Los ácidos son el ingrediente principal de los peelings o exfoliantes químicos cosméticos. Están presentes en diferentes productos de los que usamos en casa para la rutina de skincare. Ayudan a la piel a funcionar mejor, exfolian suavemente las células muertas, igualan el tono y la textura y dejan la piel limpia y radiante.
Todo esto, por supuesto, siempre que se usen bien, algo que no siempre es sencillo. De su buen uso depende el increíble resultado que se puede obtener de ellos minimizando los efectos secundarios. Y es que, al igual que sabemos que el retinol se usa con la piel bien seca o que la vitamina C no debe mezclarse con niacinamida, es importante tener en cuenta que un mal uso de los ácidos puede generar una irritación que después cuesta mucho paliar. “Muchas pieles están estresadas y presentan más granitos que antes o rojeces y esto ocurre por un abuso de estos activos, además de por no saber elegir los más adecuados para su piel”, comenta Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services. Si no sabes de qué hablamos cuando hablamos de ácidos en cosmética, atenta: Los ácidos se pueden encontrar, por ejemplo, en un sérum o loción con ácido mandélico para las manchas, en un gel de ácido salicílico para limpiar una piel con granitos y poros, en una mascarilla de ácido glicólico para estimular la producción de colágeno, en una crema o un tónico con polihidroxiácidos para mejorar la textura en pieles sensibles…
¿Para qué sirven los ácidos cosméticos?
Se recurre a los ácidos como estrategia de transformación de la piel y son un paso más cuando ya está cubierta la necesidad básica de la piel sana, que consiste en limpiar, mantener la hidratación y protegerla del sol y otras agresiones.
Cuando la piel necesita un extra, bien por el paso del tiempo, bien por una deficiencia puntual o por una condición de exceso de sebo, los ácidos ayudan a la piel al acelerar el intercambio celular natural que no funciona de manera óptima. Así, ellos se encargan de regular la actividad de las células de la piel (queratinocitos) para mejorar la textura o limpiar los poros, por ejemplo.
Tipos de ácidos para usar en la rutina skincare
Como muchos de sus nombres te sonarán, diremos que grosso modo los ácidos se pueden dividir en tres grupos:
1. Alfahidroxiácidos (AHA). Son compuestos químicos derivados de frutas: el ácido glicólico (de la caña de azúcar), el ácido láctico (de la leche), el ácido cítrico (de cítricos) y el ácido málico (de la manzana). Funcionan como exfoliantes químicos, ayudando a eliminar suavemente las células muertas de la piel y estimulando la renovación celular. Le encantan a las pieles maduras, con fotoenvejecimiento, arrugas y manchas. Se encargan de reparar la textura y la híper pigmentación. También son eficaces en marcas de acné y manchas post inflamatorias. Los resultados de este tipo de ácidos dependen de su concentración y del tiempo que se deje expuesto.
2. Betahidroxiácidos (BHA), básicamente el ácido salicílico. Es soluble en grasa, lo que garantiza mayor capacidad para penetrar profundamente en los poros. De hecho, se usa en pieles muy grasas para regular el exceso de sebo y controlar la aparición de comedones por poros obstruidos. Mantiene la piel despejada de células muertas y exceso graso para evitar la formación de granos.
3. Polihidroxiácidos (PHA), que es la gluconolactona o ácido lactobiónico. Es la variante más suave de los alfahidroxiácidos, así que es la opción que deben elegir las pieles sensibles.
Duda frecuente: ¿Cómo saber si mi piel necesita AHA o BHA?
Los exfoliantes AHA y BHA tienen beneficios en común y beneficios propios. “Ambos eliminan las células muertas de la superficie de la piel, suavizan, reducen la apariencia de líneas de expresión y arrugas, ayudan a igualar el tono de la piel, la hidratan y restauran su luminosidad”, explica el dermatólogo Corey L. Hartman, asesor de Paula’s Choice, que abunda en sus diferencias concretas:
Los AHA son hidrosolubles, especialmente hidratantes y se ha demostrado su eficacia para reducir los signos de fotoenvejecimiento (manchas, arrugas profundas, etc.).
