“¿Qué hacen niñas de 12 años poniéndose cremas antiarrugas, usando Retinol y haciéndose peelings? Una cosa es cuidarse la piel y emplear crema solar, algo que supone un acto de autocuidado, pero creer que tu piel necesita 10 productos diferentes por la mañana y por la noche es una victoria del patriarcado y del capitalismo. Las redes están plagadas de vídeos de niñas usando productos abrasivos para la piel, productos anti edad o anti arrugas pero, ¿qué arrugas tiene una niña de 12 años?
La búsqueda de la piel perfecta ha existido siempre, esa piel sin acné, poros ni manchas, haciendo que por ello tengamos en la cabeza la idea de que son cosas a corregir”, explica Júlia Salander, autora de ‘Tu argumentario feminista en datos’ (Montena, 2024). “Antes la lógica era llegar a una edad y ponernos cremas, pero ahora está la prevención, que supone evitar a toda costa que eso ocurra. Supone el temor a tener arrugas siendo esclavas de un canon de belleza nocivo, construyendo un ritual alrededor de la imagen. Hemos interiorizado que o somos guapas o no valemos nada. En Suecia han puesto un límite de edad de 15 años para comprar determinados productos en las farmacias, como ocurre por ejemplo con el Retinol, para hacer así entender a las niñas y adolescentes que no necesitan esto”, asegura.
¿Demasiado pronto?
En el estudio ‘La realidad de la Cirugía Estética en España’, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética señala que en España, más del 90 % de las intervenciones de cirugía estética se concentran entre los 18 y los 60 años, correspondiendo un 29,5% de las intervenciones a personas de entre 18 y 29 años. No es de extrañar que este porcentaje vaya en aumento, pues las redes sociales están repletas no sólo de filtros que borran cualquier poro o arruga (generando así la denominada “dismorfia del selfie”, que distorsiona la forma en la que nos percibimos), sino de todo tipo de trucos y métodos para intentar frenar el paso del tiempo. Cristina Sainz, Directora Gerente de Clinica Ityos, considera que la clave es entender que no todos los tratamientos son adecuados para todas las edades. “En nuestra clínica abogamos por un enfoque personalizado y preventivo, evaluando primero las necesidades específicas de cada paciente. En algunos casos, es adecuado comenzar en edades tempranas con tratamientos que no buscan cambios radicales, sino promover la salud de la piel y retrasar los primeros signos de envejecimiento de una manera muy natural y suave. Por ejemplo, tratamientos de hidratación profunda o procedimientos que estimulan el colágeno pueden ser apropiados. Lo importante es que cualquier intervención se realice con prudencia y con un enfoque de continuidad, apostando por la naturalidad y sin excesos”, explica a ‘Artículo 14’.
La presión estética nos rodea a todas, y por descontado, las actrices sienten este peso sobre sus hombros de una manera ciertamente acusada.
“Mentiría si te dijera que no pienso en retoques, porque los veo constantemente. ¡Veo frentes que parecen delfines! De momento me voy a mantener firme en no hacerme nada, pero es inevitable estar pensado en esto”, explica la actriz Anna Castillo en una entrevista concedida a ‘Madmenmagazine. Mientras que hubo un momento en el que los maquillajes elaborados y cubrientes eran los que triunfaban, ahora lo preferible es la ‘clean-girl aesthetic’, y lejos de lo que pudiera parecer, esta estética que aboga por pieles relucientes carentes de cualquier imperfección, en las que el maquillaje no es siquiera necesario, son aún más dañinas y generan una presión mayor que esos maquillajes cubrientes, pues exigen una piel privilegiada que no todo el mundo tiene.
Elisabeth Álvarez, directora de INOUT y creadora de Elisabeth Álvarez Cosmetics, cree que lo fundamental es encontrar un equilibrio. “Comenzar una rutina de cuidado de la piel es bueno desde que somos muy jóvenes con pasos básicos como limpieza, hidratación, y protección solar. Sin embargo, en cuanto a tratamientos más avanzados, puede ser contraproducente si se empieza demasiado pronto, ya que el tipo de piel y sus necesidades cambian con la edad. Un buen punto de partida es enfocarse en la prevención antes de optar por tratamientos más intensos, que pueden dejarse para edades en las que el envejecimiento se vuelve un proceso más notable. De todas formas, cada caso es un mundo y es absolutamente personal. Si, por ejemplo, es un adolescente con acné juvenil y ese tema le acompleja mucho y a unos niveles que ya están fuera de lo puramente estético, aunque sea joven, sí es el caso y tiene sentido, se podría empezar con algún tratamiento indicado para este caso en particular”, aclara.
