Opinión

Nuevos tiempos, nuevas formas de comunicar

Los medios tradicionales, que durante décadas dominaron la transmisión de mensajes, han sido relegados por nuevas plataformas y formatos que conectan de manera más directa y auténtica con las audiencias

Es sorprendente ver como el mundo y la industria siguen hoy en día evolucionando a pasos agigantados, siendo imposible dar ya nada por hecho o pensar que las maneras tradicionales de comunicar y hacer las cosas, aquellas que parecía que habían dado con la clave de un éxito incuestionable, puedan seguir manteniéndose en los tiempos actuales sin reinventarse. El mundo de la comunicación, sector que lo envuelve todo, puesto que todo es comunicación, vive hoy por hoy un paradigma digno de analizar y seguir con atención. Podríamos decir que hablamos de un panorama que ha cambiado drásticamente en los últimos años. Los medios tradicionales como la televisión y la prensa escrita, que durante décadas dominaron la transmisión de mensajes, han sido relegados por nuevas plataformas y formatos que conectan de manera más directa y auténtica con las audiencias. En este contexto, se ha hecho indispensable que las empresas, líderes de opinión y figuras públicas adapten sus estrategias a estos cambios, comprendiendo que el público ya no consume contenido de la misma manera.

Un ejemplo claro de esta transformación y un proyecto que no me canso de alabar y que sorprendentemente viene del sector bancario, en una apuesta disruptiva por la comunicación transversal, es “Aprendemos Juntos” de BBVA, proyecto que ha revolucionado la forma en la que una institución financiera comunica con su audiencia. Lejos de los anuncios comerciales convencionales a los que la banca tradicional está acostumbrada, o que entidades más convencionales como el Santander siguen apostando (cada vez más alejados de sus clientes), BBVA ha optado por crear contenido de valor centrado con un propósito en el aprendizaje y el desarrollo personal, valores que aparentemente poco tendrían que ver con la banca tradicional, pero que les sitúa en otra perspectiva, mucho más cercana a los tiempos actuales, con el cliente en el centro y al mismo tiempo conectando y creciendo creando valor. Eso sí, valor real. A través de entrevistas con expertos en diversas áreas, la iniciativa ha logrado conectar emocionalmente con el público, ofreciendo conocimiento y generando un impacto social positivo. Podríamos hablar de un giro radical en la manera en que un banco tradicionalmente se relacionaría con su comunidad, dejando de lado la promoción directa de productos financieros para enfocarse en algo que genera conversación y reflexión y que, sin duda, al final acaba conectando y creando marca. Así se posiciona un banco en la era actual y no como está haciendo su principal competidor, muy alejado de cualquier conexión emocional con el cliente. Quien crea que esto no tiene nada que ver con el aumento de valor monetario, se equivoca radicalmente. No tienen más que comparar la evolución de ambas entidades en bolsa. Cuando se construye a través de un plan con ideas alineadas y reforzadas en diferentes acciones llevadas a todos los ámbitos, tu valor aumenta. Y es así como se debe comunicar hoy en día.

Este tipo de estrategias reflejan una tendencia creciente: el desplazamiento de la publicidad directa y masiva en favor de contenido que aporte algo más allá de la venta. Las marcas están comprendiendo que, en un mundo saturado de información, ya no basta con “vender” un producto; es necesario crear narrativas y generar experiencias que resuenen con los valores y preocupaciones de las personas. Ya sea a través de plataformas digitales, proyectos educativos o colaboraciones con personas influyentes o líderes de opinión, la clave está en encontrar maneras más auténticas y humanas de hacer llegar el mensaje.

Les hablo ahora también, ¿cómo no?, de Ibai Llanos, una figura que ha redefinido lo que significa ser un comunicador en el siglo XXI. Llanos ha utilizado plataformas como Twitch y YouTube para construir una relación directa y honesta con sus seguidores, algo que los medios tradicionales no pueden replicar con la misma efectividad. Su capacidad de conectar de manera genuina con miles de personas, sin intermediarios y con un estilo espontáneo y disruptivo, ha demostrado que las nuevas formas de comunicación no solo son viables, sino que tienen el poder de redefinir por completo la industria del entretenimiento. Llanos no necesita de la televisión para llegar a millones; las plataformas digitales y su carisma personal son suficientes para generar una audiencia fiel y participativa.

En el ámbito político también vemos un cambio radical. Las campañas ya no se centran exclusivamente en anuncios televisivos o apariciones en medios tradicionales, sino que buscan impactar a través de redes sociales, eventos virtuales y plataformas que permiten una mayor interacción con el electorado. Los líderes políticos por fin entienden que para captar la atención de las nuevas generaciones deben estar donde ellos están: en Instagram, Twitter o TikTok, generando contenido que sea relevante y acorde a los intereses de la audiencia.

El reto actual para marcas, políticos y líderes de opinión no es solo transmitir un mensaje, sino hacerlo de una manera que conecte emocionalmente con su público. El éxito en la comunicación actual radicará sin duda en la capacidad de adaptarse, innovar y ofrecer contenido auténtico que resuene en un mundo cada vez más digitalizado y deshumanizado.

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