“Puede ser el efecto Ozempic, un medicamento que se ha vuelto más asequible y fácil de conseguir”, explican en el informe sobre inclusividad de las pasarelas de Vogue Business lanzado hace una semana. Ozempic, originalmente desarrollado para tratar la diabetes tipo 2, ha ganado popularidad rápidamente debido a su capacidad para promover la pérdida de peso. La farmacéutica que lo produce, Novo Nordisk, se ha convertido en la empresa más valiosa de Europa, superando incluso a gigantes como LVMH. Otros laboratorios también están lanzando medicamentos similares basados en GLP-1: Wegovy, Zepbound y Saxenda son los otros tres más populares. Se cree que hay más de 70 medicamentos nuevos en investigación, incluida la píldora oral de Ozempic.
El efecto llamada
Conversamos con O.A, una mujer de 50 años que lleva cuatro meses en tratamiento con uno de estos medicamentos. “Mi hermana perdió 10 kilos en tres meses con Saxenda. Yo empecé con la dosis más baja de Wegovy, pero no notaba nada, así que ahora estoy con una dosis más alta y sí estoy viendo resultados. Mi amiga B. también lo usó, aunque ha recuperado el peso y mi otra hermana está como yo, en
pleno proceso”. Ninguna de estas mujeres sufre de diabetes ni de obesidad. Todas están siendo tratadas por una doctora estética que busca mejorar su apariencia.
Una de ellas fue recomendando el contacto a la otra, y así han terminado formando un grupo en la misma consulta, con un objetivo común: bajar dos tallas de la forma más rápida y sencilla posible. “El tratamiento viene en un formato de pluma. Lo compro en la farmacia y me lo inyecta en casa. Cuesta 178 euros y trae cuatro plumas, una por semana”.
Fotografía: EFE
Aunque todas ellas tienen algo de sobrepeso, lo cual es habitual por edad, ya que están atravesando la menopausia, un período en el que es notoriamente difícil perder peso, lo cierto es que esta tendencia parece imparable. Si el “efecto llamada” se multiplica como se prevé, la predicción de Goldman Sachs se hará realidad: el mercado de los medicamentos para adelgazar apenas ha comenzado, y se estima
que este sector alcanzará un valor de más de 130.000 millones de dólares en 2030.
Ya conocemos de primera mano la historia de este grupo de amigas, todas ellas de entre 50 y 56 años, que se han embarcado en el uso de la popular “pluma” para perder peso. No es difícil imaginar que cualquier persona con sobrepeso pueda preguntarse cómo obtener una receta para este medicamento. De hecho, muchas celebridades han respaldado públicamente su eficacia. Oprah Winfrey y las Osbourne han elogiado los resultados que Ozempic ha tenido en ellas. Incluso Kim Kardashian, icono de las curvas, ha mostrado una figura más esbelta y estilizada, y todo indica que Ozempic podría estar detrás de este cambio. Muchos medios serios han especulado que su notable pérdida de peso para la MET Gala, donde lució el icónico vestido de Marilyn Monroe tras adelgazar 7 kilos en solo tres semanas, podría estar relacionada con el uso de este fármaco.
Más delgadas que nunca
Más recientemente, la modelo Lottie Moss, hermana de la icónica Kate Moss, compartió su experiencia con Ozempic a través de su podcast y su cuenta de Instagram, donde cuenta con más de 600.000 seguidores. En su testimonio, Moss relata cómo decidió utilizar las plumas del medicamento para perder peso rápidamente, pero describe el proceso como la peor experiencia de su vida. Lo más alarmante es que no consiguió el medicamento de manera legal, sino a través de una amiga. Solo después de dos semanas de tratamiento, terminó en el hospital, incapaz de comer o beber y con vómitos constantes. La situación se agravó hasta sufrir convulsiones. Moss ha lanzado una advertencia clara a sus seguidores, insistiendo en que este tratamiento debe ser estrictamente supervisado por un médico, ya que estuvo al borde de la muerte.
Otro caso interesante es el de Catalina Maya, modelo e influencer colombiana que vive en Miami y lleva dos años ya tratándose con este medicamento según cuenta en entrevista para el programa Equipo de Investigación de la Sexta. Su peso actual es de 53 kilos. Eso sí, fue a la consulta de un endocrino, según explica, que se lo recetó. Asegura además que “siempre tengo una inyección en la nevera y me la inyecto una vez al mes y así me mantengo en el peso que siempre quise tener”. Según la modelo, muchas amigas suyas la usan igual, de manera regular. Además, según cuenta, los hombres también lo usan y “les funciona mejor”.
Ozempic en la industria de la moda y la belleza: más delgadas, pero más viejas
La multinacional financiera Morgan Stanley estima que el 7% de la población estadounidense, aproximadamente 24 millones de personas, utilizarán Ozempic o un fármaco similar en 2035. Por eso, ya se habla de la “economía Ozempic”. En un principio, este término se utilizó para describir el fenómeno en la ciudad danesa de Kalundborg, donde se encuentran los laboratorios originales y que experimentó un rápido enriquecimiento.
Pero ahora se emplea para explicar un cambio de consumo que está por llegar, cuando los presagios de una sociedad significativamente más delgada, gracias a estos productos, traigan consigo un nuevo marketing, una nueva industria de la moda y un invitado especial: la industria de la dermocosmética. Las marcas y los minoristas deben prepararse. Según la consultora global de tendencias WGSN, el nombre de Ozempic es ya muy conocido en Estados Unidos, pero su impacto va más allá de lo esperado. “El 31 % de la Generación Z y el 32 % de los millennials en EE. UU. afirman que solo saben de la existencia de Ozempic les genera mayor presión para perder peso”, señala el informe. Curiosamente, ante esta realidad, la consultora recomienda a las marcas de moda a las que se dirige en sus predicciones de futuro, intensificar sus esfuerzos en la inclusión de modelos con tallas diversas “incluso cuando el uso de medicamentos para bajar de peso ha aumentado, mantener una representación de todos los tamaños corporales seguirá siendo importante para los consumidores de tallas grandes que no están interesados en perder peso”. De momento.
Todavía se desconocen los efectos secundarios a largo plazo del uso de estos medicamentos. Aunque la recuperación de peso de manera rápida ya es una realidad patente, por eso se prevé aún más deporte en el estilo de vida. Una vez logrado el objetivo, se luchará con todas las fuerzas para no volver al aspecto anterior.
Otro efecto secundario ya constatado aparece en la piel y tiene nombre propio: Ozempic Face. Este término se refiere a la pérdida de grasa facial debido a la rápida pérdida de peso por el uso del medicamento. Los rostros envejecen, las arrugas son más visibles, los ojos se hunden y el ovalo del rostro queda flácido e irregular. Esto se traducirá en una disminución de muchas operaciones estéticas para quitar la grasa, pero en una creciente demanda de productos cosméticos ricos en retinol, suplementos orales de colágeno y tratamientos severos de medicina estética. Todo para combatir un efecto secundario más temido aún que la propia obesidad.