Los nutricionistas coinciden en que niveles altos de cortisol pueden provocar una mayor acumulación de grasa visceral, que es la grasa almacenada alrededor de los órganos internos en el abdomen. Esto sucede debido a un metabolismo desregulado -el cortisol elevado puede desregular el metabolismo, llevando al cuerpo a almacenar más grasa, particularmente en la zona abdominal- o a un incremento del apetito (en este caso, el cortisol puede aumentar el apetito y los antojos de alimentos ricos en grasas y azúcares, lo cual contribuye al aumento de peso general y a la acumulación de grasa abdominal en particular).
En los últimos años se ha registrado un aumento significativo en el número de problemas y enfermedades intestinales, alertando sobre la necesidad de una mayor atención a la salud digestiva. Lo asegura Gala Freixer, nutricionista en Longevity Hub by Clinique La Prairie, advirtiendo que, como resultado, nuestro cuerpo “reacciona elevando los niveles de varias hormonas, especialmente el cortisol, que es conocida como la hormona del estrés”.
Para reducir los niveles de cortisol y ayudar a mantener un vientre plano, considera implementar las siguientes estrategias:
- Gestión del estrés: Practica técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga, la respiración profunda y el ejercicio regular.
- Dieta equilibrada: Consume una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, y limita el consumo de azúcar y alimentos procesados.
- Actividad física: El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento de resistencia y el cardio moderado, puede ayudar a reducir el cortisol y mejorar la composición corporal.
- Sueño adecuado: Asegúrate de dormir al menos 7-8 horas por noche para mantener el cortisol bajo control y apoyar la salud metabólica.
- Hidratación: Mantén una buena hidratación, ya que la deshidratación puede aumentar los niveles de cortisol.
- Tratamientos específicos: Existen terapias para reducir la inflamación abdominal, disminuir la sensación de hinchazón y revitalizar el sistema digestivo. En Longevity Hub by Clinique La Prairie han recuperado la técnica ancestral Chi Nei Tsang: Chi, hace referencia a energía, Nei, significa interna y Tsang, órgano. Esta técnica tradicional china se centra en un masaje taoísta donde mediante movimientos suaves sobre la zona abdominal se consigue un efecto global sobre los órganos del cuerpo, además de ayudar a mejorar la respiración. “El intestino se considera el segundo ‘cerebro’ del cuerpo. Esto es debido a las múltiples conexiones que posee con el sistema nervioso. Además, es el órgano encargado de procesar los derivados de la alimentación y también de las emociones”, concluye Diana Rueda, directora general de la clínica.