboga por garantizar espacios seguros para todas las mujeres y niñas, especialmente para las más vulnerables, y por erradicar la mercantilización de mujeres y niñas, abordando temas como la prostitución, la pornografía y la adopción de vientres de alquiler mediante políticas abolicionistas.

Garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres también es fundamental. La Alianza propone incluir el derecho al aborto legal y seguro en la carta fundamental de derechos de la UE, lo cual ya aprobó el Parlamento. Además, la educación de las nuevas generaciones se considera la mejor herramienta para combatir los roles y estereotipos de género, promoviendo medidas de acción positiva que favorezcan la participación de las mujeres en la toma de decisiones en todos los ámbitos socialmente relevantes.

Finalmente, aumentar la empleabilidad estable de las mujeres y sus posibilidades de promoción profesional es crucial. Se deben impulsar la conciliación y la corresponsabilidad en las tareas del hogar, protegiendo la maternidad y la salud de las mujeres.