El ser humano no debería medirse en centímetros, pero ¿a quién no le gusta dar la talla y mirar al mundo al menos de igual a igual, o, si puede ser, un poquito por encima del hombro? De eso sabe mucho el empresario Antonio Fagundo, que heredó de su tío Andrés Ferreras el negocio de zapatos con alzas Masaltos.com, que calza desde hace décadas a la realeza europea, políticos, actores de Hollywood y gente de cualquier parte del mundo con un mismo propósito: elevar su estatura de manera invisible.
Desde Sevilla, nos atiende sin quebrar la confianza de su clientela. No puede dar nombres, pero tomamos como pista las cartas que recibió recientemente de algunas Casas Reales europeas con motivo de su 30 aniversario en internet. En las monarquías actuales, no hay varones de poca estatura, pero sí mujeres muy altas que estilizan aún más su figura con zapatos de tacón. Si repasamos algunos posados, veremos como parejas desiguales con el tiempo acabaron nivelándose.

El diseñador Lorenzo Caprile. Cortesía: Antonio Fagundo
Kate Middleton, por ejemplo, se acerca al 1,80. La reina Margarita de Dinamarca, que abdicó en enero de 2024, supera esa estatura. Máxima de los Países Bajos y Matilde de Bélgica. Precisamente, las felicitaciones llegaron de estas dos Casas Reales. El rey Felipe de Bélgica animó a la empresa “a continuar por este camino de prosperidad y éxito”, mientras que los monarcas holandeses, amantes de lo sevillano, destacaron positivamente que Masaltos.com reciba pedidos desde Países Bajos. “Paradójicamente, los hombres más altos del mundo residen en este país, según un estudio realizado en el 2019 por el Imperial College London”, señala el empresario. Quizá por eso, la estatura sea motivo de molestos agravios comparativos.
Fagundo vende más de 12.000 pares de zapatos al año y tiene clientes en más de 120 países de los cinco continentes. Aunque la estatura media en España está lejos de alcanzar a los países mencionados, el 70 % de su producción se exporta. En su catálogo, hay más de cien modelos de zapatos de ceremonia, de vestir y moda casual. Uno de sus clientes más conocidos es el diseñador Lorenzo Caprile, con quien, además, colabora desde hace cinco años en Maestros de la costura. Ha lucido, por poner algún ejemplo, unos Preston negros, unos Alexandro en camel, Bardolino en negro y Birmingham también en negro.
“Paradójicamente, los hombres más altos del mundo residen en Países Bajos, según un estudio realizado en el 2019 por el Imperial College London”. Quizá por eso, la estatura sea motivo de molestos agravios comparativos
Otro de sus clientes más conocidos es el presentador de televisión Pablo Motos, un hombre que acostumbra a bromear con su estatura y habla con orgullo de los populares zapatos sevillanos con los que crece unos siete centímetros. “La mayoría de los invitados son más altos que yo”, le dijo el año pasado a Becky G al observar que la cantante, que apenas supera el metro y medio, jugaba en la misma liga. Por cierto, Fagundo nos cuenta que hace poco le escribió un portero de fútbol de Primera División. “Nos preguntó si teníamos pensado hacer botas de fútbol con alzas, ya que los porteros deben medir como mínimo 1,85 para jugar con los primeros equipos, y con alzas darían la talla. Le hemos dicho que es un tema que vamos a estudiar, pero que hay que tener en cuenta que a los deportistas de élite los miden descalzos”.
Este tipo de razones avalan las conclusiones de algunos estudios que asocian una elevada estatura con éxito social y profesional, atractivo, mayor ganancia económica, mayor índice de masa corporal e incluso mejor salud. Habría que ver la letra pequeña de estas investigaciones, pero lo que nos confirma Fagundo es que ese deseo persiste desde antiguo.

Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en ‘Casablanca’
Un estudio que ha realizado Masaltos.com concluye que, desde el cine clásico hasta las superproducciones actuales, la altura ha sido un factor determinante en la construcción de los personajes. “La industria audiovisual ha recurrido a diversas estrategias para realzar la presencia de sus estrellas en la pantalla, como el uso de zapatos con alzas, plataformas que se añaden a los zapatos o ángulos de cámara estratégicos”. Es el caso de Humphrey Bogart (1,71 m). “El eterno galán de Hollywood utilizó unas plataformas especiales que añadió a sus zapatos en Casablanca para igualar la altura de Ingrid Bergman (1,78 m), logrando escenas memorables como el icónico beso final en el aeropuerto”.
Tom Cruise (1,70 m) aceptó la sugerencia de las alzas, según nos cuenta el empresario, para enfatizar el carisma de Maverick, su icónico papel en Top Gun. De paso, se aproximaba al casi metro ochenta de la protagonista femenina, Kelly McGilllis. Tan bien le sentó verse crecido que ha hecho de las alzas su aliado invisible fuera de la pantalla, más teniendo en cuenta su legendaria tendencia -ahora rota- a enamorarse de mujeres notablemente más altas.
Aunque deberíamos superar el tabú de la estatura en las parejas, ese plus de siete centímetros ha supuesto para políticos como Nicolas Sarkozy un seguro de confianza en sí mismos. Antes de descubrir la tienda sevillana, el ex presidente francés, casado con la modelo Carla Bruni, se veía en serios aprietos en su afán por dar la talla, no solo al lado de su esposa, también en la política. Pedía un elevador detrás del atril, buscaba un escalón más alto en el posado… alimentando sin querer la comidilla de todos los corrillos.

Sarkozy y Carla Bruni / EFE
El mismo problema, aunque peor talante, tenía Silvio Berlusconi. El exmandatario italiano, fallecido en 2023, enloquecía cuando le recordaban su pequeñez. “Soy más alto que Putin y Sarkozy, soy tan alto como Prodi Romano. Mido 1,71 metros y no entiendo la manía de todos los dibujantes de viñetas que me pintan como un enano y a los otros como normales”, gritó en un mitin. Con sus enfados, solo logró que los medios de comunicación sacaran a relucir el uso de las alzas. No es vanidad. Cualquier analista sabe que ostentar el poder exige realzar la figura del gobernante, cuidar su puesta en escena y potenciar su aspecto.
A menudo son los propios asesores los que aconsejan y realizan los pedidos oportunos. Aunque Masaltos.com tiene una tienda física a pie de calle en Sevilla, la mayoría de los clientes prefieren la compra online y, a menudo, usan el nombre de otra persona. Como es lógico, Fagundo acaba identificando su calzado cada vez que su clientela más afamada aparece en televisión, alfombras rojas, posados en prensa, conferencias de prensa o cumbres políticas. También los internautas se han vuelto muy avezados a la hora de detectar este crecimiento espontáneo y enseguida aparecen nombres: Putin, Albert Rivera, Mick Jagger, Carlos Baute, José María Aznar, José Luis Martínez-Almeida… El empresario ni confirma ni desmiente, aunque sí nos cuenta una anécdota: “Nos pagaron 1.000 euros por unos zapatos hechos por encargo con piel de cabra del Himalaya y cristales de Swaroski para un actor de Hollywood”. No es difícil poner nombre a tan excéntrica petición.