La sostenibilidad es un tema cada vez más presente en el debate sobre el futuro de la moda, y los expertos en economía no dejan de subrayar un punto crucial: más allá de cualquier iniciativa, la clave está en consumir menos, pero de mejor calidad. Con este enfoque, las tendencias pueden servir como guía para realizar compras más conscientes y duraderas.
Afortunadamente, esta temporada las marcas han vuelto la mirada al pasado, rescatando piezas icónicas y reinterpretándolas de manera contemporánea. Esto ofrece la oportunidad única de invertir en prendas que no solo están de moda, sino que también se convertirán en básicos atemporales en nuestro armario.
La capa
La capa se ha convertido en la prenda de abrigo protagonista de la temporada. Firmas como Carolina Herrera, Chloé y Dior la han presentado en sus últimas colecciones, y su impacto ha sido inmediato. Afortunadamente, es una tendencia que ya podemos encontrar tanto en marcas de lujo como en opciones más accesibles.
En los últimos años, el clásico trench en talla XL ha dominado las pasarelas y las calles, y aunque seguirá presente en las colecciones, la nueva versión de esta pieza llega reinterpretada con un corte estilo capa o capelina. Esta prenda evoca el estilo victoriano y las chaquetas de caza de principios del siglo XX, aportando un toque nostálgico pero sofisticado.
Sin embargo, la versatilidad de la capa no acaba ahí: veremos capas cortas superpuestas sobre abrigos del mismo tono, o con botonaduras de lujo, inspiradas en la estética ecuestre. En cuanto a tejidos, las opciones son variadas y sorprendentes: desde las clásicas espigas y lanas, hasta gabardinas, tejidos encerados e incluso en tejido denim, lo que ofrece una gran variedad de estilos para todos los gustos.
La blusa con lazada
Otra tendencia que llegó la primavera pasada con fuerza es la lazada y este otoño invierno repite. Loewe, Dolce & Gabanna o Saint Laurent son algunas de las marcas que las han devuelto al armario. Y pocas cosas transforman una prenda con tanta sutileza como una lazada bien colocada. En el cuello, puede convertir una simple camisa en una pieza sofisticada, incluso de noche. Este año, las camisas con lazada, en tonos clásicos como el negro, blanco o azul marino, son una inversión segura. La versatilidad de la lazada permite jugar con diferentes estilos: atada a un lado, al frente, hacia atrás, e incluso abierta a modo de corbata desabrochada. Todo vale.
Aunque los colores de tendencia pueden atraer nuestra atención, serán las tonalidades neutras las que perduren en nuestro armario, sirviendo tanto para acompañar una falda lápiz en un entorno laboral como para complementar un esmoquin en un evento de noche (como ya nos mostrara en 1975 Yves Saint Laurent en la imagen de Helmut Newton). Los tejidos predominantes esta temporada serán ligeros y fluidos, con acabados satinados y delicados al tacto. Puede que nos tienten las camisas de colores que son tendencia, pero serán las tonalidades neutras las que perduren en nuestro armario. Podremos lucirlas siempre acompañando una falda lápiz en un día de trabajo o complementando un esmoquin en un evento de noche. Los tejidos que nos vamos a encontrar son vaporosos y suaves, satinados, finos y delicados. Hay que advertir que las camisas denim con lazada nos harán sucumbir. En estos casos, las tonalidades más acertadas serán el índigo profundo o el azul oscuro casi negro, que aportan una elegancia atemporal a una prenda informal.
El abrigo de piel
Anna Wintour, la influencer número uno del mundo de la moda y directora global de Vogue, ha mantenido durante años un estilo inconfundible: su icónico corte de pelo, sus inalterables gafas de sol, y un abrigo de napa. Aunque no siempre es el mismo porque varía en tonos y detalles, sí que se repite el patrón clásico. Se trata del abrigo de piel con solapa y botonadura estilo sastre, una elección que, a estas alturas, ha demostrado ser infalible: funciona y muy bien con todo. Y las marcas más deseadas se han rendido a la evidencia (ya a la Wintour). Prada, Miu Miu o Loewe han puesto en escena abrigos de piel en sus últimas colecciones con largos midi y cortes clásicos. Solapas amplias, estilos cruzados o incluso versiones inspiradas en chaquetas marineras, todos en tonos neutros que garantizan versatilidad.
Dada la naturaleza de este tipo de prendas, su precio refleja una inversión significativa, pero a largo plazo, resulta ser una de las más acertadas. Estos cortes y materiales, atemporales por excelencia, son capaces de resistir el paso de las tendencias y siempre encuentran su lugar de regreso en el guardarropa.