El desfile Métiers d’Art 2024 de Chanel aterriza en Pekín reuniendo a un selecto grupo de invitadas que han encapsulado la elegancia y visión de la maison francesa.
Desde embajadoras globales hasta iconos locales, estas mujeres no solo han lucido los mejores looks de la firma, sino que lo han personificado, cada una a su manera. ¿Entre la audiencia? Outfits que redefininen los códigos clásicos de la casa en un contexto culturalmente enriquecedor. Te contamos quiénes han sido nuestras favoritas.
Carlota Casiraghi, el epítome del glamour francés
Carlota Casiraghi, una de las embajadoras más icónicas de Chanel y miembro de la realeza monegasca, brilló con un look de lentejuelas negras, rematado con detalles minimalistas que resaltaban su porte natural. Su larga relación con la maison la ha consolidado como una de sus representantes más auténticas.
El vínculo con Chanel
Lo que une a estas mujeres es más que su elección de atuendo; es su historia con Chanel. Desde Carlota Casiraghi, que representa la unión entre la elegancia moderna y las tradiciones familiares, hasta Liu Wen, quien resalta la universalidad de los diseños de la maison, Chanel se adapta a diferentes culturas y estilos personales. Y cada look refleja la capacidad de la marca de evolucionar sin perder su esencia.
La modelo francesa Caroline de Maigret, fiel a su preferencia por el negro, destacó en el desfile junto al lago del Oeste con un abrigo largo de tweed negro. La prenda, adornada con delicadas aplicaciones de lentejuelas que brillaban bajo la luz, se complementaba con un cierre frontal de botones joya, añadiendo un toque de lujo discreto. Su elección fue un ejemplo perfecto de elegancia clásica con un aire contemporáneo.
El desfile, una obra de arte en sí mismo
El Métiers d’Art es una celebración de los artesanos que dan vida a los detalles más intrincados de las colecciones de Chanel. El entorno en el Museo de Arte de la Academia Central de Bellas Artes en Pekín sirvió como telón de fondo perfecto para una velada inolvidable. Texturas, bordados y accesorios se combinaron con las luces de la capital china para crear una atmósfera que fusionaba tradición y modernidad.
En definitiva, Chanel volvió a demostrar su posición como líder del lujo, no solo en la pasarela, sino también a través de quienes visten sus creaciones…, porque este desfile fue un auténtico manifiesto de estilo y arte.
El desfile fue una explosión de creatividad y savoir-faire, donde cada detalle, desde los accesorios hasta las texturas, celebraba la tradición y el futuro de la maison. Chanel nos recordó, una vez más, que la moda no es solo lo que vestimos, sino cómo nos expresamos. ¿El veredicto? Un desfile inolvidable que consolidó el estatus de Chanel como la cúspide del lujo.