La intuición es la capacidad del ser humano de entender situaciones, pensamientos o sentimientos y poder tomar decisiones al instante sin la intervención de la mente o de la lógica. Popularmente nos referimos a ello como “presentimiento”, “corazonada” o “sexto sentido”.
El ser humano percibe mucho más que aquello que hace conscientemente, toda esa información se almacena y forma parte de la intuición. La intuición se caracteriza por dar respuestas rápidas y automáticas ya que usa el contenido del inconsciente para evaluar y reaccionar frente a un estímulo o situación sin pasar por el filtro racional. Así, la intuición asocia experiencias pasadas del individuo y actúa en base a creencias y valores, diferenciándose así de la razón, que usa la lógica y el análisis de la información objetiva.
El pensamiento que predomina en una persona intuitiva es el lateral, creativo y flexible. Estos pensamientos se complementan con la inteligencia racional, favoreciendo de este modo las relaciones interpersonales y contribuyendo al reconocimiento de sentimientos, sensaciones o gestos.
La intuición ha sido objeto de estudio desde tiempos ancestrales por diferentes disciplinas a lo largo de los siglos. Fue el filósofo Platón el primero en determinar la existencia de diferentes formas de conocimiento, entre las que destacó la NOESIS que representaba el grado más elevado de conocimiento al ser la única capacidad del alma que permite la captación directa de las ideas, de la verdadera realidad.
Escena del clásico ‘Casablanca’ (Michael Curtiz, 1942)
Efectivamente, existen distintos estudios que avalan que las mujeres somos más intuitivas que los hombres por varios factores que nos hacen tenerla más desarrollada. En primer lugar existen diferencias estructurales y funcionales cerebrales por sexo, así el cerebro femenino tiene un cuerpo calloso de mayor volumen. La función de este cuerpo calloso es conectar el hemisferio izquierdo (razón) con el derecho (creatividad), esto confiere a la mujer una capacidad comunicativa más elevada que implica que procesa de una manera más rápida y efectiva tanto lo cognitivo como lo emocional. En segundo lugar, se ha observado que la mujer es más precisa a la hora de interpretar expresiones faciales y tonos de voz, cualidades que algunos antropólogos atribuyen en origen al desempeño de las actividades de cuidadoras de hogar y descendencia desde tiempos prehistóricos frente a las obligaciones del hombre cazador focalizadas en la única función del alimento. Otro factor es la memoria femenina , favorecida por la producción de estrógenos.
Por último, algunas investigaciones afirman que la menor exposición prenatal del feto femenino a la testosterona durante la gestación determinan un pensamiento más intuitivo y menos reflexivo que el hombre. Así que sí, podemos afirmar con pruebas científicas que las mujeres somos más intuitivas que los hombres. Sin embargo, este hecho no hace que sea un atributo específico femenino. Todos podemos entrenar nuestra intuición para ayudarnos a tomar mejores decisiones.
Existe un consenso generalizado por parte de los expertos, que nos hacen una serie de recomendaciones clave para profundizar en este concepto y desarrollar nuestra inteligencia intuitiva:
- Piensa en Zen, que no es otra cosa más que alcanzar un estado mental de calma profunda para ser más receptivo a nuestro interior y a su vez a nuestro entorno.
- Otórgale credibilidad a los “pálpitos”, al fin y al cabo son señales fisiológicas que nos envía nuestro cuerpo en base a conexiones certeras de nuestra experiencia.
- Diferencia entre prejuicio e intuición. Una idea preconcebida que orienta una conducta o pensamiento no es intuición.
- Haz mindfulness, la práctica de esta actividad nos hace más conscientes de los estímulos y de la información. Además, esta técnica de meditación mejora nuestro equilibrio emocional.
- Practica la visualización, esta técnica estimula la intuición al generar estados de tranquilidad y silencio que nos permite escuchar nuestras emociones.
Todo ello, además de conducirnos a mejorar en la toma de decisiones nos ayudará a conectar con nuestras verdaderas necesidades y alcanzar la plenitud… Merece la pena intentarlo.