Después de tres años en el mundo digital, Mango Home ha decidido que ya era hora de tener una casa de verdad. La marca de decoración de Mango ha abierto su primera tienda física en Barcelona, concretamente en el número 598 de la Avinguda Diagonal. El local, amplio y luminoso, está diseñado como si fuera una vivienda: una forma de mostrar sus productos sin necesidad de poner etiquetas o vitrinas. Aquí, los cojines están sobre los sofás, las mantas dobladas al pie de la cama, y los platos colocados como si hubiera cena en una hora.
El recorrido está planteado como una experiencia práctica: se entra por la zona de dormitorio, se pasa por la de salón, se continúa por el comedor y se termina en la terraza, con paradas intermedias en la cocina, el baño y una nueva sección infantil. También hay una pequeña zona dedicada a fragancias para el hogar. La estética general es sobria, con predominio de materiales naturales, colores neutros y líneas simples.

Nada recargado, todo muy Mango
La apuesta no es pequeña. Esta tienda en Barcelona es solo el primer paso: la marca prevé abrir cuatro más en 2025 -Madrid, Zaragoza, Bilbao y una segunda ubicación en la propia Ciudad Condal– con el objetivo de fortalecer su presencia en el sector del hogar, un mercado que sigue creciendo y al que otras marcas de moda también se están asomando.
Para la inauguración, Mango organizó un evento en las Tres Chimeneas, un antiguo espacio industrial del Poble-sec convertido en escenario de celebraciones. La idea era unir diseño, música y gastronomía en una sola noche. Hubo cena a cargo del restaurante Gresca, flamenco en directo con Yerai Cortés, y una escenografía pensada para trasladar al público al universo visual de la marca. Sin discursos largos, sin influencers descontrolados, sin fuegos artificiales. Sólo una presentación directa, como la tienda.

Mango Home empezó a operar en 2021, en plena pandemia, cuando mucha gente empezó a mirar su casa con otros ojos. Desde entonces, su catálogo ha crecido: textiles, menaje, muebles pequeños, artículos de organización, iluminación. Todo bajo esa estética mediterránea y minimalista que ha hecho reconocible a Mango en su ropa, y que ahora se traslada al hogar.
La diferencia es que ahora se puede tocar. Y para una marca que siempre ha tenido claro que el estilo también está en los detalles, abrir una tienda física era cuestión de tiempo.