El reciente aumento en la demanda de las patatas Bonilla a la Vista, originarias de Galicia, ha puesto de relieve cómo una empresa familiar puede conquistar mercados internacionales en un abrir y cerrar de ojos.
Desde su mención en la lista de favoritos de Oprah Winfrey hasta la icónica aparición de sus latas en la película surcoreana Parásitos, la marca acapara la atención global. En las últimas semanas, la compañía ha experimentado un crecimiento sin precedentes en sus ventas, agotando 4.000 unidades en solo cuatro horas después de la recomendación de Oprah.
Fundada hace casi un siglo en Ferrol, Galicia, esta empresa comenzó como una modesta churrería, pero desde entonces ha logrado internacionalizar sus productos gracias a su formato en latas, que mantienen la frescura de las patatas y les da un aire de exclusividad.
Según Diego García, director de marketing de Bonilla a la Vista, este empaque ha sido crucial en su éxito global, ya que refuerza la percepción de producto gourmet. La marca también ha encontrado un mercado especialmente receptivo en Corea del Sur, donde la aparición en Parásitos impulsó un boom en la demanda que convirtió a la patata frita en tendencia mundial.
Con más de 500 toneladas de producción anual y un creciente porcentaje de exportación, Bonilla a la Vista sigue explorando mercados en Europa, Asia y América, donde cada vez se afianza más entre los productos premium de origen español. A pesar de esta expansión, la compañía mantiene su enfoque en la calidad y en el manejo familiar.
César Bonilla, nieto del fundador y actual propietario, ha expresado su orgullo por el reconocimiento que la marca ha alcanzado en el extranjero, manteniendo viva la esencia artesanal de sus inicios en Galicia.
Mientras su crecimiento continúa, Bonilla a la Vista se enfrenta a nuevos desafíos logísticos y de producción para satisfacer la demanda internacional. Actualmente, la empresa planea expandir su capacidad de producción en su planta en Arteixo, lo cual será esencial para afianzar su posición en el competitivo mercado de snacks gourmet, desde las tiendas especializadas en Nueva York hasta los supermercados de Seúl. Este auge, según el equipo de Bonilla, es solo el comienzo de un plan estratégico que busca consolidar a Bonilla a la Vista como embajadora del sabor gallego en el mundo.