ESTILO 14

Emojis, su nuevo lenguaje: desvelan la edad y la ideología

Desvelan tu edad e incluso puede que tu ideología: el poder de los emojis Lejos de ser insignificantes dibujos que animan las conversaciones digitales, los emojis encierran diferentes significados y pueden ser (mal)interpretados hasta la polémica

La película "Emojis"

A lo largo de los últimos meses se ha escrito mucho acerca de cómo el emoji del pulgar hacia arriba es interpretado como un gesto de pasivo agresividad por parte de la generación Z, haciéndonos ver esta noticia que realmente, el uso de emojis puede dar lugar a malinterpretaciones de todo tipo. “Usar emojis solía ser algo divertido y eficiente, pero ahora parece un fraude algo ineficaz. En lugar de comunicar ideas, ahora se espera que representen a una persona específica o a una situación concreta. Esta visión da lugar a muchos problemas.

Los emojis ahora son un lenguaje ilustrativo en lugar de uno ideográfico y muestran escenas específicas en lugar de orbitar alrededor de conceptos. La gente, en lugar de las ideas, se sitúa en el corazón del lenguaje de los emojis”, escribe en ‘The Atlantic’ Ian Bogost.Los investigadores de la Universidad de Nottingham han descubierto en un reciente estudio que la edad, el género y la cultura pueden influir en la forma en que los interpretamos. Los resultados del estudio revelaron una variedad de diferencias en cómo los participantes clasificaron los emojis que representan expresiones emocionales faciales, que pueden no ser “universales”; cuando se transfieren a emojis. Los resultados actuales tienen implicaciones importantes, por ende, al considerar el uso de emojis con interlocutores de diferentes culturas o edades.

El uso de emoticonos no sólo refleja diferencias generacionales, sino también la evolución de la comunicación digital en general. La creatividad de la generación Z al usar emojis para transmitir emociones complejas muestra una habilidad para la expresión visual que se ha vuelto crucial en un mundo donde la comunicación escrita a menudo puede parecer fría o distante.

Dinámicas según cada generación

Los millennials, al optar por un enfoque más directo, a menudo buscan eficiencia en la comunicación, mientras que los boomers se apegan a lo clásico, lo que puede hacer que su comunicación se sienta más formal. Esta diversidad en el uso de emojis puede llevar a malentendidos, especialmente cuando un emoji puede tener diferentes connotaciones según la edad del emisor.

Reconocer estas diferencias es clave para mejorar la comunicación intergeneracional. Al final, el lenguaje de los emoticonos se convierte en una herramienta poderosa para construir puentes entre generaciones y por eso es esencial conocer las diferencias, para que esos puentes no se conviertan en barreras. Aunque tanto millennials como la Gen Z emplean de forma habitual emoticonos, los primeros suelen utilizarlos de una forma más tradicional. Por si fuera poco, un estudio de Adobe revela que el 32% de las personas de la Generación Z ha terminado una relación utilizando un emoji.

La gente joven, de menos de 30 años, usa muchos gifs y stickers personalizados, no tantos emojis convencionales que, como dicen, no son lo suficientemente expresivos para ellos. En aplicaciones como TikTok o Instagram sí que los emplean para las descripciones, pero en sus grupos de WhatsApp, los suelen evitar. No sucede así con los usuarios mayores de 50 años, cuyas conversaciones son una fiesta de emojis constante’”, explica Carmen Pérez, una investigadora de la Universitat Politècnica de València (UPV), perteneciente al Departamento de Lingüística Aplicada, que ha desarrollado un estudio en el que ha analizado el uso actual en las conversaciones de WhatsApp de estos elementos gráficos. “Nos queremos diferenciar del resto; cada vez buscamos ser más originales en nuestras conversaciones y para ello
creamos nuestros propios stickers y gifs. Sobre todo en las conversaciones grupales de jóvenes, cada comunidad tiene su propia batería de gifs y stickers a la carta, que son la seña de identidad del grupo”, asegura Pérez.

Además, si incluso poner una piña de determinada forma en el carro de la compra es ahora una nueva señal comunicativa, ¿cómo no lo va a ser la forma en la que empleamos los emojis? El problema es que en realidad, no tienen significados asentados, por lo que pueden dar lugar a tropiezos conversacionales que deriven en conflictos. “Los emoticonos son una forma cultural de comunicación que se utiliza para matizar y enfatizar en un contexto de conversación o incluso para crear polémicas o conflictos, esencialmente también con un sentido humorístico. Como forma cultural y comunicativa que se ha intensificado recientemente, sobre todo con el uso del móvil y los diferentes catálogos de emojis que están incorporados en las diferentes aplicaciones, tienen un uso más intenso, pero inicialmente tuvieron la función de introducir algún elemento más emotivo dentro de la comunicación textual, que es siempre más seca, directa y a veces, da lugar a malinterpretaciones”, explica a ‘Artículo 14’ Gemma San Cornelio, cuya labor de investigación se centra en el estudio de las formas creativas de los medios digitales.

¿Han perdido los emojis su inocencia?

“Los emojis aportan esos matices. Si por ejemplo gasto una broma y hay una ironía no explícita, la puedo enfatizar con un emoticono con el ojo guiñado. Son gestos que sirven para transformar dependiendo del uso que le quieras dar. Cuantos más emojis se empleen, crece la confusión, porque habrá menos elementos textuales a los que agarrarse. Creo que los significados nunca han estado 100% asentados. Aunque algunos están más consolidados, si tenemos en cuenta el origen, se interpretan diferente en cada cultura”, asegura.

Partiendo de esa base, no considera que haya un consenso absoluto ni unos acuerdos. “Los significados o formas de uso se modifican con el tiempo, por lo que es algo dinámico. Las generaciones más jóvenes es probable que utilicen más los emoticonos y estén más al día o sean más conscientes de estos cambios o modas. Mientras que algunos emoticonos han adquirido un sentido cultural bastante consensuado, otros van mutando. En un estudio reciente se comenta que los adultos de mayor edad no se sentían tan seguros en el uso de los emojis, pero no por desconocimiento, sino por su ambigüedad y al sentir inseguridad al pensar que al ponerlos, quizás no se entienda bien su significado”, explica.

Antes un dulce smiley era un simple emoji simpaticón, pero teniendo en cuenta la velocidad con la que cambian los códigos y la ausencia de una base asentada de significados… ¿Han perdido los emojis su inocencia? Lo que parecían ser pequeños dibujos simples encapsulan algunos de los debates actuales e incluso se pueden convertir en elementos de controversia política, y por ello hemos de ser cuidadosos a la hora de emplearlos. Si pudiera terminar el texto con el de un emoji, sería con el que tiene una gotita de sudor en la frente, pero quién sabe si estoy ya mayor y estoy ofendiendo a alguien…

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