En una época donde la comodidad se ha vuelto la norma, donde los pantalones deportivos parecen haber colonizado los armarios de medio mundo y donde el trabajo desde casa ha difuminado las líneas entre lo que es aceptable dentro y fuera de nuestras cuatro paredes, Stanley Tucci tiene algo que decir: basta. Para el actor, autor, icono de estilo y amante de la buena comida, hay una frontera que no debe cruzarse. Y esa frontera tiene un nombre: pantalones deportivos. Con una carrera que abarca décadas y roles inolvidables como el crítico gastronómico refinado en Julie & Julia o el editor de modas afilado en El diablo viste de Prada, sostiene que la comodidad no debería ser excusa para abandonar el buen gusto.
Pero antes de que nadie se sienta ofendido, este hombre de gustos exquisitos no está aquí para juzgar de manera estricta ni arrebatar el placer de un buen momento de relax. Después de todo, el autor de What I Ate in One Year, su nuevo libro sobre un año de descubrimientos culinarios, también es el primero en disfrutar de la simplicidad de una buena comida casera. Sin embargo, cuando se trata de salir a la calle, para Tucci, es una cuestión de principios: hay ropa para estar en casa y ropa para estar en público. Y los pantalones deportivos, aunque cómodos y relajados, pertenecen firmemente al primer grupo.
Ya sea hablando de moda o comida, siempre tiene un estándar claro. En concreto, en una reciente entrevista para promocionar su libro, dejó clara su postura sobre este asunto, reafirmando su creencia de que vestir bien no es algo que deba reservarse para ocasiones especiales, sino que debería ser parte del día a día. El actor ha afirmado en varias ocasiones que el buen vestir, lejos de ser una frivolidad, es una forma de respeto, tanto para uno mismo como para los demás. “No se trata de estar de punta en blanco”, ha comentado, “pero sí de hacer un esfuerzo. Vivir con elegancia no tiene por qué ser difícil”. Y claro, cuando alguien ha interpretado a un editor de modas en El diablo viste de Prada, uno esperaría que supiera de lo que habla.
Un hombre de muchos gustos, pero un solo ingrediente prohibido
Tucci no es solo un defensor del buen vestir; también es un apasionado de la cocina. Su amor por la comida es bien conocido y está documentado en su programa Searching for Italy, donde explora la gastronomía italiana con una devoción que raya en la reverencia. En su nuevo libro, What I Ate in One Year, comparte un año completo de experiencias gastronómicas, ofreciendo recetas, anécdotas y reflexiones personales sobre el arte de comer bien. Según él, el plato de pasta perfecto debe ser simple, pero debe honrar la tradición y, sobre todo, los ingredientes frescos.
Sin embargo, en medio de sus descripciones de deliciosos platos y sus consejos culinarios, hay una cosa que Tucci no soporta: el cilantro. Aunque no es el primer famoso en confesar su aversión por esta hierba (cuyos detractores aseguran que tiene un sabor “a jabón”), su desprecio por el cilantro lo ha dejado fuera de su cocina para siempre. “No soporto ni el olor”, ha confesado.
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El posible regreso de Nigel en la secuela de El diablo viste de Prada
No podemos hablar de Stanley Tucci sin mencionar uno de sus papeles más icónicos: Nigel, el editor de moda sensato y sarcástico. Desde que se estrenó en 2006, la película ha alcanzado un estatus de culto, en gran parte gracias a las interpretaciones de Meryl Streep, Anne Hathaway y, por supuesto, Tucci. Aunque no se ha confirmado su presencia, los fans han especulado sobre el regreso de Nigel al mundo de la alta costura. “Me encantaría ver a dónde ha llegado ese personaje”, confesó recientemente en una entrevista, dejando la puerta entreabierta a la posibilidad de una segunda parte. Sin embargo, como buen hombre de estilo y clase, no soltó más detalles ni alimentó las expectativas innecesariamente. Si algo sabemos de Tucci, es que, si vuelve como Nigel, lo hará con el mismo sentido impecable del estilo que le hizo famoso en la primera película. Eso sí, probablemente sin pantalones deportivos de por medio.
En cualquier caso, y aunque algunos puedan estar en desacuerdo con la opinión de Tucci en cuanto al estilo y la moda, lo que queda claro es que, para el actor, la vida está en los detalles: una buena comida, una chaqueta bien ajustada y, sí, la ausencia de pantalones deportivos cuando se cruza la puerta de casa. Y nos recuerda que ser elegante es una elección diaria, ya sea en la cocina, en la moda o en cómo decidimos presentarnos al mundo.