Elon Musk es desde finales de mayo la persona más rica del mundo, pero desde que su amigo Donald Trump ganara las elecciones estadounidenses el pasado mes de noviembre, el empresario tecnológico ha ampliado notablemente la distancia que le separa del segundo más rico a más de 100.000 millones de dólares. Su fortuna alcanzó su nivel más alto de la historia –334.000 millones de dólares– el 22 de noviembre, según las estimaciones de Forbes, 66.000 millones más de los que tenía veintidós días antes.
La personalidad del excéntrico multimillonario despierta el interés de todo el mundo y uno de los aspectos que más llama la atención es su vida sentimental. Y es precisamente este ámbito el que le está causando alguna que otra turbulencia inesperada, como ha sucedido recientemente con la que puede considerarse su última pareja “sólida”, la cantante canadiense Grimes, con quien comenzó a salir en 2018 y a la que presentó “oficialmente” en sociedad en la famosa gala benéfica del Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York.
Elon Musk / EFE
¿Quién es Grimes?
La cantante canadiense Claire Elise Boucher (Vancouver, 1988) es conocida en el mundillo musical como Grimes. Nunca ha formado parte de la primera división de la música pop mundial, porque el ámbito por el que transitado su carrera artística es el de la música alternativa. En realidad, durante su juventud no sabía si dedicarse al arte, la arquitectura o la literatura, y en vez de todo eso estudió neurociencia en la Universidad McGill de Montreal. Fue allí donde entró en contacto con la pujante escena musical alternativa de la segunda ciudad más importante de Canadá, con bandas como Majical Cloudz, Arcade Fire, Godspeed You! Black Emperor o Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra & Tra-La-La Band.
En 2010 publicó su debut discográfico, en el que ejercía tanto de compositora e intérprete como de productora. Y después de sus dos primeros discos fichó por el exquisito y selecto sello británico 4AD, especializado en rock de vanguardia con ciertos toques experimentales. Ahí grabó “Visions”, su tercer álbum, que fue premiado en los premios Juno de la industria musical canadiense como “mejor álbum electrónico” de 2012. Su aura –y su reputación como portavoz feminista– no dejó de crecer con su siguiente disco, “Art Angels”, pero su popularidad creció como la espuma cuando en 2018 se tuvo conocimiento del inicio de su relación con el multimillonario Elon Musk, al que conoció –¡cómo no!– gracias a Twitter: a principios de ese año Musk se disponía a tuitear un chiste sobre un reciente experimento mental sobre la Inteligencia Artificial conocido como “Basilisco de Roko”, mezclándolo con un juego de palabras sobre el movimiento artístico del siglo XVIII Rococó.
Sin embargo, Musk descubrió que Grimes ya había hecho una broma similar en 2015 a través del vídeo musical para “Flesh Without Blood”, una de las canciones incluidas en “Art Angels”, en el que hacía referencia al “Rococo Basilisk”. Impresionado por su ingenio e intrigado por su conocimiento de temas esotéricos, Musk se puso en contacto con ella y conectaron fácil y rápidamente por su fascinación común por los entornos futuristas, la inteligencia artificial y la exploración creativa. Ese mutuo aprecio por los puntos de intersección entre arte y tecnología provocó que el encuentro virtual se convirtiera en un encuentro en la vida real. En mayo de 2018, hicieron su primera aparición pública como pareja en la Gala del Met, sorprendiendo a todos los medios de comunicación, que desconocían que el multimillonario y la cantante de la escena alternativa tuviesen algo en común.
Tres hijos en común
La sorpresa inicial subió un escalón más cuando la pareja anunció que esperaban un hijo, que nació el 4 de mayo de 2020, y de ahí se pasó a una catarata de comentarios y memes cuando se supo el nombre que Musk y Grimes le quisieron poner a su hijo: X Æ A-Xii (nombre con el que fue obligado a ser inscrito, porque el original, X Æ A-12, no podía ser utilizado legalmente, ya que las leyes de California prohíben inscribir en el registro a una persona con un nombre que incluya números…). La explicación de tan curioso nombre la dio la propia Grimes en su cuenta de Twitter: “• X, la variable desconocida • Æ, mi grafía élfica de Ai (amor y/o inteligencia artificial) • A-12 = precursor del SR-17 (nuestro avión favorito)”.
