Cada verano es habitual encontrar algún titular que habla de casos en los que viajeras y viajeros han protagonizado desternillantes escenas en los controles de seguridad de los aeropuertos al haber tenido que abrir sus equipajes por haber pensado los responsables del control que sus juguetes sexuales eran artefactos… Sospechosos. Dejémoslo ahí. Por eso, las firmas de juguetería erótica incluyen ya entre sus productos diseños que han sido pensados de forma específica para ser llevados en la maleta sin tener que vivir estampas dignas de sketch. Un ejemplo es We-Vibe Sync Go, que ha sido diseñado teniendo en mente a los más viajeros. Se trata de un vibrador para parejas de tamaño compacto que incluye un discreto estuche de viaje.
Pero antes de meter en la maleta un juguete sexual, travel friendly o no, es fundamental saber que a la hora de viajar, no sólo resulta esencial informarse acerca de las vacunas necesarias para emprender el viaje, saber bien qué documentación hay que llevar y cuáles son las cuestiones de seguridad básicas, sino también qué política tiene tu destino respecto a los juguetes eróticos. Porque aunque parezca mentira, hay sitios que no sólo multan a quienes los llevan consigo, sino que incluso les deportan. Hay casos en los que puede haber penas de cárcel. Por eso la tienda de juguetes para adultos EasyToys ha recopilado algunos destinos cuyas aduanas pueden hacer que el comienzo del viaje esté repleto de sustos e incluso puedan suponer el final de la aventura.
Aunque al hablar de las Maldivas lo habitual es pensar en playas paradisiacas y hoteles pensados para el hedonismo pleno, motivos por los que hablamos de uno de los destinos preferidos de los felices y enamorados tortolitos que van de luna de miel, es importante saber que ahí los juguetes sexuales son considerados pornografía. Los juguetes podrían ser confiscados en la aduana (cabe la posibilidad de que los envíen a tu hogar), pero la cosa es completamente diferente si no estás de viaje. Si vives en Maldivas, puedes enfrentarte a penas de cárcel. Mientras tanto en Tailandia, por más que lamentablemente es un lugar muy conocido por el potente mercado que el turismo sexual ha construido, tanto la venta como la posesión de juguetes sexuales son ilegales. Si descubren que portas uno, la pena puede ascender a los 1.600 euros.
El sexo es un tema tabú en Vietnam, un destino cada vez más popular entre los viajeros españoles, y por ello está prohibido tanto como comprar como importar juguetes sexuales. Ese es el motivo por el que de dar un agente de seguridad con uno en la aduana, este será inmediatamente confiscado. Lo curioso es que pese a esos tabúes que rodean tanto a Vietnam como Tailandia, en ambos lugares la compra y venta de juguetes sexuales es un negocio en auge en el mercado negro. Por eso, las autoridades están muy pendientes y detienen con frecuencia a vendedores, propietarios y contrabandistas.
En Arabia Saudí el consumo, la fabricación y la posesión de alcohol están completamente prohibidos, y por descontado, la legislación se extiende hacia los juguetes sexuales. De hecho, resulta sorprendete saber que incluso los objetos que puedan parecer un juguete erótico, como un masajeador, no podrán entrar en el país. Aunque en la India no están expresamente prohibidos y pueden ser utilizados en la intimidad del hogar de cada uno, mostrarlos en escaparates o compartir imágenes online puede estar prohibido al ser considerado algo obsceno. En resumidas cuentas: si planeabas llevar un juguete sexual a la India, mejor déjalo en casa. Además, ¿no dicen que los reencuentros son siempre maravillosos?
Ahora viene una sorpresa: tanto en Alabama como en Texas hay leyes muy estrictas contra el uso de los juguetes sexuales. Por si fuera poco, en Alabama la compra y la venta de productos eróticos es ilegal, aunque poseerlos no lo es… ¡Arriba la coherencia! Mientras tanto en Texas, por más que no están prohibidos -aunque la compra-venta es también completamente ilegal-, existe una ley que establece que no puedes tener más de cinco juguetes sexuales en tu posesión. Es decir: puedes llevar algún juguete, pero deja el resto de la colección en casa. Que nadie se sorprenda, por cierto, ante “la colección”, porque pese a que la vida sexual de los ‘sex toys’ es larga, hay que tener en cuenta factores como la frecuencia de uso, la calidad del producto en general y su estado de conservación. Además, las marcas lanzan actualizaciones de sus productos, por lo que nunca está de más echar un vistazo a las novedades que incluyen para ver si se adaptan mejor a nuestras necesidades o si pueden añadir un extra de placer que sus hermanos mayores no tienen.
Para finalizar, la tienda erótica Diversual cuenta con una serie de recomendaciones para quienes vayan a viajar con sus juguetes, como lavarlos y dejarlos secar al aire antes del viaje, guardar los toys por separado, colocarlos en la parte central de la maleta para que así la ropa les proteja y amortigue posibles golpes, retirar las pilas y guardarlas por separado y en el caso de que los juguetes tengan baterías, asegurarse de que están bien apagados. Hay más de una historia de personas a las que se les han activado los juguetes en la maleta en pleno viaje… Y ya podéis imaginar el show, que en lugar de abogar por el “must go ON”, lo cambia por el “must go OOOOOH”.