Pierre Casiraghi, nieto de Grace Kelly y heredero de una pasión marítima que le corre por las venas, se prepara para enfrentar uno de los desafíos más temidos en el mundo de la vela, la Admiral’s Cup. Esta competición, que resurge tras más de dos décadas de ausencia, es conocida por su dureza y peligrosidad, atrayendo a algunos de los regatistas más audaces del planeta.
Su historia está marcada por el mar. Hijo de Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi, quien perdió la vida en un trágico accidente náutico en 1990, Pierre Casiraghi ha decidido honrar ese legado enfrentándose a las mismas aguas que se llevaron a su padre. Junto a su compatriota Peter Harrison, ha sido el artífice de la primera participación del Yacht Club de Mónaco en la Admiral’s Cup, una hazaña que comenzará en las costas de la Isla de Wight el próximo 17 de julio hasta el 1 de agosto.

Pierre Casiraghi / EFE
“Tenemos un sólido programa de entrenamiento, barcos de alto rendimiento y un equipo decidido”, asegura Casiraghi en unas declaraciones extraídas de la página oficial de la competición; consciente de que la perseverancia será clave en unos días en los que dos malas regatas podrían complicarlo todo. Entre sus compañeros de travesía se encuentran nombres destacados como Boris Herrmann, Will Harris y Cole Brauer, navegantes de renombre que aportarán su experiencia a este ambicioso proyecto.
La Admiral’s Cup no es una regata cualquiera. Su prueba más emblemática, la Rolex Fastnet Race, es temida por su recorrido traicionero y condiciones meteorológicas impredecibles. En 1979, una feroz tormenta durante esta prueba cobró la vida de 18 personas, un recordatorio constante de los riesgos que entraña el desafío que Pierre y su equipo están dispuestos a asumir.

Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo en una boda / EFE
Para Casiraghi, este reto va más allá de la competición; es una forma de rendir homenaje a su padre y de continuar con la tradición náutica de su familia. “Este proyecto encarna nuestra visión deportiva, inspirando a las jóvenes generaciones a superarse”, declara el príncipe Alberto II de Mónaco, presidente del Yacht Club de Mónaco y tío de Pierre, mostrando su respaldo a esta valiente empresa.