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Lo que demuestra la elección del hombre más guapo de América

John Krasinski ha sido elegido por la revista ‘People’ como el hombre más sexy del año. ¿Es casualidad que tras el triunfo de Trump se aplauda la normatividad?

Si algo hemos aprendido de la elección anual del hombre más sexy por parte de la revista ‘People’ es que el elegido, por más que nos empeñemos en decir que triunfa un tipo de masculinidad diferente y por más que queramos pensar que nos gustan los hombres de estética ratonil a lo Timothée Chalamet, siempre es un hombre canónico que no daría un disgusto a tu abuela. El año pasado, cuando nos querían hacer creer que las siluetas indie sleeze eran las atractivas, Patrick Dempsey fue elegido el hombre más sexy del año, triunfando una vez más los músculos y las penetrantes miradas cristalinas frente a esas cualidades que queríamos aplaudir y subrayar. De hecho, ese año ni siquiera el actor estaba en plena promoción, por lo que la elección sorprendió a muchos. ¿Por qué aplaudir la belleza del actor de ‘Anatomía de Grey’ cuando la serie tiene ya más temporadas casi que el propio Dempsey años?

El ganador este año ha sido John Krasinski, un hombre que en nuestro país no es especialmente conocido y que forma parte de los 35 que ya han ocupado la portada. Por cierto: Johnny Depp, George Clooney, Brad Pitt y Richard Gere han sido escogidos en dos ocasiones. La publicación insiste en señalar que el físico no es lo primordial en la elección, y al decir esto es cuando queremos señalar lo que de él se destaca en la portada: “Siempre inteligente, siempre divertido y trayendo siempre buenas noticias”. Es decir: estamos tan hartas de situationships y de dramas que lo que queremos es tranquilidad y estabilidad. “El humor y la positividad son ingredientes esenciales para una relación saludable porque aportan ligereza y alegría al día a día. En Bumble vemos cómo gestos sencillos como compartir memes o bromas internas, algo que el 89% de las personas solteras en España consideran muestras de afecto, generan conexión y refuerzan los lazos emocionales. Estamos viendo como en España llega una ola de ‘Micro-Romance’ donde los solteros celebran los pequeños gestos que generan grandes emociones. Una pareja con buen humor no sólo mejora la convivencia, sino que también ayuda a afrontar los desafíos con una perspectiva más constructiva, promoviendo un ambiente de apoyo y complicidad en el que ambas personas puedan florecer”, explica a ‘Artículo 14’ Alba Duran, directora de marketing en Bumble España.

Buscamos a alguien que sepa querer bien, nos hemos vuelto independientes y se nos ha olvidado el amor. Venimos de relaciones tóxicas y preferimos no estar con nadie a estar con cualquiera, porque el 90% de las personas no saben querer bien. Por eso buscamos a alguien que sepa hacerlo, que sepa acompañarnos y que sea capaz de hacer sentir independientes y capaces de todo y queramos estar con él porque nos aporta bienestar emocional, diversión y nada de toxicidad”, asegura la psicóloga y sexóloga Mariona Gabarra. Añade que al hombre hetero siempre se le ha exigido que fuera masculino, serio y el adulto de la relación. “Por eso son personas que no son tan cariñosas y que no fluyen tanto en las emociones más allá de su papel de cuidadores. Quizás no es que queramos que nos hagan reír todo el tiempo, porque nos gusta también que se planteen cosas, pero queremos que salgan del perfil ultra masculino que les han vendido que nos gusta. Por eso quizás buscamos a alguien más agradable y con humor fuera del rol de macho alfa masculino”, dice.

El comentarista de cultura pop Blakely Neiman Thornton cree que la elección encaja perfectamente en el marco tan conservador que define a la actual sociedad americana tras el triunfo de Donald Trump. “John Krasinski ha sobrevivido a muchos juegos de “A quién me follo, con quién me caso y a quién mato”, pero siempre ha sido el elegido para casarse. Tiene esa energía del hombre con una acogedora casa de campo y un Volvo híbrido, y en un país en el que los valores conservadores se imponen, la gente fantasea más con la consistencia emocional que con los orgasmos”, asegura.

Lucía Jiménez, psicóloga y sexóloga de Diversual, comenta que el concepto de la masculinidad ha ido cambiando, y lo que antes se consideraban rasgos masculinos; como la dureza emocional y física, la racionalidad, la capacidad resolutiva y la frialdad, ahora se ven como características que pueden resultar un hándicap a la hora de construir un vínculo afectivo. “Lo que antes se consideraba masculinidad, a secas, ahora se entiende como masculinidad tóxica. Y se aboga cada vez más por las llamadas nuevas masculinidades, que no son más que nuevas formas de entender uno de los polos del binarismo hombre/mujer. Estas nuevas masculinidades entienden que la candidez emocional, la cercanía, los cuidados, la presencia, la delicadeza… también pertenecen al hombre, y que una persona que no alimenta todas estas partes de sí misma, puede llegar a conectar con grandes sentimientos de vacío y a no ser capaz de mantener vínculos con la intimidad que requieren”, explica.

“Además, estos hombres se permiten explorar más en el plano sexual y ya no ven los juguetes sexuales para mujeres como una amenaza. Las mujeres reclaman cada vez más estos atributos en sus parejas, dejando a un lado la romantización de lo rudo, y dando la mano a sus compañeros para que se sientan seguros dejando ver esas partes de ellos”, comenta. Pero volvamos a esos aspectos que se señalan en la portada de la revista, que denotan que lo que ahora hace sexy a un hombre es una actitud positiva capaz de alejar esas nubes negras
que tantas veces no nos permiten ver el sol. “Cuando pasamos tiempo con alguien, nuestras neuronas espejo se comunican, se activa la empatía e incluso se sincronizan las ondas cerebrales. Nos sintonizamos con la persona que tenemos enfrente, y una sintonía basada en emociones positivas, será siempre más agradable, y nos hará tener más ganas de pasar tiempo juntos, que cuando el intercambio está lleno de quejas, reproches y problemas. El humor relaja, nos permite estar más receptivos y reduce el estrés. ¿Quién no va a querer rodearse de personas que le hagan sentirse así?”, se pregunta Lucía Jiménez.

La revista ha intentado reinventar una vez más la masculinidad al incluir entre los candidatos al hombre más sexy del año a Benny Blanco, la pareja de Selena Gomez, cuyo físico ha sido cuestionado por muchos. Sin embargo, al final, año tras año termina por triunfar un hombre normativo y la elección de Krasinski demuestra que en tiempos conservadores, no tiene sentido que la revista People intente hacer al mundo pensar que la normatividad no sigue siendo carne de portada, pues ni los short kings (esos hombres bajitos, como Tom Holland, que los medios aseguran son cada vez más deseados) ni los rodent men (los hombres con rasgos ratoniles que comentamos al inicio del texto) pueden desbancar a un señor con unos bíceps tan grandes que merecen tener DNI propio, melenas contundentes y sonrisas resplandecientes. Quizás buscamos estabilidad, confort, risas y apoyo, pero al parecer, al final siempre se aplaude al señor canónico que parece salido de un anuncio de perfumes.

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