El verano trae consigo días soleados y actividades al aire libre, pero también resalta la necesidad de proteger la piel de los dañinos rayos UV. En esta temporada, es esencial seguir una rutina de cuidado que incluya el uso de protector solar y productos que mantengan la piel hidratada, fresca y saludable, especialmente después de disfrutar de la playa o la piscina, los favoritos indiscutibles del verano.
Para disfrutar de estas actividades al máximo y mantener la piel en óptimas condiciones, es crucial estar bien preparado con los productos adecuados. Un protector solar de amplio espectro con un SPF elevado y una crema hidratante ligera y refrescante para después de la exposición al sol son algunos de los esenciales que no deben faltar en tu bolsa de playa. Según Cayetano L. Gutiérrez, farmacéutico y fundador de la firma líder en dermocosmética SkinClinic, “la piel en verano requiere cuidados específicos, por lo que es fundamental tomar precauciones y seleccionar los cosméticos adecuados para cada situación”. Para asegurar que tu piel esté sana y radiante, lleva contigo estos cuatro imprescindibles:
1. Protector solar
El protector solar es, sin duda, el producto más importante en cualquier rutina de cuidado de la piel en verano. Los rayos UV del sol pueden causar quemaduras, envejecimiento prematuro y, en el peor de los casos, cáncer de piel. Por eso, es vital elegir un protector solar de amplio espectro con un SPF alto, preferiblemente SPF 30 o más. Para un uso adecuado, aplica el protector solar al menos 20 minutos antes de la exposición al sol y reaplica cada dos horas y después de nadar o sudar. No olvides las áreas más vulnerables como las orejas, el cuello y los pies.
2. After sun reparador
Después de un día de exposición solar, tu piel necesita cuidados especiales para recuperarse. El after sun reparador es un producto diseñado para calmar, hidratar y reparar la piel dañada por el sol. Contiene ingredientes como aloe vera, pantenol y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y la irritación, y promueven la regeneración celular. Recuerda aplicarlo generosamente en todo el cuerpo después de ducharte y utilízalo tanto si has estado al sol como si no, para mantener la piel hidratada y saludable. Por último, busca fórmulas que sean ligeras y de rápida absorción.
3. Bálsamo labial
Los labios son una de las áreas más sensibles de nuestro cuerpo y también necesitan protección contra los rayos UV. Un buen bálsamo labial con SPF es esencial para evitar que se resequen y se agrieten. Aplícalo frecuentemente durante el día, especialmente después de comer o beber. Después, elige un bálsamo con ingredientes nutritivos como la manteca de karité o el aceite de coco. Opta por un bálsamo con un SPF de al menos 15 para una protección adecuada.
4. Mascarilla hidratante
Las mascarillas hidratantes son perfectas para darle un impulso extra de hidratación a tu piel después de un día al sol. Estas mascarillas están formuladas para reponer la humedad perdida y calmar la piel, dejándola suave y radiante. Para un uso correcto, utiliza la mascarilla después de limpiar tu rostro al final del día. Busca mascarillas con ingredientes calmantes como la manzanilla, la caléndula o el ácido hialurónico. Por último, deja actuar la mascarilla durante el tiempo recomendado en el envase y luego retírala suavemente.