Kate Middleton ha reaparecido este domingo en el homenaje nacional que se celebra cada año para honrar los militares británicos caídos en combate. La ceremonia, como cada noviembre, simboliza el sacrificio de quienes lucharon en la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como en otros conflictos; y representa una de las tradiciones más respetadas de la realeza británica y de Reino Unido.
Para esta ocasión, la princesa de Gales observó el acto junto a Sophie de Wessex, duquesa de Edimburgo, mientras el rey Carlos III lideraba la ceremonia en la que se realizó una ofrenda floral. La gran ausencia de la jornada fue la de la reina Camilla, quien no acudió debido a una infección pulmonar.
La princesa de Gales tradicionalmente compartía el balcón con el rey Carlos y el príncipe Guillermo durante la solemne ceremonia, un espacio que también fue ocupado por la reina Isabel II y, más recientemente, por la reina Camilla. Sin embargo, la ausencia de la reina consorte, que se encuentra de baja por una infección respiratoria y ha cancelado toda su agenda para asegurar su pronta recuperación, ha dado a la princesa de Gales la oportunidad de ocupar un lugar central en este simbólico acto.
Con una chaqueta negra de estilo militar adornada con las tres tradicionales amapolas que suele lucir en su solapa en esta fecha y unos pendientes de diamantes y perlas de Baréin, provenientes de la colección privada de la fallecida Isabel II, los mismos que Lady Di llevó en 1982, la princesa quiso homenajear una vez más a la reina Isabel II, con quien tenía una gran relación. Completó su atuendo con un tocado negro adornado con plumas y un delicado velo de redecilla.