La última campaña de la firma para la temporada primavera-verano 2025 ha roto con los convencionalismos al fichar a una auténtica leyenda del cine. A sus 66 años, Michelle Pfeiffer se convierte en la protagonista de una colección que exuda elegancia y refinamiento. Con esta apuesta, la firma liderada por Anthony Vaccarello reivindica la belleza madura y demuestra que el estilo no tiene edad.
La elección de la actriz californiana no es casualidad. Su nombre evoca una época dorada de Hollywood; un rostro de una campaña que celebra la fuerza de la mujer con una colección de líneas depuradas, cortes precisos y una paleta cromática dominada por el negro y los tonos neutros.
La visión de Anthony Vaccarello para Saint Laurent ha estado marcada por un retorno a la sastrería impecable y la feminidad sin artificios. En esta nueva colección, la esencia de la maison se mantiene fiel a su ADN con piezas que destilan sensualidad y poder. Las imágenes capturadas por el prestigioso fotógrafo David Sims nos presentan a una Pfeiffer radiante, envuelta en prendas que combinan estructura y fluidez, evocando la elegancia sin esfuerzo de la mujer Saint Laurent.
Los icónicos esmóquines, una seña de identidad de la firma desde los tiempos de Yves Saint Laurent, encuentran en la actriz una intérprete ideal. Los cortes afilados, los hombros marcados y los pantalones de tiro alto se conjugan con tejidos de exquisita factura, como la lana fría y la seda, para lograr un efecto de distinción absoluta. Además, los vestidos de líneas minimalistas con escotes pronunciados y espaldas descubiertas refuerzan la sensualidad sofisticada que caracteriza a la casa.
La reivindicación de la madurez en la moda
En una industria donde la juventud ha sido tradicionalmente un estándar de belleza dominante, la presencia de Michelle Pfeiffer en esta campaña no solo es una declaración de principios, sino también un reflejo de una transformación en los cánones de la moda. Cada vez más marcas de lujo están apostando por embajadoras que trascienden la edad y que representan la sofisticación en su máxima expresión.
Pfeiffer se une así a una creciente lista de figuras icónicas que han protagonizado campañas de grandes firmas pasados los 50, como Charlotte Rampling para Nars, Lauren Hutton para Bottega Veneta o Isabelle Huppert para Balenciaga. Esta tendencia responde a una nueva percepción de la belleza que valora la experiencia, la seguridad y la autenticidad por encima de la frescura efímera.
Por su parte, Saint Laurent continúa consolidándose como una de las casas de moda más influyentes de la actualidad. Bajo la dirección de Anthony Vaccarello, la firma ha sabido reinterpretar la herencia de su fundador con una estética que combina el clasicismo con un toque provocador. La apuesta por Pfeiffer proyecta un mensaje claro: la moda no tiene edad.