Estos son los países de Europa donde está prohibido abortar: es un delito

Hay países europeos que todavía prohíben el aborto en pleno 2024, y otros que ponen ciertas condiciones para permitir abortar a las mujeres embarazadas

El aborto en la Unión Europea - Internacional

Los eurodiputados debatiendo sobre el aborto en la UE (EFE)

El aborto continúa siendo uno de los temas más polémicos y divisivos en la sociedad contemporánea. Abre debates tanto éticos, como morales y legales a lo largo y ancho del mundo. En Europa, un continente conocido por su diversidad cultural y legislativa, las leyes relativas al aborto varían significativamente de un país a otro, y reflejan una amplia gama de posturas políticas, religiosas y sociales.

Esta variabilidad legal lleva a una situación compleja y a menudo confusa, donde el derecho al aborto puede ser ampliamente accesible en algunos países mientras que en otros está severamente restringido o directamente prohibido. El presente artículo tiene como objetivo arrojar luz sobre esta situación en Europa, destacando los países donde el aborto está completamente prohibido y aquellos donde se permite bajo ciertas condiciones.

Los dos países europeos que prohíben el aborto: Andorra y Malta

El aborto en Andorra - Internacional

Mujeres manifestándose en Andorra en favor del aborto (EFE)

Observemos primero la situación del aborto en Andorra. En el Principado de Andorra, un pequeño país incrustado en los Pirineos entre Francia y España, el aborto es ilegal en todas las circunstancias. La legislación andorrana refleja una fuerte influencia de la Iglesia Católica, predominante en la cultura y las políticas del país. A pesar de los avances y debates en el ámbito internacional, Andorra se mantiene firme en su postura, sin permitir excepciones ni siquiera en casos de violación, incesto o peligro para la vida de la madre.

Esta posición rigurosa ha generado diversas reacciones dentro y fuera del país. Por un lado, grupos conservadores y religiosos apoyan la legislación actual, argumentando que protege la vida desde el momento de la concepción. Por otro lado, activistas de derechos humanos y grupos feministas critican duramente la ley, calificándola de arcaica y violatoria de los derechos de las mujeres. Las tensiones entre estos grupos han dado lugar a un intenso debate social y político, pero hasta ahora, no se han realizado cambios significativos en la legislación.

Malta es otro caso notable en Europa, siendo el único miembro de la Unión Europea donde el aborto está completamente prohibido. La ley maltesa no contempla excepciones, lo que significa que incluso en circunstancias extremas como riesgo de vida para la madre, violación o graves anomalías fetales, el aborto sigue siendo ilegal.

Esta postura intransigente refleja la influencia dominante de la religión católica en la sociedad maltesa, donde aproximadamente el 90% de la población se identifica como católica. La prohibición del aborto goza de un amplio apoyo popular y político, y los intentos de reforma se topan a menudo con una resistencia considerable.

Sin embargo, esta postura ha llevado a Malta a lidiar con críticas internacionales, particularmente en lo que respecta a los derechos humanos y la salud de las mujeres. Casos de mujeres que sufren complicaciones graves durante el embarazo han generado atención y han despertado el interés internacional, lo que ha desembocado en presiones al gobierno maltes para que reconsidere su legislación en esta materia. Pese a esa «presión internacional», el aborto sigue siendo un tema tabú en Malta, y los activistas pro-elección luchan en un ambiente altamente polarizado y resistente al cambio.

Países de Europa donde se ponen condiciones: Reino Unido, Polonia, Finlandia

El aborto en Polonia - Salud

Mujeres manifestándose en Polonia a favor del aborto (EFE)

Reino Unido permite el aborto bajo ciertas condiciones, aunque las leyes varían entre sus diferentes constituyentes: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. En general, el aborto es legal si dos médicos están de acuerdo en que continuar con el embarazo resultaría en daño a la salud física o mental de la mujer, o si existe un riesgo significativo de que el niño nazca con una discapacidad grave.

A pesar de ser una de las legislaciones más liberales de Europa, Reino Unido no permite el aborto en casos de violación, una política que ha sido objeto de críticas y debates. Las restricciones varían dentro de sus naciones. Por ejemplo, Irlanda del Norte tenía leyes de aborto mucho más estrictas hasta recientes reformas legales. A pesar de que estas reformas han sido significativas, aún existen desafíos y limitaciones en el acceso al aborto británico, especialmente en áreas más conservadoras de la Corona.

La situación en Polonia representa uno de los casos más restrictivos en Europa con respecto al aborto. Las leyes polacas solo permiten el aborto en casos muy específicos: cuando la vida de la mujer está en peligro, cuando el embarazo es resultado de un acto delictivo como la violación o el incesto, y cuando el feto presenta malformaciones graves.

Sin embargo, en una controvertida decisión en 2020, el Tribunal Constitucional de Polonia dictaminó que el aborto debido a anomalías fetales era inconstitucional, eliminando una de las pocas excepciones legales y provocando protestas masivas en todo el país. Una sentencia que condujo a una mayor polarización y a la intensificación de los debates sobre los derechos reproductivos, con un impacto significativo en la salud y la libertad de las mujeres polacas. Desde luego, en Polonia todavía queda un largo camino por recorrer.

Y, por último, Finlandia presenta un enfoque más liberal en comparación con Polonia, pero más restrictivo que el Reino Unido. En Finlandia, el aborto está permitido en varias circunstancias: riesgo para la salud o la vida de la madre, condiciones socioeconómicas, riesgo de enfermedad en el feto, y embarazo resultante de un delito, como la violación.

Además, el aborto es permitido por razones personales hasta la semana 12 de gestación, siempre que la mujer obtenga la aprobación de dos médicos. La legislación finlandesa refleja un equilibrio entre la protección de la salud y la autonomía de las mujeres y la consideración de las circunstancias sociales y económicas. Sin embargo, el proceso para obtener la aprobación puede ser burocrático y varía según la región, lo que lleva a ciertas desigualdades en el acceso al aborto dentro del país nórdico.

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