Los BHA son liposolubles, por lo que tienen la ventaja exclusiva de que también son capaces de penetrar en interior de los poros para desobstruirlos y limpiarlos. Por lo tanto, son perfectos si se tiene piel con tendencia acneica, puntos negros, granos o espinillas.
Cómo usar los ácidos en la piel
Para sacar todo el partido, conviene seguir algunas normas.
- Si es la primera vez, realiza una prueba de parche, como se hace con la coloración capilar casera. Pones un poco del producto en zona de piel limpia y observa si la piel reacciona (cierto hormigueo es normal). Si se enrojece un poco, no pasa nada pero no debe durar más de media hora.
- Los ácidos (en loción, sérum o mascarilla), siempre sobre la piel seca. Si es un gel limpiador, sobre piel húmeda.
- Aunque suene a verdad de Perogrullo, sigue escrupulosamente las instrucciones del fabricante. Dos mascarillas con el mismo ingrediente pueden tener dos protocolos de aplicación muy diferentes para minimizar la irritación.
- Los ácidos, siempre en la rutina de noche.
- No se usan varios ácidos en la misma rutina salvo que el fabricante indique lo contrario. Si se quieren obtener resultados distintos, lo mejor es alternar día/noche o aplicarlos en distintos días.
- Evita siempre el contorno de ojos, el área de los labios, el cuello y la piel cerca de los orificios de la nariz.
- La frecuencia es clave. En principio, salvo que un experto te paute lo contrario, hay que ir poco a poco, empezando con un día a la semana y llegando a máximo tres, salvo en el caso de las limpiadoras y las lociones, que suelen estar formuladas con los ácidos junto a otros ingredientes que permiten un uso frecuente.
- Importante terminar la rutina con una buena hidratación y nutrición que deje la barrera lo más restaurada posible. ¿Lo mejor? Crema a base de ácido hialurónico (recuerda que, en realidad, no es un ácido así que no hay problema), con ceramidas o un aceite vegetal adecuado a tu tipo de piel.
- Por supuesto, dado que la piel sometida a ciertos ácidos se queda ligeramente desprotegida, al día siguiente la protección solar muy alta de amplio espectro es, más que nunca, totalmente innegociable.
CAMALEON COSMETICS Serum ácido glicólico y láctico Ultra Plus (16,90€) Suero con un complejo de extractos naturales ricos en alfa hidroxiácidos naturales que actúan como exfoliantes promoviendo la proliferación celular. Ideal para las manchas, también aumenta la producción de colágeno de la piel.
gh x Cristina Mitre 5 AZELAIC-S (33,90€) Es una loción facial de uso diario, formulada con Azeloglicina®, ácido salicílico y extracto de algodón. Tiene acción despigmentante sobre las manchas, equilibra la piel y mantiene los poros limpios, evitando la formación de puntos negros y comedones.
ARTURO ALBA Solución Exfoliante Química (46€/20 ampollas) Con un complejo de ácidos libres Al 17% que contiene ácido cítrico (acción despigmentante), ácido málico (actúa sutilmente sobre la piel), ácido glicólico (promueve la renovación celular), ácido tranexámico (despigmentante y renovadora de las finas líneas) y ácido salícilico (seborregulador, antiséptico, reduce la oxidación producida en el sebo facial).
PAULA’S CHOICE Calm1 % BHA Exfoliante Piel Sensible (39€) Es un exfoliante sin aclarado no abrasivo en fórmula hidratante mejorada con ingredientes calmantes que combaten las principales causas de la sensibilidad. Suaviza la piel apagada y desobstruye los poros a la vez que protege la barrera delicada de la piel, en una nueva. Contiene ácido salicílico al 1 %, azúcares prebióticos y extracto de seda.
SKIN GENERICS ID SKIN Lactobionic acid 2% Exfoliante suave (9,95€) Tratamiento para acné, poros dilatados y puntos negros con ácido lactobiónico al 2%, un exfoliante suave que elimina las células muertas de la piel, revelando una piel más joven y fresca. Con extracto de aloe vera calmante e hidratante y vitamina E protectora.