Ha concluido el último Consejo Europeo de cara a las elecciones, cumbre que reúne a los presidentes y primeros ministros de todos los países, a los líderes de la Unión Europea, y a algún que otro invitado especial.
La sesión estuvo dominada por tres temas prioritarios: la invasión a Ucrania, las relaciones con Oriente Medio (incluyendo la guerra en Gaza) y el nuevo formato de competitividad económica, cuyo objetivo a largo plazo podría ser financiar un fondo de Defensa europeo.
Y como los presentes fueron las cabezas de Estado de la UE, no extrañó que hubiera una fuerte mayoría de hombres en la sala. Concretamente, 24 hombres y 7 mujeres, contando a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que acudió como invitada especial, y a la Secretaria General del Consejo, Therèse Blanchet.
Debates en la cumbre
Durante la cumbre, los 27 debatieron propuestas para armonizar las normas fiscales corporativas y un plan de décadas para integrar los mercados de capitales de los países de la UE. El debate llega en un momento clave, ya que el bloque se enfrenta a un contexto geopolítico cada vez más volátil, cambios demográficos rápidos y una mayor competencia de gobiernos extranjeros que atraen inversiones con paquetes de subsidios atractivos.
“Necesitamos movilizar más dinero, más herramientas para invertir en sectores estratégicos”, indicó Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. “En esta reunión, todos comprendimos que, por un lado, es importante escalar, crecer, pero cuidando de nuestras PYMEs y asegurándonos de tener la mezcla adecuada, el equilibrio correcto“.
Este “nuevo acuerdo” es un intento de mantener una ventaja competitiva en el escenario mundial y evitar que Europa se convierta en un desierto industrial en detrimento de Estados Unidos, China, India y otras potencias emergentes.
Por ahora, es una declaración de intenciones y solo se traducirá en resultados tangibles después de las próximas elecciones al Parlamento Europeo. “La competitividad de nuestra Unión y el mercado único parten de una base sólida. Ahora necesitamos transformar esto en un crecimiento sostenible a largo plazo”, afirmó Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hablando junto a Michel.
Siempre en minoría
El año con el mayor número de mujeres en el Consejo fue 2021. Entonces, seis mujeres lideraban los gobiernos de sus respectivos países: Sanna Marin en Finlandia, Kaja Kallas en Estonia, Ingrida Šimonytė en Lituania, Mette Frederiksen en Dinamarca, Angela Merkel en Alemania, y Magdalena Andersson en Suecia. Junto con Von der Leyen ya en la Comisión, la cifra total fue de siete mujeres, prácticamente igual que ahora, porque Metsola solo vino como invitada especial y Blanchet es la Secretaria General del Consejo.
Sin embargo, en paralelo, las elecciones parlamentarias del 9 de junio podrían suponer un gran aumento en el número de mujeres en las instituciones europeas. El caso español promete ser un hito histórico, ya que la mayoría de los partidos podrían estar liderados por mujeres.
Por parte del PSOE está Teresa Ribera, destacada por su perfil sólido y habilidades tanto en mitin como en negociación. En el PP, Dolors Montserrat se perfila como favorita para encabezar la lista, con un reconocido dominio en Bruselas. A la izquierda, Izquierda Unida podría presentarse independientemente, mientras que en la coalición Sumar, Estrella Galán se anuncia como candidata. Por Unidas Podemos, Irene Montero busca relanzar el partido desde Europa. Sería la primera vez que las listas europeas en España estarían mayoritariamente lideradas por mujeres, rompiendo con décadas de predominancia masculina en estos comicios.