En el corazón gastronómico de la capital se encuentra Dicharachero Madrid, un restaurante nacido de la historia de amistad y pasión por la cocina de Teresa y Javier. Dos amigos de la infancia que, después de compartir innumerables veranos en la Herradura de Almuñécar, decidieron unir sus talentos para crear una propuesta culinaria diferente y llena de chispa.
Cuando cierran por vacaciones de verano, la amistad que los une es tan fuerte que ni siquiera entonces logran desconectar el uno del otro. Fieles a la tradición familiar, continúan veraneando juntos en la Costa Tropical, donde el mar y la nostalgia de los días de infancia siguen siendo el mejor escenario para sus días de descanso.
La historia profesional de Teresa y Javier es tan singular como su restaurante. Teresa, apasionada de la cocina desde que visitó un mercado en Barcelona, quedó fascinada por las explicaciones sobre cada producto que ofrecían los vendedores. Ese día despertó en ella una chispa imparable. No tardó en inscribirse en la prestigiosa escuela de hostelería Hofmann, donde realizó un curso de cocina profesional y practicó en sus restaurantes. Desde entonces, los fogones se convirtieron en su segundo hogar. Teresa nunca ha dejado de aprender y experimentar, buscando constantemente nuevas formas de sorprender a sus comensales, llegando incluso a formar parte de la décima edición de Masterchef España.
Por su parte, Javier, cansado del mundo financiero, decidió dar un giro radical a su vida. Fascinado por la energía y el dinamismo del mundo de la hostelería, pronto se convirtió en un experto del sector, acumulando experiencia con la gestión de varios restaurantes en Madrid. Su carácter abierto y su personalidad extrovertida le valieron el sobrenombre de “dicharachero,” un nombre que ahora da identidad al restaurante como un claro tributo a su forma de ser.
Dicharachero Madrid ofrece una propuesta gastronómica que se aleja de lo convencional en la capital. Su concepto de tapas para compartir es un festín de pequeños bocados individuales que llevan al comensal a un recorrido por sabores originales y sorprendentes.
La carta combina influencias de la cocina asiática con los sabores más auténticos de España, siempre con el toque distintivo de Teresa. El objetivo es claro: cuantos más platos puedas probar, mejor será la experiencia.
Desde tapas que coquetean con ingredientes exóticos hasta reinterpretaciones vanguardistas de clásicos españoles, cada bocado en Dicharachero Madrid cuenta una historia. Entre los favoritos del público destacan propuestas llenas de creatividad y chispa, perfectas para una comida entre amigos o una cena especial.
La conexión entre Teresa y Javier trasciende lo meramente profesional. Ambos han trasladado su amor por la Costa Tropical y sus recuerdos de infancia al ambiente del restaurante, donde la cercanía y la alegría son tan protagonistas como los platos que salen de la cocina.
El papel de Teresa al frente de los fogones es fundamental. Su meticulosa formación y constante evolución se reflejan en cada receta, aportando no solo técnica sino también una pasión genuina que se percibe en cada bocado.
Mientras tanto, Javier aporta su experiencia en la gestión de restaurantes y su inigualable don de gentes, asegurando que cada comensal se sienta como en casa. Su carácter dicharachero impregna el ambiente del local, donde las risas y la buena comida son una constante.
Dicharachero Madrid no solo es un restaurante, es una experiencia que invita a disfrutar, descubrir y compartir. Teresa y Javier han conseguido crear un espacio donde la gastronomía se vive de manera cercana, vibrante y llena de sorpresas.
Si buscas un lugar en Madrid para probar algo diferente, donde los platos son originales, ricos y sobre todo “muy dicharacheros,” este restaurante es una parada obligada. Desde sus raíces, en la Costa Tropical, hasta la efervescente escena culinaria de la capital, Dicharachero Madrid es el resultado de una amistad que ha sabido traducirse en una aventura culinaria inolvidable.
Sin duda, Teresa y Javier han logrado algo único: un espacio donde la pasión por la cocina y el amor por la vida se sirven en cada plato.
Ensaladilla premium
Para la base de la ensaladilla:
- 200gr de patata
- 100gr de zanahoria
- 50gr de aceitunas tipo gordal
- 1 huevo duro
- 50gr de ventresca en aceite de oliva virgen extra
- 1 lata de mejillones en escabeche grande
- 3gr de sal
- 90gr de mayonesa
Receta:
- Lo primero que haremos es cocer en abundante agua la patata y zanahoria peladas hasta que estén bien cocidas.
- Cuando se enfríen, rallamos ambos ingredientes sobre un bol, con ayuda de un rallador.
- Picamos las aceitunas y el huevo e incorporamos al bol.
- Agregaremos la ventresca y solo el líquido del escabeche de los mejillones y guardamos los mejillones para emplatar.
- Por último, añadimos la mayonesa y la sal, y mezclamos todo bien.
- Enfriamos en la nevera hasta que lo sirvamos.
Para la tierra de kamalata:
- Un puñado de aceitunas de kalamata
Receta:
- Deshuesamos las aceitunas y secamos a 65º en el horno. Tienen que quedarse totalmente secas.
Para la espuma de kalata:
- 250 gr de mayonesa
- 100 gr de aceitunas de kalamata deshuesadas
Receta:
- Trituramos los dos ingredientes bien.
- Lo pasamos por un chino y lo metemos en un sifón con una carga y, si hiciera falta, añadiremos una segunda.
Emplatado:
- Ponemos 350gr de ensaladilla en la base del plato.
- Colocamos 4 mejillones en escabeche, napamos con la espuma de kalamata y rallamos las aceitunas secadas en el horno con un rallador fino para hacer la tierra.
- Lo acompañamos con un pan de pergamino negro que es fino y crujiente.