Cuando hablamos de decoración, el ciclo de la moda no perdona. Lo que fue tendencia en el pasado, a menudo regresa con fuerza años después, y en este otoño no es diferente. Hablamos de la decoración de baños al estilo vintage que nuestras abuelas popularizaron en su momento.
Los azulejos clásicos, colores suaves y detalles con encanto están de vuelta. Después de años de estilos minimalistas y acabados ultramodernos, la calidez y la personalidad de lo retro reclaman su lugar. Pero, ¿cuáles son esos elementos tan característicos que vuelven este otoño?
Fotografía: Apartment Therapy
1. Azulejos de pequeño formato y mosaicos geométricos
Los azulejos en formato pequeño, conocidos como subway tiles, ya dominaban las cocinas y baños a mediados del siglo pasado. Este diseño, que evoca a las estaciones de metro de Nueva York, es ahora un must en baños contemporáneos. Los mosaicos geométricos en blanco y negro o los patrones más atrevidos de estilo mid-century, que probablemente habrás visto en la casa de tus abuelos, regresan con una fuerte carga emocional. En este otoño, los veremos en duchas, paredes y suelos.
2. Lavabos de pedestal y bañeras con patas
Nada grita más vintage que un lavabo de pedestal o una bañera con patas. Estos elementos clásicos, que eran sinónimo de lujo y buen gusto en las casas de antaño, vuelven a ser tendencia. Las bañeras con patas, a menudo fabricadas en hierro fundido, están conquistando los baños modernos por su aspecto elegante y su capacidad para convertirse en el punto focal de la habitación. Los lavabos de pedestal, por su parte, recuperan protagonismo como piezas de diseño que aportan ligereza visual al espacio. Si bien en los últimos años se favorecieron las encimeras grandes y los muebles flotantes, esta temporada apuesta por piezas más refinadas que optimizan el espacio y aportan un toque de elegancia retro.
3. Papeles pintados florales y detalles románticos
El wallpaper con estampados florales, que muchas abuelas utilizaban para darle vida a los espacios, también está volviendo a los baños modernos. Aunque durante años se desterró de esta área por miedo a la humedad, hoy, gracias a los avances en materiales impermeables, es posible crear ese ambiente nostálgico y acogedor que recordamos. Los motivos botánicos, con colores apagados o tonos pastel, ofrecen una sensación cálida y acogedora que nos transporta a tiempos pasados. También es común ver detalles románticos como molduras decorativas, espejos dorados y luces tipo candelabro.
4. Grifería dorada o en acabado bronce
Durante décadas, el acabado plateado y cromado dominó la escena en baños modernos, pero este otoño, el oro y el bronce vuelven con fuerza. Las abuelas ya conocían bien el poder de una grifería en tono cálido para elevar el estilo de su baño, y ahora, esta tendencia se está modernizando con formas más estilizadas y pulidas. Las llaves y duchas en bronce envejecido o dorado aportan un aire de sofisticación que nos remonta a los años 20 o 30, pero con un toque actualizado que combina a la perfección con materiales modernos como el mármol o el cemento pulido.
5. Muebles de madera y toques artesanales
Las abuelas siempre valoraban los materiales nobles, y los muebles de madera no podían faltar en sus baños. Esta temporada, los muebles de madera vuelven a destacar, especialmente en tonos cálidos y con acabados naturales o ligeramente envejecidos. Las piezas hechas a mano, como pequeños taburetes o cestas tejidas, también se cuelan en los baños modernos, sumando calidez y un toque artesanal que resalta la nostalgia de épocas pasadas.
6. Espejos con formas y marcos vintage
El espejo redondo o con forma de arco, con marcos ornamentados, es otra tendencia que está ganando terreno. Inspirados en los que solíamos ver en las casas antiguas, estos espejos aportan carácter y estilo sin requerir grandes cambios estructurales. Además, si se combinan con una iluminación adecuada, pueden hacer que un baño pequeño se vea más amplio y luminoso, todo mientras mantienen esa estética retro tan solicitada.
7. Colores suaves y tonos neutros
Si algo caracterizaba los baños de antaño era la suavidad de su paleta cromática. Tonos neutros como el crema, el rosa palo, el verde salvia o el azul polvo están reemplazando los tonos brillantes y saturados de temporadas anteriores. Estos colores, inspirados en la naturaleza y en los baños de mediados del siglo XX, crean ambientes relajantes, ideales para el bienestar personal, algo que las abuelas ya intuían y que hoy vuelve a cobrar relevancia. ¿Te apuntas?