Todo el ruido mediático que está generando la imputación de Begoña Gómez parece no haberle afectado a la mujer de Pedro Sánchez a la hora de acudir a una de sus citas favoritas: la cumbre del G20. Hace dos años, por ejemplo, en una cita como esta, nos dejó una curiosa imagen al aparecer junto a su marido en Bali rindiendo un particular homenaje a Ucrania combinando el color de su vestido, un brillante amarillo, con un fular que iba a juego con la camisa de batik del presidente del Gobierno.
En esta ocasión, en Brasil, la etiqueta era de tradición más occidental, dejando de lado las influencias asiáticas y apostando por el traje para los hombres. Con una cita que se inclinaba por un dress code menos exótico, parece que la opción de Gómez fue por unos derroteros más cómodos y, en lugar de los vestidos a los que nos suele tener acostumbrados (como la vimos en Córdoba durante la presidencia europea española, con un diseño de Marcos Luengo), se decantó por un original esmoquin blanco de tres piezas.
Lo más llamativo de esta propuesta era su chaqueta crop, con solapa de esmoquin y con cierre oculto. La combinaba con un top con escote en V y unos pantalones de cintura alta y pata de elefante, con las que conseguía un resultado elegante pero con un toque actual y muy moda. La mujer de Pedro Sánchez podría haber recurrido para esto a Luengo, casa de la que es fiel clienta, que ya hace temporadas presentó en sus desfiles en Madrid propuestas muy similares, aunque lo que llama más la atención en lo parecido que es este look con el que lució Sassa de Osma en junio de este año en la presentación de la alta costura de Dior.
De hecho, a las dos mujeres solo les separa el pantalón, más ancho en el caso de Gómez, porque el resto parece un calco exacto. ¿Tendrá esta última en el radar de estilo a la princesa de Hannover? Esa pregunta se quedará por ahora sin resolver, pero lo cierto es que no es mala opción el recurrir a una mujer como De Osma como referente de estilo. A todas las que les haya gustado la opción de Gómez para su cita con el G20 en Brasil, deben saber que cuentan con una opción muy similar en la firma Pedro del Hierro, solo que en este caso es en color tostado. Esto demuestra, además, que Gómez buscaba así sumarse a una de las tendencias de la temporada. El traje (y también el esmoquin) masculino busca convertirse en una referencia de estilo este invierno y parece que, al menos en el armario de la mujer de Sánchez, así sucede.
Para el que todavía no hemos encontrado inspiración es para el diseño que escogió para salir del avión. Begoña Gómez pisó Brasil, tras bajar junto con su marido las escalerillas del avión, con un sencillo diseño, muy en la línea del anterior: un vestido largo, sin mangas en el que destacaba sobre todo la apertura trasera de la falda, de unas dimensiones considerables y que conseguía contrarrestar la seriedad de todo el conjunto.
Con estos dos looks, Gómez consiguió poner tierra de por medio de los escándalos que le esperaban en España, buscando quizás así evadirse un poco de la actualidad y jugar con la moda, un terreno que parece que a la mujer del presidente del Gobierno le resulta bastante atractivo, ya que suele acudir a Mercedes Benz Fashion Week, donde seguramente se quede con ideas que luego aplica a su día a día.