Nostradamus afirmó que el fin de mundo ocurriría en el año 3797. Bien, nosotras lo que sabemos es que el mundo se acabará el día que Inés Domecq no acuda bien vestida a un evento. Porque lo de la marquesa de Almenara está claro que no es de este planeta. Y, lo que más nos gusta realmente, es que ella se ha ido posicionando como una de las mujeres más elegantes de nuestro país de una manera sosegada, sin estridencias, trabajando e intentando pasar desapercibida.
Es verdad que su matrimonio con Javier Martínez de Irujo, que le hizo acceder a la familia de los Alba, le dio una proyección mediática que ella no buscaba y de la que no se ha ocultado. Pero tampoco se puede negar que estamos ante una emprendedora que ha demostrado que no se conforma con lo que le da la vida, sino que va siempre en busca de nuevos retos.
Formada en las relaciones públicas y con una carrera de estilista, ahora disfruta las mieles del éxito con el proyecto que quizás más le llena: The IQ Collection, la firma de ropa que lleva su nombre y en la que comparte negocio con su hermana Mercedes y Virginia Pozo. A través de esta marca ha conseguido colarse en el armario de muchas celebrities e, incluso, de la reina Letizia, que también se ha apuntado al estilo de esta andaluza que consigue que toda España vista bien.
¿El secreto de sus outfits? El primero es uso del color. Los estampados y los contrastes son una de las señas de identidad de Inés Domecq. A través de ellos nos vende un concepto de marca y de estilo muy relajado pensado para disfrutar y, sobre todo, divertirnos. Y eso lo vemos en todas sus apariciones, donde siempre hay una serie de detalles en los que nos podemos detener, siempre con un toque alegre y con un punto chic que solo mujeres como ella sabe hacerlo fácil.
Otro elemento muy presente en el estilo de Inés, y de su marca, son los juegos de formas. Nos ha acostumbrado a unas hombreras potentes, cinturas altas y siluetas alargadas, que ella defiende de maravilla. En la elaboración de este estilo tan personal tuvo también mucho que ver el diseñador Roberto Diz, a quien dio rienda suelta para desarrollar todo un universo creativo que ella lucía allá donde la invitaban. De esta manera, podemos entender que hay un poso de este creador en todo lo que hace Inés, aunque siempre se adivina su gusto personal.
Eso lo vemos, por ejemplo, cuando tiene que combinar sus vestidos con otras marcas. Los accesorios que suele lucir la marquesa de Almenara destacan también por compartir el mismo lenguaje estético que el de sus diseños. Así, la podemos cazar por las calles de Madrid con un elegante bolso de Louis Vuitton con correa multicolor o luciendo el estampado toile de jouy de Dior. Y no tiene problema con combinarlos con vaqueros, top blanco y abrigo camel o un vestido de lino o algodón con estampado tropical. En la colección que desarrolla para Heden, vemos cómo implementa esa misma idea, con propuestas de corte arquitectónico que mezcla colores y texturas.
Los tocados, las gafas y los pendientes también han pasado a formar parte del ADN de Inés Domecq. Para estos últimos suele tener siempre un gusto muy particular, apostando normalmente por piezas muy llamativas en diversos materiales, como puede ser la cerámica. De hecho, alguna vez le hemos visto con propuestas de firmas como Lladró. La idea es crear una coherencia entre el vestido y los accesorios que ella logra siguiendo la máxima (nunca mejor dicho) del “más es más”… pero sin pasarse. De esta manera, las gafas, por ejemplo, le gustan con corte cat eye y discretas, para que no compitan con los pendientes y así no sobrecargar el look general.
Para el calzado, en cambio, suele ser algo más conservadora. Apuesta prácticamente por cualquier modelo, tanto de tacón fino como sandalia planta e, incluso, con Converse, dándole el toque sport a su impecable estilismo. La gusta, eso sí, como en todo, que tengan algo especial, y eso lo observamos en la colección que desarrolló para Cuplé, donde un diseño sencillo se potenciaba con detalles originales, ya fueran por el estampado o por las aplicaciones que lucían. De carácter optimista y con personalidad, está claro que el estilo de Inés Domecq era el mejor para cerrar el repaso que hemos hecho estas semanas a las reinas de la elegancia este verano.