Después del estruendo mediático del divorcio entre Brad Pitt y Angelina Jolie, llega el turno de Jennifer López y Ben Affleck, una pareja que, a lo largo de los años, supo vivir bajo los focos tanto en su primera etapa como en su reencuentro veinte años después.
Ahora, la relación que cautivó titulares desde su reconciliación en 2021 y su boda de cuento en julio de 2022 llega a su fin con un acuerdo que podría protagonizar su propia película: no hubo pacto prenupcial y los bienes acumulados en su matrimonio entran en el reparto.
Entre los detalles del acuerdo, destaca que López conservará el anillo de compromiso que Affleck le entregó cuando retomaron su romance. No es cualquier anillo: un diamante verde de 8,5 quilates que parece cargado de simbolismo y exclusividad. Pero los diamantes no lo son todo en esta historia: en 2023, la pareja adquirió una mansión en Beverly Hills valorada en 60 millones de dólares.
Ahora esa propiedad, testigo de su breve idilio marital, figura entre los bienes comunitarios que deberán dividir. Además, el acuerdo contempla los activos empresariales de ambos: las firmas de entretenimiento de López y la productora de Affleck, Artists Equity, entran también en el juego.
La pareja, en el festival de cine de Venecia en 2021 / EFE
Si algo han querido dejar claro ambos, es que el bienestar de sus familias está por encima de todo. En ese sentido, han hecho lo posible para que sus hijos no vean sus mundos tambalearse más de la cuenta, favoreciendo encuentros familiares que mantengan una apariencia de normalidad en un momento que de normal tiene poco.
Mientras tanto, sus carreras siguen siendo el motor de sus vidas. López, siempre en el ojo del huracán artístico, acaba de ser galardonada con el premio Legend & Groundbreaker en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs. Allí, frente a un público que no podía apartar la mirada, reflexionó sobre cómo las mujeres enfrentan rupturas y cómo el rol que interpreta en Unstoppable dialoga con su propia experiencia personal. “Las mujeres somos fuertes y siempre encontramos la manera de mantenerlo todo unido”.
Unos jóvenes Ben Affleck y Jennifer López, hace veinte años / EFE
Affleck, por su parte, ha optado por la discreción. Aunque permanece volcado en su trabajo, no ha descuidado un ápice su papel como padre. Fuentes cercanas aseguran que sigue siendo su prioridad, incluso cuando Hollywood lo reclama.
Así, con un telón final que parece más calmado de lo que muchos esperaban, López y Affleck cierran un capítulo que, pese a las altas expectativas con las que empezó, terminó siendo más terrenal que de cuento. Ahora, ambos avanzan por separado, aunque con la certeza de que sus nombres, como siempre, seguirán cruzándose en las páginas del espectáculo.