En un mundo donde las bodas se han convertido en escenarios de producciones cinematográficas, hacer algo que no suene a déjà vu es un reto. La respuesta de la marca sevillana, acostumbrada a moverse entre la elegancia y el descaro, fue clara: una novia es una historia. Y cada historia se cuenta de una manera distinta.
Así nació Thrill of a Romance, la colección con la que Scalpers se estrena en la moda nupcial y con la que reinterpreta lo que significa vestirse de blanco. Aquí no hay volúmenes desproporcionados ni encajes sobrecargados, pero sí vestidos de líneas limpias, con tejidos naturales que abrazan la piel sin asfixiarla y trajes que rompen con la idea de que la novia tiene que ser toda dulzura y tul. Porque, a fin de cuentas, el amor también es actitud.

Cortesía Scalpers
La colección está pensada para novias e invitadas que quieren evitar el temido “no soy yo” cuando se ven en el espejo vestidas de boda. Porque no todas las novias quieren parecer sacadas de un cuento de hadas y no todas las bodas necesitan el boato de la realeza. Hay quienes prefieren casarse en el campo, en una terraza de Madrid o en un salón pequeño con luz tenue, y para ellas Scalpers ha diseñado vestidos de lino y trajes de tweed que podrían llevarse igual de bien con un ramo de flores silvestres que con un cóctel en la mano.
El blanco sigue siendo el protagonista, pero aquí se pasea sin pretensiones. Hay piezas que miran de reojo a la sastrería masculina, como un traje de dos piezas con chaleco incluido que funciona para bodas pero que podría colarse en cualquier armario sin fecha de caducidad. También hay vestidos fluidos que, más que ajustarse al cuerpo, se dejan llevar por él. Algunos con espalda descubierta, otros con detalles de crochet… Un movimiento que, para muchos era cuestión de tiempo.

Cortesía Scalpers
La idea de la colección es sencilla: que la novia no parezca disfrazada y que la invitada no tenga que ceñirse a un manual de estilo preestablecido. Aquí no se trata de tendencias, sino de prendas que funcionan para mujeres con carácter. Un vestido de escote asimétrico en crepé, una falda con pliegues suaves que se mueve como una ola o un conjunto con pantalón que tiene más de icono del cine clásico que de moda nupcial al uso.

Cortesía Scalpers
Y para quienes busquen más que un vestido para el “sí, quiero”, la colección también incluye prendas para esos momentos intermedios: la pedida, la preboda o incluso la resaca del día después. Porque el amor tiene varias etapas y Scalpers quiere vestirlas todas, sin florituras innecesarias pero con el mismo magnetismo de quien sabe que menos, muchas veces, es más.
Thrill of a Romance es, en el fondo, una declaración de intenciones: la novia que no espera un cuento de hadas pero que sabe que su historia es la que importa.