SEXO

¿La mejor práctica en la cama? Probablemente no es la que esperabas

Las conclusiones han generado un debate sobre las nuevas normas en la vida sexual moderna. Las reglas del juego están cambiando

La sexualidad es un espectro tan amplio y diverso que las preferencias en torno a las prácticas sexuales son de lo más dispares, además de haber evolucionado tremendamente con el tiempo. Ahora, varios estudios recientes parecen haber sacudido las percepciones tradicionales al concluir que una proporción sorprendentemente alta de personas prefiere la masturbación mutua al sexo tradicional. Las conclusiones, de las que se ha hecho eco la revista Journal of Sexual Behavior, han generado un debate sobre las nuevas normas en la vida sexual moderna. Sí, has leído bien. Las reglas del juego están cambiando.

Uno de estos estudios ha sido llevado a cabo por el Instituto de Investigación en Sexualidad Humana (IRSH), centro que encuestó a más de 1,500 adultos de diferentes edades y orientaciones sexuales en varias ciudades globales. Los participantes fueron cuestionados sobre sus prácticas sexuales actuales, incluyendo la frecuencia y la satisfacción con la masturbación mutua en comparación con el acto sexual tradicional.

Uno de los hallazgos más sorprendentes fue que un 68% de los encuestados prefieren la masturbación mutua a las relaciones sexuales tradicionales. Además, el estudio concluye que las personas que practican la masturbación mutua con regularidad tienen un mayor nivel de satisfacción sexual en comparación con aquellos que no lo hacen.

El estudio también revela algunas excepciones a destacar. En concreto, un pequeño grupo de los encuestados describió la masturbación mutua como una práctica “rara” o “incómoda”. Estas percepciones negativas podrían estar relacionadas con factores culturales, personales o de comunicación que aún necesitan ser abordados para una mayor aceptación general de la práctica.

Dilan Kiliç, autor principal del informe Masturbación Mutua y Satisfacción Sexual: Un Estudio de Prácticas en Pareja, publicado este mismo año, ha señalado que los hallazgos podrían contribuir a un cambio en la percepción social de la masturbación. Tradicionalmente vista como una actividad individual y, en ocasiones, estigmatizada, la masturbación mutua desafía las nociones convencionales sobre el acto sexual. Kiliç argumenta que la creciente aceptación de esta práctica puede ser un reflejo de una mayor apertura y madurez en la forma en que se aborda la sexualidad en la sociedad moderna. A medida que las personas se sienten más cómodas hablando abiertamente sobre sus deseos y explorando nuevas formas de conexión, prácticas como la masturbación mutua podrían convertirse en una parte integral de las relaciones sexuales saludables.

Además, se concluye que aquellos que se tomaban el tiempo para explorar nuevas prácticas, posiciones o ambientes tendían a mantener una vida sexual más estimulante y gratificante. La variedad no solo mantiene el interés; también permite a las parejas descubrir nuevas formas de conectar y disfrutar juntas.

Y un último apunte: también hablan de la importancia del bienestar general. Mantener una salud física y mental adecuada tiene un impacto directo en la vida sexual. El estrés, la fatiga y otros problemas de salud pueden afectar negativamente el deseo y la calidad del sexo. Por lo tanto, los sexólogos recomiendan prácticas regulares de autocuidado, ejercicio físico y una alimentación equilibrada como parte integral de una vida sexual saludable.

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