El problema de las redes sociales va más allá de esas pieles perfectas, pues muchas personas se auto proclaman skincare experts y dan consejos a sus seguidoras que en muchos casos no son válidos para las necesidades de su piel y en otros, son o exageraciones fruto de una operación de marketing o mera publicidad. Los estándares inalcanzables de belleza que además se asientan crean un peligroso desequilibrio entre la piel real y la piel que vemos en las redes sociales. María Vicente, cirujana y médico estético con consultas en Murcia y Lorca, explica que la Generación Z ha crecido con las redes sociales, con la belleza inmersa en la cultura, el maquillaje, la peluquería y al tener más información sobre ello, quiere comenzar antes. “Es muy bueno siempre que la información que llegue sea real y de profesionales médicos o especialistas en la materia. Las redes sociales han aportado mucho, pero también han iniciado falsos mitos que no son verdad”, advierte.
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La Generación Baby Botox
El Baby Botox es un procedimiento estético consistente en aplicar la toxina botulínica en dosis muy bajas, inyectándola en los músculos donde en un futuro se pueden generar marcas de expresión o arrugas. Es más frecuente en pacientes entre 25 y 30 años que no constan de fuertes líneas de expresión o que aún no han aparecido. “Al final el baby botox es una modalidad de los neuromoduladores en la que se aplica menor dosis que en pacientes más maduros. Lógicamente, una persona más joven no tiene las arruguitas tan pronunciadas o el músculo tan fuerte. Por lo tanto, nos encanta el tratamiento con neuromoduladores, sea baby o no, pero siempre va a depender de las necesidades del paciente”, comenta María Vicente.
Cristina Sainz considera que se trata de una tendencia interesante, pues responde a la demanda de muchos pacientes jóvenes que buscan resultados sutiles y naturales. “En ITYOS creemos que este tipo de botox, aplicado en pequeñas dosis, puede ser muy efectivo para prevenir líneas finas y mantener una piel joven sin perder expresión facial. Es un buen ejemplo de cómo se pueden usar las técnicas de medicina estética de una forma responsable y sin caer en la exageración. Sin embargo, siempre recomendamos que sea realizado por profesionales experimentados y que forme parte de un plan integral, combinado con otros cuidados preventivos para optimizar los resultados”, aclara.
Pero, ¿qué tratamientos son oportunos para que alguien en la veintena luche contra el paso del tiempo? Elisabeth Álvarez asegura que a esa edad la clave está en prevenir, más que en corregir. “La radiación solar es responsable de la mayoría de los signos de envejecimiento de la piel, y aplicarlo diariamente es imprescindible. Los antioxidantes, como la vitamina C, ayudan a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro, y además aportan luminosidad. Por ejemplo, el sérum Súper Antiox de Elisabeth Álvarez Cosmetics es un acierto absoluto. Por último, asegurar una buena hidratación diaria con ingredientes como el ácido hialurónico, que ayuda a mantener la piel firme y rellena”, explica.
María Vicente explica que más que luchar contra el paso del tiempo, lo importante es “envejecer de una manera saludable”. “Por ello, consideramos que las redensificaciones son algo fundamental porque es mejorar la hidratación y la flacidez de la piel desde dentro y sin aportar volumen, es uno de los mejores tratamientos preventivos que hay. La neuromodulación en casos en los que se marquen mucho determinadas zonas del rostro, como el entrecejo, también son maravillosas para esa edad, porque si dejamos que la arruguita se marque mucho, al final la relajación no va a ser suficiente”, explica. Indica que por último, a veces, es necesario reponer estructuras como la región de la ojera, el pómulo o el mentón. “Otro tratamiento que nos encanta es la radiofrecuencia médica, una manera de estimular colágeno sin inyección y de manera gradual”, añade.
El problema de la obsesión de las más jóvenes con frenar el paso del tiempo es que se trata una misión imposible capaz de desembocar en frustración, en ciertos desórdenes mentales y en desequilibrios de la auto imagen para las que no hay Retinol suficiente. La clave es el equilibrio, pero, ¿quién tiene la receta para lograrlo?