Se estima que la industria del envejecimiento alcance el año que viene un valor global de 610.000 millones de dólares, y los expertos coinciden en señalar que la longevidad bien entendida no consiste en vivir más años, sino en vivir mejor. Por eso existen numerosos libros, tratamientos e incluso retiros en los que el objetivo es la longevidad, que se ha convertido en un verdadero negocio. “La longevidad no se trata sólo de acumular años mientras nos vamos marchitando lentamente”, advierte el Dr. Petter Attia en ‘Sin límites (Outlive): La ciencia y el arte de la longevidad’ (Gaia Ediciones, 2023). Explica que la mayoría de sus pacientes lo entienden instintivamente y que cuando pasan por su consulta por primera vez, suelen insistir en que no quieren vivir más tiempo si ello implica tener un estado de salud cada vez peor. Les recuerda que el pasado no tiene por qué dictar el futuro. “Tu longevidad es más maleable de lo que crees”, asegura.
Una vida larga y accesible… ¿sólo para unos pocos?
Aunque el término longevidad se ha hecho con la cultura pop de la mano de figuras como Elon Musk, sin duda ha sido Gwyneth Paltrow una de las responsables de que el concepto se haya infiltrado en las conversaciones de a pie. Pese a que es por todos sabido que la gurú de estilo de vida no escatima ni en gastos ni en excentricidades, su rutina de longevidad, comparada con la que defiende Bryan Johnson, conocido como “el Kardashian de la longevidad” por gastar al año 2 millones de dólares en prácticas de rejuvenecimiento y longevidad, resulta realmente relajada. Al fin y al cabo, Johnson toma 111 suplementos al día. “Todos sabemos qué tenemos que hacer para ser más longevos, ¿verdad? La gente está ahora obsesionada con la medicina de la longevidad y parece que hemos llegado a un consenso sobre cuáles son las bases para lograrla. Dormir bien es fundamental, así como controlar los pensamientos para mantener bajo control el estrés, que puede hacer que el sistema inmunológico no funcione de forma adecuada. Creo que también es importante tener relaciones saludables y por supuesto, no abusar ni del alcohol ni del azúcar”, explica la actriz a ‘Business Insider’.
Comenta que sus prácticas de longevidad van evolucionando a medida que va aprendiendo cosas y que está abierta a las nuevas modalidades y descubrimientos científicos. Sin embargo, aclara que no sueña con vivir para siempre. “No soy de esas personas. Quiero tener una vida saludable, pero no quiero tener 165 años”, señala.
Paltrow confía en las enseñanzas del doctor Mark Hyman, experto en longevidad. El director médico de RoseBar en Six Senses Ibiza imparte en este prestigioso hotel Young Forever Longevity Retreat, uno de los programas más destacados del club que promueve la salud y lucha por aumentar la esperanza de vida. De la mano de la alimentación, el ejercicio, prácticas de estilo de vida y terapias regenerativas y de biohacking, el Dr. Hyman guía a los participantes en la activación de los mecanismos de longevidad de sus cuerpos, dejándolos renovados y posiblemente rejuvenecidos biológicamente. Este club de longevidad y antienvejecimiento, el primero en España, ofrece programas personalizados basados en la medicina funcional. Entre los tratamientos que ofrece se encuentra la crioterapia, que también está disponible en otro templo del bienestar y la longevidad, Longevity Hub by Clinique La Prairie. Consiste en exponer todo el cuerpo a -110ºC, entre uno y tres minutos para experimentar una sensación de frío seco superficial, sin llegar a sentir frío intenso ni malestar. Entre sus beneficios destaca el proceso analgésico, antiinflamatorio, regenerativo y antidepresivo que se desencadena en el cuerpo. “El objetivo no es llegar a los 110 años, sino que el tiempo que vivamos lo hagamos con buena movilidad y un cerebro con todas sus funciones. El verdadero secreto de la juventud está en reforzar nuestro sistema inmunológico, reducir el estrés oxidativo y la inflamación. Nuestra crioterapia a -110ºC es una poderosa estrategia para influir en este proceso y frenar el proceso de envejecimiento”, aclara Chiara Corradetti, Brand Executive, de Longevity Hub by Clinique La Prairie.
