Los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, vuelven a ser el centro de la controversia tras las recientes investigaciones sobre la gestión financiera de su fundación, Archewell. La prensa británica ha puesto el foco en las significativas pérdidas reportadas por la organización, generando especulaciones sobre la viabilidad del proyecto que, inicialmente, prometía ser un pilar de su vida tras desvincularse de la familia real.
La polémica comenzó a intensificarse cuando se reveló que Archewell ha tenido dificultades para alcanzar sus objetivos financieros, a pesar de los acuerdos multimillonarios que los Sussex firmaron con plataformas como Netflix y Spotify. Según varios informes, la fundación ha generado menos ingresos de lo esperado, y sus proyectos benéficos no han tenido el impacto que inicialmente se preveía. A esto se suma la terminación del contrato con Spotify, lo que ha causado un fuerte revés a las finanzas de la pareja.
Además, las críticas apuntan a que gran parte de los ingresos generados no han sido destinados a las actividades benéficas que inicialmente prometieron, sino que han cubierto costes operativos y logísticos. Esto ha llevado a la prensa y a algunos críticos a cuestionar la transparencia y eficacia de Archewell, generando dudas sobre si la fundación realmente está cumpliendo con sus objetivos caritativos.
Escándalos recientes
Esta no es la primera vez que la pareja se enfrenta a un escrutinio mediático tan fuerte. En paralelo a las críticas financieras, las tensiones con la familia real continúan marcando el relato público de los Sussex. Según algunos medios, los enfrentamientos con miembros clave de la realeza, como el rey Carlos III y la princesa de Gales, han avivado aún más la controversia, afectando la imagen de Harry y Meghan, que buscan redefinir sus roles fuera de la monarquía.
Mientras tanto, el escándalo financiero ha generado un debate público sobre la capacidad de la pareja para manejar grandes proyectos filantrópicos y si realmente son una fuerza benéfica o si están utilizando su plataforma para beneficio personal. Estos problemas recientes ponen en duda no solo su futuro profesional sino también su estabilidad financiera.
Aunque Harry y Meghan siguen defendiendo los valores detrás de su fundación, asegurando que sus proyectos tienen un impacto positivo, los medios y expertos financieros se mantienen cautelosos. La capacidad de Archewell para recuperarse dependerá en gran medida de cómo gestionen los desafíos financieros actuales y si logran restaurar la confianza pública. Tiempo al tiempo.