En la última campaña de Miu Miu no hay ropa que grite, ni poses forzadas, ni la velocidad histérica que a veces acompaña a la moda. Lo que hay es una pausa. Gigi Hadid aparece detenida en imágenes que no parecen fotos sino retratos, como si alguien hubiese decidido pintar con cámara en lugar de pincel. La campaña, dirigida por Steven Meisel, se presenta como una especie de anacronismo intencionado: no intenta parecer moderna, sino eterna.
La colección de bolsos, protagonizada por los modelos Wander y Arcadie, es la excusa, pero también el punto de fuga. Los hay en ante, en cuero, en colores que van del fucsia al pistacho pasando por un chocolate que no necesita explicaciones. Las imágenes están retocadas digitalmente para emular la textura de la pintura al óleo, lo cual, lejos de ser un recurso superficial, amplifica la sensación de estar frente a algo que no se ha hecho para un clic rápido sino para ser mirado con la misma paciencia con la que uno recorre un museo.
Hadid no es nueva en el universo Miu Miu. Desfiló en el show de otoño 2025 en París y ha trabajado antes con Meisel, pero aquí su papel va más allá del de modelo: es una figura que conecta referencias que van desde los retratos de sociedad de John Singer Sargent hasta las muñecas de Margaret Keane, con un pie en el glamour y otro en la ironía.
El estilismo corre a cargo de Lotta Volkova y la dirección creativa está firmada por Edward Quarmby, que orquestan un equilibrio complejo: los elementos visuales son exuberantes, pero nada se siente gratuito.

Fotografía: GUEST IN RESIDENCE
Gigi Hadid, el rostro de una década
Desde sus primeras campañas con Guess hasta convertirse en imagen de Versace, Chanel, Burberry o Valentino, Hadid ha sabido encarnar tanto la opulencia barroca como la limpieza del minimalismo. Lo mismo deslumbra en un vestido de alta costura que en una sudadera de Reebok, marca con la que también colaboró en una línea propia. Y si con Tommy Hilfiger firmó una de las alianzas más rentables del sector, con Steven Meisel, fotógrafo de su reciente campaña para Miu Miu, ha construido una complicidad estética que la ha elevado a categoría de retrato.
En 2022 lanzó su propia firma, Guest in Residence, centrada en cashmere y demostrando que su relación con la moda no es solo de pasarela, sino de materia y forma. También ha dado el salto a la televisión como presentadora de Next in Fashion, consolidando su papel de referente transversal… Una década después, sigue siendo el rostro que mejor entiende su tiempo.