Ejercicio y comida saludable: cuando la fuerza de voluntad es la que ayuda
Lo sabemos: hasta ahora, parece que la longevidad es sólo alcanzable para los adinerados, ¿verdad? Por eso hablamos con el Dr. Manuel De la Peña, cardiólogo y académico de prestigio internacional y autor de ‘Guía para vivir sanos 120 años’ (Vergara, 2024), que habiendo tomado como base las enseñanzas de los supercentenarios y los estudios de investigación para alargar la vida, explica a sus lectores cómo convertir en espontáneas las actividades que favorecen la longevidad y a saber crear entornos propicios para este tipo de vida. El doctor asegura que lo que caracteriza a las personas más longevas es llevar “una dieta sana con muchas proteínas vegetales, con restricción de sal y azúcar, a base de muchas verduras y cereales integrales y consumo de aceite de oliva y pescado. Es fundamental tener la salud como una prioridad, decidir que nos vamos a cuidar cada día más y no esperar a mañana, sino más bien a decir “hoy empiezo a caminar a realizar ejercicio físico diario y a comer sano”, ya que tan sólo estas dos decisiones constituyen el 75% de nuestra calidad de vida. Únicamente el 25% está en manos de nuestra genética, sobre la cual también podemos influir positivamente con la epigenética, es decir, con nuestras costumbres sanas”, asegura. Precisamente ahora Larousse Editorial publica ‘La cocina de la longevidad’, un libro en el que Laura García, que actualmente centra su trabajo alrededor de la longevidad al alcance de todos, explica cómo los buenos hábitos de vida son los pilares sobre los que se sustenta nuestra longevidad.
Pero volvamos a las claves que están más allá del menú y de ese estilo de vida saludable que en realidad todos sabemos cómo poner en práctica, pero por el que por diferentes motivos, no siempre apostamos, porque desafortunadamente no hay cura alguna para la falta de voluntad. Cuando preguntamos al doctor De la Peña acerca de los paneles de diagnóstico de longevidad, responde que lo ideal es hacer un análisis de los telómeros para conocer su longitud, que es la que determina la edad cronológica y la edad biológica. “Por otro lado, lo ideal es hacerse un test genético que nos permita conocer la predisposición a sufrir determinadas enfermedades tomando como base los antecedentes personales”, explica a ‘Artículo 14’. “En el mercado cada día habrá una mayor oferta de servicios de longevidad y la clave es ofrecer tratamientos aprobados por la FDA y que se encuentren contemplados en el marco regulatorio del país donde se vayan a aplicar. Tengo mucha confianza en el uso de la inteligencia artificial y herramientas como Alfafood 3 seguramente lograrán frenar el envejecimiento”, asegura.
Para finalizar, la pregunta del millón… Y nunca mejor dicho. ¿Es más fácil vivir más y mejor para los especialmente adinerados? “Conozco a personas riquísimas que no se gastan ni un euro en su salud y sin embargo, conozco a personas normales que invierten en su vitalidad y bienestar. El dinero ayuda, pero no es lo más importante, ya que en España tenemos la mejor seguridad social del mundo y un sistema de salud muy sólido y eficaz”, responde el Dr. Manuel De la Peña. Como señala como broche final García en su libro, vivir más y mejor depende, y mucho, de cómo vivamos, y la autora recuerda que nunca es tarde para empezar a hacer bien las cosas… Porque al parecer, no hace falta tomar 111 suplementos ni invertir casi 2 millones de euros. Por favor, ¿puede alguien pasarme una receta para tener un poquito de fuerza de voluntad?