Sin embargo, su vínculo no tardó mucho en empezar a tensarse y sus poco más de cuatro años de relación transcurrieron entre numerosos tiras y aflojas en los que hubo, pese a todo, tiempo para que la pareja tuviera otros dos hijos, que tampoco fueron “normales”: ni la segunda hija de la pareja, Exa Dark Sideræl, ni el tercero, Techno Mechanicus, nacieron de sus relaciones sexuales, sino mediante vientres de alquiler, en diciembre de 2021 y en junio de 2022, respectivamente. En el caso de su segunda hija, el nombre también tiene referencias: Exa es una referencia al término de supercomputación exaFLOPS, o la capacidad de realizar 1 quintillón de operaciones en coma flotante por segundo. Dark es un guiño a “lo desconocido”, y Sideræl es una doble referencia a la “verdadera edad del universo”, así como a su personaje favorito de la serie “El señor de los anillos”, Galadriel. Al poco de nacer Exa Dark Sideræl Grimes concedió una entrevista para el número de marzo de 2022 de la edición estadounidense de Vanity Fair en la que definía su relación con Musk de este modo: “No hay una palabra que la defina. Probablemente me referiría a él como mi novio, pero somos muy fluidos. Vivimos en casas separadas. Somos mejores amigos. Nos vemos todo el tiempo… Simplemente tenemos algo propio… y no espero que los demás lo entiendan”. Pocos días después de publicada, el 10 de marzo, Grimes colgó un tuit en su cuenta de Tweeter en el que decía que “E y yo hemos roto *otra vez* desde que se publicó este artículo jaja, pero él es mi mejor amigo y el amor de mi vida”. Y apenas unas semanas después de que naciera Techno Mechanicus, Grimes descubrió que Musk había vuelto a ser padre, esta vez de gemelos… que había tenido con Shivon Zilis, una directiva de Neuralink, una de las empresas tecnológicas del multimillonario. Por esas mismas fechas, en verano de 2022, Grimes tomó partido a favor de Vivian Jenna Wilson –la hija transexual del multimillonario sudafricano-estadounidense, uno de los seis hijos que tuvo con su primera esposa, la escritora canadiense Justine Wilson–, cuando esta decidió cambiar su sexo y eliminar su apellido paterno y empezar a utilizar el materno, por los comentarios contra su identidad sexual expresados por su padre en Twitter.
La conflictiva relación de la pareja siguió dando tumbos hasta que en agosto de 2023 Grimes y Musk viajaron juntos a Tokio, donde se rompió definitivamente su relación. Musk afirmó que Grimes había volado de regreso a California en un vuelo comercial el 23 de agosto de ese año y que sus dos hijos menores no habían regresado a casa desde entonces (el mayor, X Æ A-Xii, sí seguía en el domicilio de Musk). Ahí comenzó una batalla judicial mutua: él la denunció en Austin, la capital del estado de Texas, para tratar de establecer los derechos parentales de sus tres hijos en común (Musk ya había tenido otros seis de su primer matrimonio, aunque el primero de ellos falleció a las pocas semanas de su nacimiento, víctima de muerte súbita del lactante) y ella, en respuesta, le denunció a él en la ciudad californiana. La elección de Musk del estado en los que presentar la demanda no es casual: aunque tanto Texas como California utilizan el interés superior del niño para determinar la custodia, Texas limita los pagos de manutención a 2.760 dólares por tres hijos, mientras que California no tiene límite. Eso significa que si el caso incluye órdenes de manutención de los hijos, Musk podría ser condenado a pagar una cantidad significativamente mayor en California, dados sus astronómicos ingresos.
Sentencia desconocida
Finalmente, el pasado mes de agosto se dictó veredicto en Texas, que fue ratificado este mes de noviembre, aunque no se ha dado a conocer cómo se resolvió el pleito: el juez acordó cerrar la sala a la prensa y al público minutos al iniciarse la vista. Sin embargo, estas últimas semanas la cantante sí ha compartido detalles sobre la batalla legal en tuits que ha ido publicando en su cuenta en X, la antigua Twitter, en los que afirmaba que no había tenido tiempo de trabajar en proyectos creativos en los últimos años, primero por su maternidad y, segundo, por el año transcurrido en los tribunales, porque “la amenaza de perder a tus hijos mientras te hundes en la bancarrota luchando por ellos no es una situación muy propicia para el pensamiento creativo. Simplemente dormía y lloraba cada minuto que no estaba luchando denodadamente por mis hijos durante ese año”.
En un nuevo tuit, Grimes aseguró que pasó “un año encerrada en una batalla contra la falta derechos de las madres, en la que mis publicaciones de Instagram eran usadas como razones por las que no debería tener a mis hijos y luchando y separándome del que había sido el amor de mi vida y se ha vuelto completamente irreconocible para mí, con una mínima fracción de sus recursos (o de su coeficiente intelectual / experiencia en estrategia), todo mientras se me imposibilitaba ver a uno de mis bebés durante cinco meses”, añadiendo que “esto es sólo lo que se puede decir públicamente, ya que la mayor parte de mi experiencia de estos últimos años debe permanecer a puerta cerrada”.
Musk, por su parte, nunca se ha referido públicamente a estos problemas de custodia o co-paternidad con Grimes. A pesar de pasar habitualmente horas en X, ni ha reconocido ni ha respondido a los tuits anteriores de Grimes. Del otro caso, el de la demanda de Grimes contra Musk presentada en San Francisco, tampoco se sabe nada en estos momentos, ya que, según un representante del Tribunal Superior de San Francisco, no se puede compartir información sobre el caso porque su acceso se encuentra “restringido”.